Una cosa es lo que se hace, otra la que se piensa y otra la que se dice. Llevo una vida en la clase baja con mis abuelos y tía, nunca me falto, comida, libros, regaños, amor, tuve uniformes, clases, compañeros, buenas y malas experiencias, siempre malas noticias, me volví militante comunista, intentando revolucionar, como a gritos se necesita, lo intente fracase, ahora milito por la vida, también fracasando, encerrado en mi individualidad, repito, “el bueno es el que piensa lo que el malo hace”.
Aun así, siento que soy una mala persona, que actúa tratando de ser buena, pareciera que da igual, pero no es así, toda acción tiene su consecuencia, realmente esto de vivir es todo un desafío, en primer lugar, debo de estar sano física y mentalmente, y lo estoy o es lo que creo, ahí es donde veo mi privilegiada posición frente a los demás, entonces me siento mal porque en mi egoísmo, me salvo yo, mientras la miseria arrastra cruelmente a otros.

Todos estamos inmersos dentro de este depreciable, horroroso sistema capitalista, y lo replicamos en alguna medida, por el hecho de existir dejamos nuestra huella ecológica, y la mayoría solo dejamos destrucción en nuestro lapso de vida.

Solo quiero poder vivir sin preocuparme, en la estulticia y el hedonismo, pero no es tan fácil, me duelen los demás, aunque los repudie, me duele las desigualdades, me duele intentar ignorar todo lo malo que sucede.

En fin, es parte de lo que me tocó vivir, espero que al final la roca que empujo a diario me aplaste y selle con esto mis palabras.