La llamada
Publicado en Apr 13, 2020
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Esta maldita pandemia ha desquiciado mi vida, resquebrajado mi rutina y destartalado el reloj biológico de mi organismo, ahora para mí el tiempo solo es sinónimo de aburrimiento, de pereza, de inacción.
Recostado en el sofá de la sala reflexioné en la condición en que me encontraba, un hombre libre recluido en su prisión voluntaria-obligada, con las comodidades necesarias pero sufriendo de carencias que la maldita costumbre ha impuesto en mi rutinaria vida.
Por ahora ya no más el trabajo, las visitas frecuentes al bar acompañado de los muchachos, el deambular ocasional por algunas librerías de segunda mano buscando títulos para acumular en mi biblioteca personal, que no es otra cosa que un cementerio del olvido de mis autores preferidos: García Márquez, Ernesto Sábato, Murakami, Bukowski, Milan kundera y algunos otros que por el estado emocional en que me encuentro ahora, no atino a recordarlos. Pero que están aquí junto a mí como centinelas impertérritos, apilados unos sobre los otros.
Seguirán ahí esperando a ser releídos otra vez, no me apetece en este momento la lectura. Siento la necesidad apremiante de algo más. Ay, ya lo sé, esta sensación entre las ingles me hace recordar y desear la presencia de Alondra mi compañera de trabajo con la que suelo pasar fines de semana apasionadamente deliciosos.
Casi caigo de bruces por las prisas de tomar el móvil, después de marcar su número y escuchar su voz, se me endureció aquella sensación en el bajo vientre que me impulsó a llamarle. Ella estuvo de acuerdo en acudir a mi departamento, claro, con todas las precauciones sanitarias que se recomienda por la televisión hasta la saciedad.
Ha pasado una semana desde que Alondra compartió una tarde maravillosa conmigo. Como el organismo humano también es rutinario, decidí volver a llamar a esa mujer quien estando a mi lado casi me enloquece de placer. Después de llamar a su teléfono celular varias veces sin recibir respuesta, ni a los mensajes de texto que le he enviado, opté por llamar a su teléfono de casa, pese a que ella no me lo tiene permitido.
—Aló, ¿Quién llama?
—Buenos días, soy Rubén Alatorre, compañero de trabajo de Alondra, ¿Podría hablar con ella?

—Lo siento señor, mi hija está ahora internada en el Hospital Nacional, con diagnóstico de suma gravedad debido al contagio por el virus que ha causado la pandemia que nos azota.  Clic.   
 
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Descripción

Algo más de lo que está de moda, pero tratado de forma distinta.

Palabras Clave: llamada teléfono deseo asombro y demás.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (12)add comment
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Marìa Vallejo D.-

Una historia que da para pensar en muchas cosas, amigo kalutavon.
Cabe recordar, que muchas costumbres en los seres humsnos, pasan factura cuando menos se espera . . .
Son solo letras bien estructuradas, eso me gusts; si fuese realidad, me agobiaria.
Abrazos
Maria
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April 23, 2020
 

solimar

guau, contagiado? y nos pones a pensar... no hay camino para quejas, es tiempo de esperar. esta es la tregua humana entre lo que fui y lo que seré, espero que regresemos con vida y en una mejor versión.
saludos, buen texto, felicitaciones.
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April 23, 2020
 

gabriel falconi

Tremendo, la realidad.misma.
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April 20, 2020
 

kalutavon

Gracias Gabriel por comentar.
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April 22, 2020

Veronica Molina Diaz

Hola! Yo creo a todos nos dejara algo este virus positivo o negativo según como lo veamos.Se tiene que aprender a estar con uno mismo.ánimo. Saludos desde cd.juarez chihuahua
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April 19, 2020
 

kalutavon

Gracias por comentar Veronica. Estoy de acuerdo con lo que dices en tu comentario. Te envío un saludo afectuoso hasta tu tierra, que también lo fue del divo canta-autor.
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April 19, 2020

Raquel

Conmovedora historia Kalu.. Y fabulosa tu imaginación..Me quedo con las dos...Realmente al leerlo , es tan real en cuanto a los momentos que describes con tanta sencillez , es tan real como podría serlo en un encuentro de trabajo, es tan real tu maravillosa imaginación. ¿Sabes por qué Kalu?, porque los elementos literarios empleados son propios de una historia real (no lo es en ti).
FELICITACIONES desde mi humilde pero sincera observación .. Maravilloso y conmovedor mini relato ..Besos Rq
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April 16, 2020
 

kalutavon

Te agradezco mucho tu comentario Raquel y te saludo con afecto.
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April 16, 2020

Magnolia Stella Correa Martinez

En ese instante todo cambia, sin lugar a dudas. Es una historia muy real y que deseo de todo corazón que no sea tu caso personal, aunque si debe estarse repitiendo por todo el mundo. Muy bueno tu relato. Dios te bendiga amigo.
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April 13, 2020
 

kalutavon

Te agradezco mucho el emotivo comentario Magnolia. El relato es imaginario, pero llevas razón debe estarse repitiendo en la vida real. Afectuoso saludo.
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April 14, 2020

Lucy Reyes

Triste relato,pero la tristeza en esta época es recurrente puesto que este corona virus así nos tiene. Todo va cambiando. Al comienzo del aislamiento, se acepta con calma, se proyectan actitudes que ocupen la mente, hasta se escucha música, se hacen ejercicios y mucho más, pero a mí me está pasando algo parecido que a ti, me aburro, añoro estar con mi familia, mis amigos, paseos, trabajos diligencias, libertad, lo´único que me distrae es escribir, leer y escuchar música. El caso que relatas es muy preocupante y triste. Pienso igual que Enrique, deseo que sólo sea ficción que no sea tu caso.
Cordial abrazo amigo kalutavon.
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April 13, 2020
 

kalutavon

Solo es ficción estimada Lucy, gracias por comentar y hago reciproco de forma respetuosa tu cordial abrazo.
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April 14, 2020

Enrique Gonzlez Matas

Triste, amargo...; tu buen relato describe una situación desesperante.
Espero que no sea cierto lo que escribes.
Enhorabuena. Salud. Buen abrazo para ti.
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April 13, 2020
 

kalutavon

Gracias por leer y comentar Enrique, y no, esta historia no es real, es imaginaria, solo un desborde de mi imaginación. Estos días en los sitios literarios de la red a los que asisto virtualmente, están saturados con el tema de la pandemia. Este tema que en lo literario es llamativo, hasta donde he leído es tratado de la misma forma, algunos textos hasta parecen calca de otros. Me había prometido no escribir sobre ello, pero un amigo, casi como un reto me pidió que escribiera sobre el tema de una forma distinta, en vez de estar despotricando contra de aquellos que no pasan de tratarlo como un diario de adolescente, con tintes apocalípticos, con desesperanza o candidez religiosa. Y así nació este mamotreto dizque texto literario. Afectuoso saludo.
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April 14, 2020
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