Un Secreto Oscuro
Publicado en Mar 05, 2020
Fuimos un primo, una prima y yo de visita al pueblo de Zapotlanejo Jalisco, llegamos ya cuando estaba oscuro y no teníamos donde llegar a dormir, lo que decidimos es ir con un sacerdote conocido por la familia, llegamos a las afueras de la parroquia donde él vive, tocamos en un portón que está a espaldas de la puerta principal de la iglesia, el sacerdote nos abre la puerta y con amabilidad nos invita a que pasemos, nos dirige hacia una mesa con sillas que estaba en un patio grande donde había una linda fuente de agua con ángeles esculpidos y nos invita a sentarnos, alrededor de patio había varios cuartos como un convento y una entrada a la iglesia. Estando sentados nos repartió para cenar una taza de café con pan de trigo. Durante la cena nos preguntaba de cómo estábamos y de cómo estaban los demás miembros de la familia, el padre muy amable con nosotros, en eso de un de repente se escuchan unos gritos como de sufrimiento aterradores, extraños que provenían de uno de los cuartos que estaban ahí mismo, el padre nos dijo que no nos alarmáramos y que no le demos importancia; ya que al escucharlos mis primos y yo nos asustamos y claramente se nos notaba el rostro de desconfianza y miedo que nos provocaron los gritos aterradores, los gritos dejaron de escucharse por unos 10 minutos cuando de un de repente otra vez se escucharon de la misma forma también como aullidos, esta vez si nos empezaba a dar más miedo, el padre nos dijo que no nos asustáramos, se paró de su lugar y nos dijo que en un momento regresaba que lo esperemos en la mesa y que no nos vayamos. El padre va y entra en uno de los cuartos que estaban en frente de donde estábamos, y de donde se dirigían los gritos aterradores, el cuarto de lejos se veía totalmente oscuro por dento. Nosotros en la meza no sabíamos que hacer y empezamos a escuchar al padre que gritaba dentro del cuarto: ¡cállense criaturas del infierno! ¡espantan a mis invitados!, al mismo tiempo se empezaron a escuchar latigazos por parte del padre golpeando. Empezamos a escuchar gritos aterradores de dolor por parte de las criaturas que estaba siendo golpeadas, entre más aumentaban los golpes, gritaban aun más fuerte, nosotros solo escuchábamos pero no veíamos nada, solo oscuridad en la ventana del cuarto. Nos dió mucho miedo y decidimos levannos y correr hacia el portón para salirnos hacia la calle, corriendo a punto de llegar hacia el portón, el padre de lejos nos grita de forma medio agresiva pidiéndonos que no nos vayamos, nosotros con dificultad, sin hacerle caso al padre, abrimos el portón y corrimos lo más lejos posible, en la oscuridad sin saber a dónde íbamos, después de ya estar algo lejos de donde estábamos, buscamos un lugar para ir a dormir, encontramos un hotel y nos hospedamos ahí esa noche, cerramos puertas y ventanas; no podíamos dormir. Al amanecer decidimos regresar a Guadalajara, ciudad donde vivimos llevando como recuerdo ese momento espantoso y extraño. Autor:Jesús Jiménez Martínez
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JESUS JIMENEZ MARTINEZ