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Publicado en Mar 05, 2020
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Llevo muchos años de vida huyendo de mi mismo, buscando en el externo lo que me falta en el interior, he tenido altos y bajos en la vida, siempre buscando una meta para darle sentido a la vida, buscando ese santo grial de la realización personal y espiritual, escarbando en medio de toda la basura que la humanidad nos ofrece, esta humanidad decadente que día a día ve sus últimos segundos de vida extinguirse en la nada de proyectos que jamás se realizaran y que si se dan en un punto del camino carecerán de toda importancia, mirando hacia atrás y solo contemplando una pérdida de valioso tiempo que fue invertido en la nada perecedera. Creo que en realidad nadie se sienta a pensar en la locura que estamos viviendo, vamos corriendo como enajenados a un abismo del cual no podremos salir, del cual gritaremos y aullaremos en desesperación esperando la mano amiga que no llegara, rasguñando las paredes del risco en busca de alguna saliente que nos permita escapar de nuestras miserias mentales y acciónales. Estamos rodeado de una peste que ya no se puede controlar, la hediondez ha llegado a limites que no se esperaban, nuestra vibración se ha vuelto tan baja que podemos alimentar a las alimañas del Astral sin el mayor esfuerzo. ¿En que nos hemos convertido? Vivimos una vida sin sentido, no dando entendimiento lógico a lo que esta pasando, conforme con nuestras vidas de esclavos de producir dinero y gastos desde que nacemos hasta que morimos, engordando las cuentas de garrapatas que succionan nuestro esfuerzo día a día, segundo a segundo durante toda la vida, nacemos para comprar y vendernos a un sistema corrupto que nos tiene agarrados de nuestras partes íntimas y nos apretara para sacarnos la última gota de energía seminal. ¿Tiene acaso algún sentido el cómo nos hacen vivir? Los políticos que el pueblo elige pronto se ven corrompidos hasta la médula y venden su alma a logias que les dan las garantías suficientes para pasar una vida holgada en lo material, mientras lo que van creando como espíritu no es más que un ente sucio y corrupto que es capaz de dar cualquier parte de su cuerpo en acto sexual a cambio de subir en escalón más, esencias que se ensucian en lo puerco de sus males, que comen como cerdos los manjares, mientras el pobre jornal se destroza el lomo generando los impuestos con los cuales se paga la misma opresión a la que son sometidos y luego a este no le queda más que embrutecer su cerebro con alcohol cada fin de semana en un intento vano por escapar a su miseria, tiñendo de amarillo sus dientes con cigarros que causan la enfermedad que pronto terminará consumiendo de forma prematura su vida, habiendo vivido una vida ciego sin saber cual era el verdadero significado de ella, ambos, ricos y pobres cubiertos con el velo de la ignorancia, los dos defendiendo un ideal muerto que es el culpable de sus divisiones y que no puedan unir fuerzas y dar la batalla a ese mal que es el verdadero enemigo, ese que hace que los adolescentes comiencen a drogarse, ese mal que hace que el empleador vea a su trabajador como un esclavo al cual le puede pagar con papeles su tiempo de vida, el cual luego es usado para comprar objetos materiales que si bien tienen una función en especifico no tienen el valor portentoso el cual se les ha dado haciéndonos creer que en ello esta la excelencia de la vida y que eso es lo que en realidad vinimos a hacer, haciéndonos creer que esa es nuestra misión, acumular chatarra que más temprano que tarde va a parar a un basurero. Es una tarde nublada, como que quiere llover, es el ambiente preciso para pensar, en lo que se nos tiene prohibido, de hay que venga todo tipo de entretenimiento para mantener nuestras mentes enfocadas en lo que sea, menos en lo que en realidad está sucediendo… Así piensas.
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Fepraa
Jonathan Ibarra Luman