El decadentismo en la literatura y el arte ....
Publicado en Apr 10, 2020
El decadentismo es una explosión imaginativa en un mundo dominado por la literalidad. La rebeldía contra la ética y la estética imperantes, por un lado, y la exploración sistemática de la angustia de vivir encuadrada en la búsqueda de nuevas formas. El decadentismo es un movimiento cultural, literario y artístico surgido a finales del siglo XIX; se distingue, por embellecer lo perverso, lo absurdo y lo grotesco. Se extendió por Europa e influyó en algunos autores latinoamericanos. Es importante entender el término “decadencia” como el fin de un ciclo y no en sentido de obscenidad. En la pintura, el inicio de este movimiento se remonta a Francia cuando el excéntrico Josephin Peladan quien fundó el Salón de los Rosacruces (1892-1897) bajo la premisa de que el hombre necesitaba misterios, mas no realidades, y que por tanto el arte debía volverse místico y espiritual. Peladan permitió libertad formal a los artistas quienes participaron en los seis salones, pues podían pintar con el estilo de su elección. Por ello el decadentismo no se debe entender como una estética, sino como un discurso. El decadentismo: Joven decadente. Por Ramón Cassas 1899 Este movimiento se encuentra relacionado con la poesía de Baudelaire y el simbolismo literario. Es Paul Verlaine uno de los precursores más claros del decadentismo. El esteticismo y la oposición a los valores culturales burgueses fueron rasgos definitorios importantes. Una de las obras más conocidas que se encuentran esta línea es El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde. No obstante, la novela À rebours de Joris-Karl Huysmans se erige como el máximo exponente del movimiento del decadentismo y en su lectura encontramos las líneas que definen al movimiento. El mismo protagonista de la novela detalla las consideraciones estéticas precisas para comprender el decadentismo. Este libro es la “Biblia” del decadentismo. Una referencia indiscutible en Á Rebours es la literatura y la crítica de arte de Baudelaire. Se encuentran temas como el Spleen, la muerte, la conciencia del mal, la vida moderna, lo artificial, la búsqueda de la autenticidad, lo Ideal, la decadencia o encontrar lo eterno en la transitoriedad de lo mundano de la experiencia moderna Ahora bien, lo más destacable es la puesta en práctica de la teoría de las correspondencias propuesta por el poeta, cuyo carácter sinestésico transgrede los límites de los sentidos en una experiencia estética que trasciende lo natural y se dirige a lo ideal: “Como prolonga de cosa que de lejos se confunden / en una tenebrosa y profunda unidad, / vasta como la noche y como la claridad, / los perfumes, los colores y los sonidos se responden.” (fragmento del poema Correspondencias). Es Esseintes, en sus ejercicios estéticos capta las correspondencias entre el mundo fenoménico de la sensibilidad y el mundo ideal, trascendiendo el tedio de la vida vacía para entroncar con cierta unidad eterna a través de la potencia sinestésica del dinamismo vital construido artísticamente. Es la misma unidad arquetípica que Schopenhauer buscaba para aquietar la voluntad, y que el mecanismo baudelaireiano de las correspondencias le permite. Los símbolos adquieren una importancia crucial en este tipo de prácticas: flores, piedras, licores, lenguaje literario, pinturas; todo se entrecruza. La mezcla de las sensaciones trastorna el orden objetivo de la naturaleza de modo que se accede a un plano diferente. Un ejemplo claro de esto es el celebérrimo pasaje (capítulo IV, p. 170) del órgano de boca: Des Esseintes organiza un artefacto, que es una colección de barriles de licores de distinto tipo equipados con grifos, los cuales estructura en una disposición tal que le es posible combinar (a la manera de un órgano) y entonar armonías de sabores. Cada licor se corresponde con un instrumento, realizando así, música de licores y relaciones de tonalidad, en las que se escucha el sabor de la música. Todo esto rompe con el descriptivismo propio del naturalismo. Su estética literaria huye del arte como reflejo de la objetividad, y se detiene en la evocación y el poder sugestivo propio del lenguaje artístico simbolista. Existe una diferencia entre decadencia social y decadencia como concepto literario. La distinción entre decadencia social y decadentismo como concepto literario, no borra o disminuye los lazos entre esas esferas. Porque es innegable que muchas de las características atribuidas a las obras llamadas decadentes, se originan precisamente en ese sentimiento de declinación. Por ejemplo, el pesimismo y Ia melancolía que las permea, el prurito de representar lugares lejanos embellecidos y seres poco usuales, como manera desafiar el disgusto que produce el entorno, Ia preferencia por lo artificial sobre to natural, el gusto por lo moribundo (crepúsculo, otoño, enfermedad), entre sus rasgos mas notorios Una importante imagen que todos los decadentistas utilizaron, de una u otra manera, fue la de la mujer, como culpable de todos los pecados y, por tanto, del fin del mundo. Pintan recurrentemente su preocupación por las consecuencias que tendrá la distracción de la moralidad femenina: fractura de los valores familiares y pérdida del orden de la humanidad en general. El decadentismo entonces revela un gusto por una civilización desaparecida o a punto de desaparecer; se trata de una atracción macabra por los signos fatales de la muerte. Los personajes de sus obras ven al infinito con desesperanza, como si hubieran aceptado que ya no hay futuro y no existe nada más que lograr. Se siente en ellos una sensación de cansancio, el final decadente de un tiempo venido a menos . La fría paleta de color hace sentir la nostalgia por ese pasado lejano, volátil e intangible que ya no volverá. La mujer es decadente… la mujer es vista como perversa , transgresora. El placer y yo… En las habitaciones no quedaba ya casi nada. Por las ventanas desprovistas de cortinas entraba el resplandor rojizo del crepúsculo, entraba todo el estrépito de la calle. Algunos hombres arrancaban todavía alguna tapicería de las paredes, dejando al descubierto un papel de flores vulgares sobre el que se veían, aquí y allá, los agujeros y los desgarrones. Otros quitaban las alfombras y las enrollaban, levantando una densa polvareda que relucía a los rayos del sol. Uno de ellos canturreaba una canción impúdica. Y la polvareda mezclada con el humo de las pipas se elevaba hasta el techo Andrea huyó: El Placer, Gabriele Dánnunzio. Contexto histórico en el que surge el decadentismo. Pero para comprender la génesis de este movimiento, más bien una estética difusa que impregnó la atmósfera del llamado fin de siglo. que implicaba no sólo una pulsión artística, sino también una forma de vida. Debemos retrotraernos a la convulsa Francia de finales del siglo XIX, decepcionada y perdida tras la derrota en la batalla de Sedán y la caída de Napoleón III. Este sentimiento de frustración social cristalizó en un movimiento literario que rompió con la tradición del naturalismo para continuar la senda abierta por Baudelaire, primer impulsor de las ideas fundacionales modernas Los decadentistas construyen una constelación de redes metafóricas que se expande concéntricamente desde París a todos los países que caen en su órbita cultural. Continúan las búsquedas formales de sus maestros, llevándolas a la exasperación, al exceso, por lo que clausuran las posibilidades abiertas por el romanticismo, a la vez que abren el camino a los movimientos de vanguardia. Los decadentistas reaccionan contra el positivismo, el realismo y el naturalismo. Los grandes maestros del decadentismo, reconocidos tanto por los integrantes del movimiento como por la crítica, fueron; Poe, Baudelaire, Rimbaud, Mallarme y Verlaine entre otros. Los decadentistas practican la discontinuidad, la fragmentación, la acumulación, la reflexividad del texto. Apuntan a un sentido que está siempre más allá, en otra parte, recreándose en la polisemia y en las ambigüedades personales y textuales, provocando siempre la imaginación del lector. Como señala Cario Annoni. Con el decadentismo se consuma la liquidación de las formas en el arte: se pasa de la poética de la forma a la poética del signo, la música llega a la atonalidad y la pintura inicia el camino de la abstracción. El decadentismo y el simbolismo europeo, al igual que el modernismo en los países hispánicos, fueron una especie de renacimiento del espiritualismo, una revalorización de lo que puede percibirse más allá de los sentidos, un misticismo profano, una preferencia por lo excepcional, lo arquetípico, lo exótico, lo misterioso; una búsqueda de analogías y correspondencias que explicaran el sentido oculto del universo. En otras palabras, fue una evocación por la palabra y el ritmo de matices y sutilezas. Un rechazo, por lo tanto, del realismo, del racionalismo, del positivismo y de la fealdad burguesa e industrial. Dentro de esta revolución de la sensibilidad y el gusto que significaron los movimientos citados, el decadentismo es asimilado a la temática más morbosa, más truculenta: las perversidades sexuales, el sacrilegio, la mezcla de erotismo y religión, el satanismo, lo macabro, el deleite en la enfermedad y la agonía, la admiración por la barbarie, los seres marginales y fuera de la ley; el desprecio, en fin, de la moral burguesa. El mensaje de Des Esseintes, el personaje de “A rebours de Huysmans”, prototipo del héroe decadentista, podría sintetizarse en la frase: "El mundo es como yo quiero que sea, yo me lo invento". Pero no hacen falta héroes ficticios para ejemplificar prototipos decadentistas, ya que un tópico de este movimiento fue confundir vida y literatura, y nada mejor entonces que leer la biografía de "Papá Verlaine", "aquel divino huésped de hospitales, de tabernas y de burdeles" como lo llamó Valle Inclán. El decadentismo fue también un modo de vida: el siglo XIX, fue uno que vio tantas transformaciones sociales al consolidarse la revolución liberal, asistió al nacimiento de la vida bohemia. Conspiradores, artistas, jóvenes que abandonaban sus hogares por una vida sin sujeciones burguesas integraban el grupo, que se nutría con otros marginados. El café y las redacciones de los periódicos eran los lugares habituales de reunión, generalmente alegre y bulliciosa, aunque sus integrantes estuvieran en la miseria. A fin de siglo, la bohemia había consolidado sus estereotipos: genialidad, hambre, rebeldía. El decadentismo embiste contra la moral y las costumbres burguesas. El decadentismo embiste contra lo moral y las costumbres burguesas, pretende la evasión de la cotidianidad de la realidad, exalta principalmente al heroísmo individual, explorando las regiones más extremas de la sensibilidad y del inconsciente. De por sí este movimiento responde a una manera de sentir finisecular, cuando la mente y conocimiento del alma había agotado todas sus posibilidades de comprender su existencia y sus extrañas desviaciones. Sí se refiere el decadentismo a lo que va el campo artístico y literario, ser decadente implicaría estar formado a posiciones reaccionarias, elitistas, arte puristas, supe referidas, aristocracinantes y demás de objetivos de está clase. Ahora en el plano moral la palabra del movimiento "Decadentismo" ya de por si se puede dar entender que tiene algo que ver con: decadencia, ya que va unida casi siempre a una forma de vida sensual, hedonista de excesos de diversidad en cualquier aspecto: así sea en el vestir, en el consumo de licor o drogas e incluso una falta de fe religiosa y un constante sentir de pesadumbre universal y mundista Paul Verlaine fue la figura prototípica de la bohemia parisiense durante los diez últimos años de su vida, convirtiéndose en una figura legendaria del barrio latino por su atuendo, los escándalos de su vida, su magisterio sobre los jóvenes escritores, sus excesos, sus hospitales. En la última década del siglo (murió en 1896) fue imitado, admirado, protegido por los decadentistas. Prototipos de la época… Alternar el hambre con manjares y bebidas caras o los harapos con el smoking -el bohemio y el dandy son prototipos de la época-significaban el desprecio de la medianía, del buen sentido burgués. La transgresión de los límites: Tanto los límites semánticos de las palabras, de los límites sintácticos de la oración, de los límites de la prosodia, de los límites entre las artes, tiene su contrapartida en los temas preferidos por los decadentistas aquí mencionamos algunos de estos temas: La podredumbre, lo prohibido, la muerte invadiendo la vida y viceversa, los límites entre los sexos, el hermafrodita, el arte imitando la vida y la vida imitando al arte, la búsqueda del absoluto por vericuetos inexplorados. Visiones de exceso que llegan a los movimientos de vanguardia y son reelaboradas por el surrealismo; dentro de este movimiento es quizás Georges Bataille quien las ha explorado más sistemáticamente, tanto en sus novelas como en sus ensayos. Charles Baudelaire. Autor de mas de una docena de libros poemarios. Uno de los grandes poetas del simbolismo o poetas malditos .De alguna manera representa una revolución poética que instaura la poesía decadentista. Las flores del mal Relación de la influencia de un actor Edgar Alan Poe. Baudelaire poeta La vida de Baudelaire es breve por los años vividos ya que muere a los 46 años Su libro es el único poemario que publica en vida Contexto histórico de Baudelaire y Las flores del mal. En 1857 en el momento en que Francia está viviendo desde hacía cinco años el segundo imperio. Napoleón, sobrino de Napoleón el grande, el Príncipe Napoleón. En ese sentido la monarquía francesa es una monarquía burguesa Son los restos de un pasado heroico que se quiere resucitar, Para ese momento en Francia existía una censura muy fuerte de carácter moral sobre la literatura. Pensemos en el caso cercano es Madame Bobary De Flaubert . Las flores del Mal corrió la misma suerte. Existen poemas condenados y separados del libro censurado. Las flores del mal es posiblemente respecto de otras obras como otros textos de Ramboud, son de esos textos que quiebran la historia de la lectura. En el siglo XIX el romanticismo era lo que prevalecía y era una poesía sentimentaloide Baudelarie viene con una voz nueva. Plantea un problema elegimos el mal. El splind la melancolía, el hastío es lo que trata de esto, El dandy y el flaner. El París de Baudelaire en Las flores del mal. En esta segunda parte del libro, se encuentra Baudelaire ,quien está caminando la ciudad contemplando las calles. Ese París que ve Baudelaire es el medieval el que esta desaparecer y que al perder esta condición pierde la condición de ardea y se inicia el principio del anonimato. El especulo y rimbombancia a, el ciudadano anónimo , viendo ese espectáculo de elegancia en que se desarrolla la ciudad de París 3ra parte que se llama el vino . El tema de l vino . Baudelarie dedica cinco poemas al vino .El alma del vino, el alma, el vino de los traperos, el vino del asesino, el vino del solitario y el vino de los amantes como opera en cada uno de estos seres A Baudelaire le gustaba el vino en demasía, la parte más ligada al Mal… ´ La muerte la vida ´ Los textos condenados ´ Mujeres malditas homosexualidad femenina ´ La metamorfosis del vampiro. una sensualidad muy condenada ´ La homosexualidad femenina Y para terminar nos podríamos preguntar ¿ Por qué las flores del mal? Como bien sabemos los que nos llama la atención y nos atrae su poesía, Baudelaire opta por ciertos factores oscuros transgresores. No porque se considerasen diabólicos, sino por que la sociedad de la época burguesa lo consideraba bien, no es evidentemente el bien como tal. Sino más bien la construcción ideológica que se impone con una serie de ceremonias que escapan a las profundidades del buen hacer. Si esto es el bien, Baudelaire y los demás poetas malditos se paran en la verdad de frente. Es decir, que, si este tipo de sociedad burguesa opta porque esta sociedad capitalista, explotadora, esta sociedad que está generando ciudades que son anónimas, Fabricas que están humeando contaminando la ciudad destruyendo el ambiente, generando una destrucción del hombre con la naturaleza, hay una explotación del hombre por el hombre. Entonces, ellos, los poetas piensan que, si esto es el bien , ellos estan en el otro lado, Por eso las flores del mal. Para darle en la cara con la transgresión en su contra Ellos intentan escandalizar a los burgueses, hipócritas, pero esto fue porque el segundo escandalo es aún mayor, es decir, que ellos, los poetas quieren que le devuelvan la palabra, le devuelvan la sociedad tal como ellos; los poetas y artistas querían que fuera. Bibliografia Blánquez, Javier. Decadentismo , siglo XXI : fervor actualidad y pastiche. https://www.elmundo.es/cultura/laesferadepapel/2018/11/13/5be4286ae5fdeaa2558b4630.html La belleza de la perversidad : decadentismo francés y. literatura fantástica. https://arbolesmuertosymuchatinta.wordpress.com/2015/03/01/la-belleza-de-la-perversidad-decadentismo-frances-y-literatura-fantastica/ Garrido Antonio. El decadentismo literario , todo menos vulgar. https://www.diariosur.es/prensa/20061103/cultura/decadentismo-literario-todo-menos_20061103.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com.pr%2F Kronick , john W. Entre la ética y la estética : Pardo Bazán ante el decadentismo frances
Página 1 / 1
|
doris melo
Enrique Gonzlez Matas
Gracias por tu lección de literatura y un buen abrazo para ti.