UN DÍA DE COMPRAS DE CHICAS
Publicado en Apr 03, 2020
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UN DÍA DE COMPRAS DE CHICAS-  MIA
 
Al fin convencí a mi hermana para que la más pequeña de mis sobrinos pasara un día conmigo de compras, no estaba acostumbrada, realmente nunca había ido; mi intención era crear un lazo de amistad como lo hice con mis otros sobrinos. Con sus siete añitos nos tiene cogidos el corazón, es muy voluntariosa y fuerte ante todas las adversidades aunque en muchas de ellas tenga miedo. Me recuerda mucho a mi madre, de gran corazón y valentía. Te mira con esos grandes ojos negros decorados con unas largas pestañas negras que en esa carita solo se ven ojos. Te pregunta, piensa y siempre da una explicación muy lógica para que veas que lo ha entendido y si puede añade algo...Vio que de mi bolso colgaba un adorno de pelo y me preguntó qué era. Le dije que era la cola de un conejo pintada de azul, frunció el ceño y me volvió a preguntar para asegurarse que lo había oído bien, y le contesté , que sí que era un adorno pero era la cola de un conejo. Lo meditó y soltó que claro que ya que se le mataba para comerlo pues así se utilizaba todo y siguió andando como si tal cosa. Yo tuve que hacer esfuerzos por no soltar una carcajada, siempre me asombraba sus salidas y ver como vuelve la tortilla hasta ver una lógica...  me tiene fascinada.
Allí apareció vestidita de rosa y sport, camiseta con el dibujo de un perrito y con el detalle de un gran lazo en la cabeza que le recogía el cabello.
Se la notaba nerviosa, expectante e ilusionada. Era el primer día que iba  sola todo el día con su tía y de compras, mucha emoción junta. Yo también estaba ilusionada . Planifique varias tiendas de compras y un buen sitio de helados.
Empezamos con unas zapaterías de niños que tenían columpios para probar los zapatos, comentamos y decidimos cuál eran los más apropiados ; esto de decidir y coincidir nos llenaba el alma. Y después de varias compras decidí enseñarle lo que era el mercado de abastos. Los olores, los colores, el jaleo y ver tanto pasillo con esos techos tan altos le impresionaron pero lo que más, ver un rape y la cabeza de un pez espada. Estaba como loca, todo era nuevo, sorprendente e intentaba habituarse ante tanta sorpresa.
Le iba encargando que se acercara a los puestos y preguntara el precio de las cosas, le explicaba que era cada producto y a hacer cola, a ser paciente para pagar. Yo estaba viviéndolo con la misma alegría que ella, y como si fuera todo nuevo para mí. Esta es la gracia de la infancia, te hacen vivir la alegría de enseñar y lo vas viviendo a través de su mirada.
Ya por la tarde me iba dando cuenta del cansancio de la "chispu" y así tal como tenía previsto entramos en una heladería a tomar un gran helado de chocolate , le hice varias fotos con el móvil, toda la boca manchada de chocolate y la sonrisa de oreja a oreja. Ya solo quedaba una gran tienda de varias plantas y cuando por fin compramos el deseado bañador color rosa con gatitos le entraron ganas de hacer pipí. Yo sabía dónde estaban los servicios. En la última planta En un recodo que casi no existe, una pequeña puerta y allí perdido estaba. Claramente lo hacen aposta.
Nos entretuvimos aseándonos y poniéndonos guapas, salimos, y  de pronto no había nadie. Se oía la música como siempre pero ni clientes ni personal.
No me gustó.
Tengo mucha imaginación y siempre estoy alerta. Agarré fuerte la mano de la niña y la acerque a mi cuerpo como protección. Ella reaccionó como yo, y en voz baja me preguntó qué ocurría mientras se apretaba a mi cuerpo.
No me gustaba nada de nada.
No podía razonar porqué no había gente pero sí se me habían encendido todas las luces de alerta y peligro. Así que me agaché y susurrándole le dije:
_No sé lo que pasa pero no es bueno. Vas a tener que ser valiente y en cuanto yo te diga algo lo haces sin preguntar y rápido, si te digo corre aunque yo me quede tu sales corriendo y no paras. ¿Vale?
_ Sí _, y con la cabeza asintió varias veces y vi el gesto de seguridad y valentía que tenía mi madre. Esta niña llevaba su sangre y me sentí fuerte y protectora como nunca.
Había que salir de allí . Había que bajar tres plantas para llegar a la planta baja, donde estaba la puerta principal . Nuestro objetivo.
No iba a utilizar las escaleras automáticas para bajar. Al lado de uno de los mostradores vi un gancho de hierro para bajar bolsos y prendas que estaban en estantes arriba , lo cogí . Muy despacio y sin hacer ruido fuimos bajando por las escaleras de incendio. Ya acercándonos a la planta baja nos pegamos a la pared y con el cuerpo a ras de suelo abrí un poco la puerta..y...se nos presentó delante una película que nos dejos sin habla y con la boca abierta.
Una especie de monstruos con apariencia de personas se estaban echando encima de personas a morderlas; gritaban, pánico, huían  y la sangre  con fuerza salía de sus cuerpos, todo era color rojo; todo revuelto y violencia para morder y destrozar. La policía estaba en la puerta con rifles disparando ,dando órdenes , rescatando gente ...Se oían de fondo sirenas indicando que se acercaban más refuerzos.
_Son zombies, tita, son zombies... lo que hay que hacer es que no te cojan y te muerdan. He jugado muchas veces con mi hermano a la play. Si tuviéramos una pistola...
No daba crédito ni a lo que había visto ni a la rápida reacción de mi sobrina tan resolutiva y tan rápida de aceptación.
Iba a responderle cuando vi que con la rapidez que actúan los animales para la caza , uno de esos zombies se había girado y con velocidad avanzaba, se oyó un disparo y cayó ; un  policía nos vio y nos hizo señales que se acercaba. Como de la nada apareció otro monstruo y se le clavó en el cuello. Sangre y alaridos de dolor. Con todas mis fuerzas le clavé el pincho pero lo efectivo fue el disparo de mi sobrina en la cabeza del zombie. No había dudado en coger la escopeta del policía. Ni pestañeaba.
 Me ofreció la escopeta . La cogí y ni me plantee si tendría puntería, empecé a disparar y a gritar que se pegara a mí. Intentaba hacer camino para llegar hasta la policía y los refuerzos llegados. Oí dos disparos muy cerca de mí, estaban ayudándome matando a los que se acercaban a mordernos, quedaban pocos metros . Una señora salió entre la ropa de un perchero gritando ayuda y se agarró a mí justo en el momento en el que se abalanzaba uno a morderme , y a pocos centímetros míos vi como le desgarraba la yugular , volcándola en el suelo para seguir devorándola. El pánico me dejo segundos petrificada y fue el grito de mi sobrina asustada la que me hizo reaccionar. Uno estaba saltando a mi pequeña , me metí en medio y disparé, y cuando intenté volver a disparar ya no quedaba munición. Levanté la vista y dos hombres uniformados de policía estaban a nuestro lado, uno tomó a la niña y el otro disparaba mientras yo corrí los pocos metros que me separaban de la policía y el ejercito que también había llegado.
  Nos metieron en una ambulancia con otros y al hospital. Abracé a mi sobrina y las lagrimas nos salían a ambas. Le dije que ya había pasado todo y que había sido toda una heroína. Abrazándome fuerte y entre lloros dijo:
_ ¡No me gusta ir de compras!
Una vez más me hizo reír su ocurrencia y apretándola en mi abrazo le contesté:
_ A mí tampoco, princesa, a mí tampoco. Te prometo que a partir de ahora compramos online
 Nadie sabía lo que había pasado. Las noticias, los reporteros iban cada uno contando diferentes historias desde un virus hasta un tipo de droga. Nadie sabía lo que había pasado. Hubo más de treinta muertos muertos incluidos tres policías, uno de ellos por salvarnos a nosotras.
 
 
 
 
 
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Foto del autor Mar
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Miembro desde: Feb 03, 2020
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Descripción

No hay mayor placer que pasar un día con un niño y si es de compras con tu sobrina...es perfecto!!

Palabras Clave: compras bañador tienda

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasía



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