Abril 12 de 2020   
 
Le hemos pedido al Señor que nos lleve donde hay necesidad...
Y nos llevó a nuestra propia casa y  nos pidió que no saliéramos de ella. Porqué Él nos
mostraba que allí estaba la necesidad de aquellos quienes se quedaban solos, horas tras horas
porque se debía salir a trabajar. Después era fácil demorarnos en un café total, porque había 
tiempo para compartirlo. 
Le hemos pedido a Señor que nos lleve donde hay necesidad.
Y nos llevó a nuestra propia casa y allí nos pidió que nos ailáramos de los demás.
Entonces quedamos solos con los hijos, con el esposo y quienes no tenemos ni hijos ni esposo,
nos quedamos con hermanos /as con quienes compartimos diariamente la vivienda . Miramos
los rincones, descubrimos espacios de patios, descubrimos que en los horarios de  desayuno,
de almuerzo ,de merienda ¡estábamos más juntos que nunca!!. Aprendimos a indagar y
descubrir los sueños, los proyectos, los deseos , las necesidades de quienes estaban en nuestro
entorno directo ¡y que nunca lo supimos!.
 Aprendimos a contar cuentos...Aprendimos a descubrir que el ratón Pérez debía venir esa
mañana o  esa tarde a la casa de Melanie , una nena de seis años de edad , hija de un sobrino
(que nunca podía estar en su casa a la hora de que ella fuera a la escuela o regresara de ella)
para que le dejara debajo de su almoada algún billete por su diente. 
Aprendimos que los dibujos animados de la televisión ,que ahora se comparte con los más
pequeños, ya no son los mismos dibujos de personajes animados que aquellos, cuando sus
padres tenían la edad  de ellos:¡qué tiempos aquellos!.
Aprendimos que los juegos de la Yenga (ese de las maderitas apiladas como un edidficio y que
hay que sacarle con cuidado piecita por piecita porque si cae se pierde el juego) ,es realmente
muy atractivo, ¡y que se debe ganar o ganar así nadie queda  mal ante elllos!. 
Aprendimos a dibujar, a reír, a adivinar, a escondernos , a saltar, a jugar a las carreras ahí, en
el pasillo, en el comedor, en cualquier lugarcito mas o menos amplio que hayamos encontrado
en casa.. 
Aprendimos a contar y a escuchar cuentos...Describir personajes...Hacer casting de malo, de
bueno, de risas, de llanto (en mentirita) , de poses, de caminadas, ¡de sacar cuentas haciendo
cálculos mentales rapidito !. 
Aprendimos  junto a quienes nos acompañan en la casa en esta cuarentena , a hablar mucho
mas , nada más  ni nada menos que :¡DE DIOS!.
Le hemos pedido al Señor que nos lleve a donde hay necesidad..El Señor Dios nos llevó hacia
dentro de nuestra propia casa .Y allí  Lo Invocamos en cada despertar.
Para darle las gracias.
Para decirle cuanto lo amamos.
Para pedirle que la esperanza no decaiga jamás.. 
 
¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN amigas- amigos , y a todas las personas de las
distintas Naciones a lo largo y a lo ancho de este mundo!                                                 
                                        Raquel C. Zurita