EL SUEO DE SU VIDA
Publicado en Feb 27, 2020
EL SUEÑO DE SU VIDA_ MIA
Ya había nacido con una malformación física, una mano no desarrollada que se quedó en una especie de mano infantil. No le impedía tener una vida normal, solo ante la vista destacaba la diferencia de manos y en la rutina del día a día le recordaba que ella era "especial". Si ella no le hubiera dado importancia, o lo hubiera aceptado sin estar pendiente, la gente la hubiera seguido en ese camino, pero, la baja autoestima y los complejos dominaron la situación. Solo faltó esa mañana primaveral a sus veinticinco años estar en el hospital y le diagnosticaran un tumor en el ojo. Oía como el doctor le hablaba, su madre le cogía la mano y algo se estaba decidiendo, eso era seguro, pero ¿El qué? Ni idea, porque ella oía y veía el movimiento de sus bocas pero no entendía. Pasaban los segundos, los minutos y las caras se le acercaban con sonrisa amigable esperando una respuesta de ella., ¿Respuesta?, y volvían a esperar. Sí que había oído que tenía un tumor cancerígeno en el ojo y que lo mejor que le podía ocurrir era perder el ojo. Su vida. Su vida, por Dios. Su vida no había seguido los cánones estipulados; no se había peleado de pequeña, el muñón le acomplejaba tanto que se retiraba antes de defender lo suyo; no había coqueteado ni tenido flirteos en la adolescencia porque daba por perdido el interés del sexo opuesto; no llegó a tener novio y su centro en la vida eran sus estudios postgraduados y su laboratorio , su gata siamesa, su familia y tres amigas de la infancia que ya habían formado familia. Su espectacular vida le hizo resbalar alguna lágrima que se confundía con la noticia dada. ¿Qué se supone qué debía hacer? ¿Qué actitud? Te dicen de pronto que ya que no tienes vida, ¿Qué tal añadir un cáncer? ¿Y cómo se asimila eso, porque claro que te venga a la memoria los anuncios de luchar, de creer en ti y de ser optimista es cojonudo para el que sepa, pero para alguien que se ha pasado la vida renunciando a todo y no sepa nada de lucha , ahora, ¿qué más puede renunciar...? Y ahí sí, las lagrimas resbalaron y cayeron con fluidez, una fluidez que se llevaba su vida. La operaron y la primera noche durmió en el hospital sedada y tranquila. Se despertó y sabía que no tenía un ojo, o que ya solo tenía un solo ojo. No estaba sola en la habitación, tenía una compañera de cama, era una habitación de dos camas separadas con una cortina que se corría para ciertos momentos. No quería abrir el ojo, ni que supieran que estaba despierta, su madre estaba con ella, era el tiempo que dejaban a los familiares estar. _Anda, mira que es guapa la chavala, si ya debe estar para despertarse, si lleva durmiendo siglos, ya la deberíamos despertar que encima que solo somos dos al menos "chasquear" un poco¿ no? _la compañera era una chica joven de unos veintitantos años claramente vulgar y de aspecto dejado, gordita, grande y con una cara redonda con dos ojos "como dos puñaladas en un tomate", negros como el tizón, de labios carnosos sin una forma determinada así que lo primero que venía a la mente al verla era boca de besugo. No se podía detallar más de ella porque ya acaparaba la descripción dicha y el resto pasaba a segundo plano. Y volvió a decir: _ Señora_ dirigiéndose a la madre de Ángela-, su hija es muy guapa, ¿Cómo se llama? Mi nombre es Josefina para servirle a usted y a Dios, ¿Qué le ha pasado? A mí me han quitado un riñón...y es muy largo de contar, pero claro aquí que podemos hacer que no sea contarnos nuestra vida , ¿Verdad? _Ángela, como yo. Un cáncer en el ojo y por eso han tenido que extirparlo. _Ah! muy bonito nombre, muy celestial, el mío es más clásico. Pues menos mal que lo han pillado a tiempo y se lo han podido quitar, si es que la tecnología hoy en día es rápida, y ya verá con un parche se le va a quedar la niña sensual y todo. Josefina fue describiendo a sus dos niños, de cuatro y dos años, a su marido, cómo se conocieron y a su suegra que vivía con ellos que gracias a ella estaba tranquila en el hospital sabiendo que los estaba cuidando. Le habían diagnosticado un cáncer y de ahí el quitar un riñón, se sabía de memoria todo lo que tenía que hacer al salir del hospital: paseos cortos, subir y bajar escaleras, nada de esfuerzos, dieta variada e ir incrementando el esfuerzo...había riesgo de insuficiencia renal y sangrado. Pero ahí estaba ella con una sonrisa de oreja a oreja pendiente de su nueva compañera. Estaba claro que no iba a dejar a Ángela seguir durmiendo mucho más. La madre de Ángela se sintió en la obligación de contar también su situación. Sus hijos: Ángela era la mayor de cuatro hermanos, veinticinco años, su hermano Ricardo de veinte años y los mellizos, Laura y Pablo, de quince años. Su marido marino mercante viajaba mucho así que durante temporadas de meses ella estaba sola y al cargo de sus hijos. Su hija era licenciada en química y matemáticas, carreras que estudió a la vez. Tenía su propio laboratorio de análisis clínico. Ángela despertó para que su madre no contará ya más, y después de saludar y sentir todos los mimos de su madre, ésta tuvo que marcharse pues el tiempo de visitas ya había terminado. Se encontraron solas. Ángela quería hacerse invisible y Josefina buscaba relacionarse; al principio con la mirada, no surtiendo efecto empezó varias conversaciones que Ángela fue esquivando con monosílabos, gestos, y algún sonido fácil de interpretar. Cambió de táctica. Y comenzó a relatar su vida sin esperar preguntas ni interés. Le contó como ya de pequeña la mayor de siete hermanos todos varones menos ella, tuvo que limpiar, cuidar, educar y consiguió estudiar a la misma vez hasta conseguir el mínimo de estudios requeridos para trabajar. A sus dieciséis años ya trabajaba y aportaba dinero al hogar. A los dieciocho conoció al amor de su vida. A los veinte fue encargada del supermercado de su barrio y se casó. A los veintidós tuvo a su primer hijo y dejó de trabajar hasta que nació su segundo hijo a los veinticuatro; puso un cuarto en su casa para leer las cartas del tarot. Descubrió en el parto de su segundo hijo que tenía un Don, podía ver el destino de las personas y cada día que pasaba se hacía más sabia del ser humano, algunas veces podía susurrar en sueños a personas para que encontraran su camino. Tenía miedo a que la llamaran bruja así que puso el chiringuito de leer el tarot que estaba muy aceptado y así podía asesorar tranquilamente sin entrar en los sueños de la gente. El respingo de Ángela se hizo notar. Se quedó sin habla pero se quedó con la boca abierta y mirando en tensión. Su pelo anaranjado y rizado se esparcía por toda la almohada , destacaba su piel blanca , el color de sus ojos eran claros tal vez un verde oliva si se pudiera definir, llevaba una venda en el ojo derecho que indicaba dónde había sido la operación y que tapaba parte de la cabeza. No era muy grande y se la veía muy frágil tapada con las sábanas del hospital. _La verdad...es...que...no creo...mucho...en eso. -Entiendo, no crees. Vale. Al cabo de varios minutos de silencio: _Yo ..no he tenido suerte...toda mi vida he tenido un defecto físico que no me ha dejado ser atractiva...y ahora ...si salgo de esta.. .más horrible voy a estar...es fácil de "ver" mi futuro- - ¿No me digas que vas a dejar que tus decisiones y tu destino las decida la belleza?. ¿Si eres bella puedes con todo y si no hay belleza no hay nada? Ostia, ¿pues me has mirado a mi?...!Vaya con la culta! ! Y tiene dos carreras, muérete! Impactó. Jamás nadie le había hablado así, ni siquiera pudo interpretarlo, esa chica era de su misma edad y casi sin estudios y la había dejado ... Dejaron de hablar y empezó un protocolo de enfermeras preparándolas para dormir. Era su segunda noche. Y empezó su sueño... Estaba delante del espejo pincelando sus pestañas con rímel, estar tan cerca de sus ojos le hizo tener un escalofrío. Miró a ver qué tal le habían quedado y la verdad es que se veía bonita. Terminó de ponerse varios anillos en sus dedos finos y largos, las uñas pintadas de rojo sangre y.. sonó el móvil. Su madre. -Ángela, no olvides que mañana sábado llegan por la tarde las hijas de mi prima, tus primas segundas, prometiste recogerlas en el aeropuerto. Ellas te reconocerán les he enviado una foto tuya. No te molestarán mucho, solo van a estar tres días y son más o menos de tu edad. Seguro que os lo vais a pasar muy bien. -No te preocupes, no se me olvida. Voy con prisas ... -Muy bien . Ya hablamos, un beso Se quedó unos segundos delante del espejo observando la imagen que le devolvía... muy reconfortante. Ese sábado amaneció con un color azul en el cielo profundo y una temperatura tan agradable que uno solo podía pensar en terracitas para tomar algo y disfrutar del tiempo. Los colores parecían de cuento, todo muy intenso. No se le había olvidado recoger a sus primas. Y de pronto aparecieron ellas dos: Una, alta , esbelta, pelo largo con volumen hasta la cintura, movimiento seguro y una cara con un toque exótico al tener los ojos rasgados y de un color azul turquesa que la hacían muy interesante , la sonrisa grande .... Y la hermana, todo lo contrario, gordita, altura media, su cara con muchos mofletes y unos ojos "como dos puñaladas en un tomate", se la veía resolutiva y con una sonrisa como la de su hermana...transmitía alegría. Despertó un poco agitada y temprano, sí, estaba en el hospital, sí, ahí estaba su compañera de cuarto, sí, había sido un sueño y se puso a recordar el sueño con esa nostalgia de saberse atractiva sin tener que esconder...y pensativa le dejó el sueño, se había quedado a medias y de pronto recordó algo. No, no podía ser ,no, seguro que no. _Josefina, ¿Estas despierta? -Puede ser que sí. Buenos días -He tenido un sueño muy raro, y...me ha parecido que estabas. _ Uy, imposible. Tu no crees en esas cosas Entró en ese momento una enfermera con mucha energía poniéndolas al día que tenían que desayunar, arreglarse y estar preparadas para cuando llegara el equipo médico y después dejarían el tiempo de visitas. En el desayuno Ángela estaba algo más relajada y abierta e incluso le ofreció sus galletas a su compañera, comentaron el desayuno, e igualmente hubo un momento que hicieron un juego de frases que les llevó a la complicidad. La enfermera las miraba de reojo y les regañó porque le parecía que estaban jugando con la comida. Josefina con sus chistes fue creando un ambiente distendido y al mismo tiempo de complicidad que la propia Ángela se sorprendió y se asustó cuando se oyó a ella misma decir un chiste _ No te voy a guiñar un ojo porque sólo tengo uno y no se va a entender Era la primera vez en su vida que hacía un chiste y de ese calibre. Llegó el momento de la visita médica. Apareció todo un equipo de cinco médicos que en el mismo momento de entrar el aire se volvió profesional y serio. Normal, pensó Ángela, esto es serio y el futuro es incierto, no es para tomárselo a broma. Primero rodearon su cama y comentaron pasando la palabra unos a otros, por el tono de voz estaban considerando varias opciones. El jefe del equipo le resultaba familiar ...Fue muy amable y le indicó que había acertado al pensar que estaban decidiendo , sonrió y le dijo que se pasaría luego más tarde con todo más concreto. Y lo mismo con Josefina, nada más rodearla está soltó: _Ángela, ¿te has fijado?, ¿Cuando vas a estar en otra rodeada solo por hombres y todos tan interesantes? -consiguió las sonrisas de todos inclusive la de Ángela, la atmósfera seria dio paso al relax, también pareció que decidían una opción, y pusieron su granito de arena al carácter jovial de Josefina con alguna frase con chispa; y ésta se las devolvió diciendo que no se movería del sitio esperándoles mientras les guiñaba un ojo. No había duda, por dónde pasaba enamoraba, un lujo de chica. Las secuencias de los tiempos iban pasando y era el turno de las visitas. La madre de Ángela apareció con ese aire de bondad y de poquita cosa, se fue directamente a besar, mimar y acariciar a su niña. Mientras entraban como si fueran cuatrocientos guerreros los dos hijos de Josefina acompañados por el padre, con mucho jaleo se oían besos, preguntas, exclamaciones de cariño y risas. Entraron poco a poco y sucediéndose los hermanos de Ángela, todos muy formales y sin hacer ruido, tal vez un poco asustados pero con una sonrisa de ánimo. Ya a media tarde se invito a las visitas a despedirse y hasta el día siguiente. Fue cuando entró Luís, el jefe del equipo médico y quiso hablar con las dos. Habló de lo importante que era la recuperación tras la operación y lo que influye el ánimo y las ganas de superarlo. Iban a probar que el estar juntas dos personas que estaban pasando por lo mismo daba más positivismo y más fuerza en los primeros días que llevarlas a la familia directamente. Así que si les parecía bien durante unos días en vez de irse directamente a casa estarían en el hospital conviviendo juntas y haciendo ejercicios para recuperarse. Había observado la química que había entre ellas y algo le decía que el estar juntas iba a dar algo muy bueno. Y cada día tendría una conversación con ellas. La que más pensativa se quedó fue Ángela, era como si intentará resolver una ecuación, despejar la "x". Pero inmediatamente al igual que Josefina confirmó su aceptación a la propuesta del doctor. Y llegó la noche, esta vez de cuerpo cansado pero mente distendida. Las luces se apagaron y el silencio de la noche le llevaron a su sueño... ¿Cómo habían llegado allí? , era la frase que tenía atrapada a Ángela. Las había recogido en el aeropuerto, las había agradado a todo lo que proponían y de repente estaban allí .Entraron en una habitación llena de objetos que recordaban al universo y todo con el futuro, signos zodiacales... Si se echaba un vistazo en general parecía la sala del manual de una vidente; y así era, allí estaban las tres, la preciosa Carla, su hermana Laura y Ángela ante una señora lujosamente vestida con telas de sedas . Estaban con una vidente por idea e ilusión de sus primas, vidente muy famosa según le dijeron y que les había dado el honor de dar una cita. La vidente miró una a una a los ojos. No esperó nada. Fue indicando con una voz melodiosa y en un tono que finamente hilaba la marcialidad con una exagerada educación lo que solía hacer en sus sesiones. Echó las cartas a cada una y gratamente sonrió al ver lo bien que salían la cartas, a cada una de ellas fue saliendo un futuro no esperado pero dulce y apetecible, muy reconfortante para cada una de ellas . Y fue cuando Laura se le ocurrió que les echara las cartas al futuro de las tres juntas en esos días. Estaba de buen humor la vidente porque aceptó una petición que salía de su perfecto protocolo. Tuvo que echar hasta cuatro veces porque no creía lo que salía. Al final con un gesto contenido tuvo que dar una explicación aunque fuera inverosímil: -Bueno, no se...pero...no acierto como se explica lo que dice ahora las cartas con el futuro individual de cada una de vosotras. Lo mismo es una metáfora...pero no la entiendo...ni se verle el sentido... Esto...literalmente si leo lo que dicen..es...antes de que termine el día una de vosotras será violada, otra se quedará ciega al sacarle un ojo y otra se librará de todo al huir. Hubo un silencio. La vidente no sabía cómo dar forma a toda la información y casi parecía que quería echarlas ...y con mucha parafernalia de frases, gestos con las manos, polvos esparcidos de varios colores y una fragancia puesta en el lóbulo de la oreja de cada una las puso de patitas en la calle. Ya cuando salieron del garito de la vidente, Ángela propuso con mucho ahínco descansar en casa esa noche con una buena película y palomitas, las caras de sus primas eran de incredulidad _No te habrás creído esa historia de las tres juntas, ¿Verdad? No has visto que no se acopla al futuro de cada una, ni caso, las cartas no han sabido interpretar. Además es nuestra primera noche juntas y lo tenemos que celebrar-. Y una vez más no supo cómo estaba en un garito de música en directo, con unas cervezas en la mano brindando y con mucha gente alrededor bailando y bebiendo cerveza como ellas. Era un sótano muy grande, en una parte estaba el grupo de música, una barra muy larga donde ellas se había puesto bastante al final para poder hablar sin la música tan fuerte, una decoración bastante austera con paredes de piedra decoradas con luces en forma de antorcha ,y en el otro lado una mesa de madera clásica de billar. Nadie estaba jugando. Estaban tocando rock de los años 70 y 80, y la verdad es que lo hacían muy bien. La primera cerveza entró muy bien y la segunda también...y la siguiente... Carla ni se movía para atraer a todos los moscardones de tíos intentando ligarla, y Laura iba hablando con unos y otros haciendo que la sonrisa saliera ante sus frases ; Ángela parecía una piedra esperando a que la tiraran, era un imán del miedo. Siempre se ha dicho que de aquello que tanto huyes, de lo que quieres evitar haces camino justo para encontrártelo. Y allí estaba Ángela. rígida, clavada en la barra sin mover un músculo rezando por volver a casa, destacaba entre todas las demás con sus caras risueñas y alegres. Y lo atrajo. Le entró un tío que le indicó que sus amigos y él la estaban observando desde hacía un rato y que les sorprendía ver a alguien tan seria y estatua cuando era tan guapa, y él estaba allí para demostrar a sus amigos que era solo que no había encontrado el hombre que la supiera divertir y quería una sonrisa para él. Ángela empezó a tiritar y con esfuerzo hizo que sus labios esbozaran una sonrisa, él la rodeó por la cintura y la llevó ante sus amigos donde estaba la mesa de billar . Carla apareció de inmediato interesándose por su prima. Los chicos quedaron asombrados y no daban crédito que un "pivon" de esa calibre había ido a su encuentro. Empezaron a animarse unos a otros, y Carla miraba de reojo a Ángela a ver cómo estaba e intentó con sonrisas y gracias calmar a los chavales , pero entre lo que habían bebido y su aparición estaban más subidos. Y apareció Laura, que con mano izquierda intentó persuadirles que se fueran con ella a bailar. Tal vez se sintieron escudados por la zona; tal vez por la oscuridad ; tal vez por la sensualidad que despertaba Carla; tal vez porque querían demostrarse unos a otros lo machos que eran, entre ánimos el más lanzado se puso delante de Carla y la apretó contra la pared. La reacción de ella dándole un empujón fue el detonante, la atrapó y la sentó en la mesa de billar, pidió a dos de sus colegas que la sujetaran y le abrió las piernas, su falda se subió dejando ver sus largas y moldeadas piernas. El tipo metió primero la mano despacio recreándose en cada centímetro que palpaba y fue justo en ese momento que apareció Laura con uno de los tacos de mesa de billar. Dio un fuerte golpe en la mesa y amenazó al tipejo con darle en la cara. Los demás rodearon a Laura. Y Ángela se puso a gritar pero la música silenció su grito. Laura no dudó , mientras Ángela no paraba de gritar, empezó a mover el taco de madera como si fuera un arma japonesa, creando un espacio amenazador para todo aquél que se acercara .Carla con rapidez rodeo el cuello de su agresor con las piernas y mientras lo estrangulaba gritó: _ ¡Hay que proteger a la reina! Laura se convirtió totalmente en una guerrera japonesa, se movía con una agilidad en la que la veías en un momento en un sitio y seguidamente estaba ya en otro lado haciendo volar a alguno de esos tíos. Carla se puso de pie en la mesa de billar, su actitud de pelea dejó claro un físico bien trabajado, musculado de guerrera y no dudaba en golpear, dar patadas y... Toda la escena de golpes, movimiento y gritos se quedó paralizada .El silencio de la incertidumbre se adueño del momento cuando uno de los más forzudos rodeó y amenazó con una navaja apuntando el lagrimar de Ángela. La navaja empezó a hincarse al lado del lagrimar para sacar una gota de sangre y entonces ocurrió... Un grito aterrador sacado de las mismas entrañas de Ángela superó cualquier volumen de la sala y mientras el alarido ronco atravesaba el recinto se enrolló sobre si misma desequilibrando al atacante y con una furia y fuerza irreconocibles en una chica de su complexión lo lanzó con fuerza a la pared. Al izarse había cambiado; se erguía una guerrera vestida con un chaleco de armadura , brazaletes en los brazos , una sobrefalda corta en tiras de piel y sus piernas moldeadas atléticamente estaban enlazadas por las cuerdas de sus sandalias. Destacaba esa inmensa melena pelirroja que le daba el toque felino y de grandeza de su vestimenta. Su cara, su gesto habían cambiado; no había miedo; había mucha furia...sin saber ni ella misma cómo lo hacía fue de uno en uno dando toques precisos y rápidos en puntos del cuerpo que los derrumbaba; sus primas se quedaron quietas y bajaron la guardia , sonrieron y mirándose entre ellas celebraban lo que estaba ocurriendo. Y cuando solo quedaba la expectación del publico que ya no estaba por el grupo de música se vio ella de pie rodeada por todos los agresores tumbados inconscientes y sus dos primas con aire marcial se arrodillaron y bajando la cabeza exclamaron : _ Por fin, nuestra reina. ¡Has vuelto! . Nos ha costado mucho recobrarte del miedo. Tu pueblo te necesita ...nos están invadiendo. Una sombra cruzó por el suelo y desapareció sin ser vista. Ángela supo que había vuelto a ser quien era consciente de quién era y que había sido liberada. Y volvía a casa. Aparecieron en el pueblo donde solo quedaban viejos, niños y un grupo de hombres jóvenes , justo los proscritos, todos los que no tenían miedo. Recibieron con todos los honores a la Reina y a sus dos guerreras leales; y el que hizo el recibimiento poniendo al día de la situación fue Leo, el jefe de los proscritos pasando entonces a ser una pieza clave y necesaria para la lucha. _Majestad, sed bienvenida y perdonad nuestra premura pero no hay tiempo que perder .Desde que le atacaron las sombras, hemos sido invadidos varias veces por ellas y ya solo quedamos muy pocos. Creo que es necesaria la ayuda del "viejo sabio" de inmediato diría yo _ ¡Que así sea! Leo, mañana al amanecer nos acompañaras a mí y a mis guerreras a la montaña a que nos asesore nuestro viejo sabio. El resto de tus hombres que se queden a proteger la aldea...y darte las gracias por ser leal a tu reina. Un pequeño rubor imperceptible recorrió el rudo semblante de Leo. Y así fue. Durante dos días, el camino y la incertidumbre consiguieron una camaradería que no se hubiese pensado con un proscrito; compartieron cansancio, poca comida y protección en un camino que no conocían. Leo solo se atenía a sus reglas y a sus valores ,y las puso al servicio de su reina. Llegaron y se pusieron delante de ese viejo que durante lustros había sido la luz de su pueblo ;aislado en las montañas nadie sabía cómo vivía y de dónde sacaba esa sabiduría que siempre les mostraba en los momentos más difíciles. - Un día vuestro miedo se independizó de vosotros en calidad de sombras. Cada vez que las sombras posee a uno de vosotros os lleva en un mundo paralelo del que olvidáis quienes sois, adquiriendo ellas vuestro miedo y creciendo en fuerza . Una vida sin emociones y sin miedo hasta llegar a la muerte era vuestra suerte. Eso es vegetar y morir en vida . Ángela bienvenida del lado obscuro, tus guerreras no se lo pensaron al ir a rescatarte y venciste al miedo por eso estás aquí. Pero eso no es suficiente. Tenéis que vencer su fuente y creador y yo os daré el arma que necesitáis. Ángela dame tu espada. A partir de ahora la espada tendrá la fuerza y valentía que tenga tu corazón y de ti dependerá ... Ángela tomó la espada sin poder dejar de mirar de reojo a Leo que estaba mirándola con admiración , esa fe en ella le dio fuerza a la espada. Esa misma noche mientras dormían a la intemperie camino de vuelta , Leo se le acercó y le avisó que Laura había desaparecido. Amanecía cuando apareció un grupo de sombras con Laura entre ellas y delante de todos ellos una gran sombra con un parche y un muñón de mano .Dejó bien claro que soltaba a la rehén a cambio de una lucha cuerpo a cuerpo con la Reina y esa sería la gran batalla, la que determinaría al único ganador. Despertó sudando y con todos los músculos en tensión , abrió el ojo, vio la habitación del hospital y junto a su cama Josefina que mientras le acariciaba la frente le dijo: - La gran batalla continua en este mundo... - - -
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