Rosas rojas para una mujer abandonada.
Publicado en May 04, 2020
Rosas rojas para una mujer abandonada. Tendidos sobre un húmedo y abyecto suelo frío quedaron los rojos capullos de tus rosas, sucios de circunstancias, heridos por fatales fragmentos de dolor. Hechos e imágenes constantes que se fueron convirtiendo en rutina y, a pesar de la calidez de los amaneceres soleados, los capullos en el suelo quedaron mustios, secos… y abandonados. Fueron días miserables en los que ni siquiera comía; hubo angustias que flotaron en un ácido mar de lágrimas y hubo noches solitarias cruelmente heladas y vacías. Sin embargo, con poesía y soles radiantes, la vida fue abriéndose su paso y las agonías aprendieron a reclamar sus anhelos, surgiendo la reflexión, la catarsis y en las horas vacías construyeronse puentes que llevaron la realidad a los sueños… … Hoy la tierra yerta se ha cubierto con abonos de olvido y en sus hiladas melgas ya se ven renaciendo hermosos botones de frescas rosas coloridas. … Abriré mi puerta para que me conquistes nuevamente con un aromado ramo de aquellas bellas rosas rojas que me lleven al horizonte donde, alguna vez, se forjaron todos mis maravillosos recuerdos.
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aljana pausinni
Buscaba yo, en los archivos de Textale, escritos de viejos amigos que hoy ya no se encuentran y hallé este precioso poema suyo.
Disfruta, jcrc, tu trascendencia donde sea que esté.
Aljana Pausinni.
Marcela
Maria Jose L de Guevara
El ser cierto debe producirme un inmenso orgullo; sin embargo, me provoca un humilde agradecimiento, porque en síntesis lo que busco es expresar mis sentimientos de modo que alcancen la sensibilidad de los lectores.
Complacida de agregarte en mi lista de amigos.
Un cálido abrazo, Marcela.
María José.
Elvia Gonzalez
Maria Jose L de Guevara
Hay pandemia, mucho dolor, mucha incertidumbre y demasiados cambios en este 2020, y yo he sumado mi grano de arena particular; sin embargo, al tener el corazón bien puesto (supongo... ), para la pandemia y para mi tragedia existen la calma y la esperanza.
Gracias siempre por mostrarme presencia.
Un cariño grande
María José.
Raquel
Un ramo de rosas rojas ha quedado como un recuerdo ya marchito pero , más que el recuerdo de pasión es el dolor atrapado en ese recuerdo ..Las flores quedaron marchitas , pero qué importan si ya solo serán abonos en la tierra y allí quedarán porque tú abrirás tu puerta para que te conquisten nuevamente. Hermoso tu poema ..Permíteme lo siguiente por favor, de corazón:
"VAS A SANAR PORQUE TÚ RÍES CON EL ALMA..PORQUE ERES DE CORAZÓN NOBLE ...PORQUE LA VIDA TIENE ALGO MEJOR ESPERANDO POR TI ...PORQUE TÚ LO MERECES Y PORQUE A PESAR DE TODO BRILLAS HASTA CON EL ALMA ROTA"
De todo corazón deseo que esto se cumpla..Y si es posible me gustaría me lo participaras..(si tú creyeras que pudiera ser me sentiría feliz)..Besos..Raquel
Maria Jose L de Guevara
Gracias por tus energías, tu afecto y la poesía de tus verbos.
Besos
Marijó.
Raquel
amiga y si en caso lo hubieres hecho tendrías en mí a alguien que de corazón te daría razón..No pienses en eso, eres una gran y hermosa amiga...Y yo te agradezco de corazón ..Descansa ..Soy y seré la misma que siente orgullo al tratarte y leer tus hermosas expresiones..Besos Rq
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Un título que sintetiza y a su vez contrapone una idea de abandono con el tradicional ramo de rosas que es el símbolo de amor, cariño o perdón. Poema desgarrador en su transparencia que muestra la integridad de una mujer herida en forma inesperada donde el hambre, lágrimas, angustias, dolor, incertidumbre, dudas necesariamente tenían que aparecer con el filo de una daga que en ese principio desencadenó un tajo rápido donde pocas posibilidades se mostraban como alternativas de recomponer la nada. El Vacío, las sombras, la llaga abierta mostrando un corazón destrozado que late porque la naturaleza de sobrevivir es siempre el enemigo de la tragedia. Pasada esa inesperada circunstancia, aflora la reflexión serena en solitarias noches donde las culpas se entrecruzan sin obtener respuestas ciaras, pero por primera vez, se abre un pequeño sendero que lleva hacia un puente que hay que transitar lentamente sobre un camino ahora cubiertos de abono del olvido donde comienzan a manifestarse “pequeños botones de florecientes rosas...” y dejando abierta una puerta entornada que debe ser nuevamente atravesada por una nueva “que vida se abre paso…”.
Poesía y música siempre ayudan
Felicitaciones Marijó
Maria Jose L de Guevara
Puede uno rodearse de un mundo de gentes inteligentes, dignas y leales, justamente por la clase de vida que una misma elije; sin embargo, no es común hallar entre todos ellos a uno que le diga sutilmente las palabras adecuadas para que le penetren a una el alma con tanta facilidad y le despejen de sus espinadas dudas.
Alguna vez, mi querido amigo, abriré algunas compuertas y dejaré verter un millón de preguntas para saber quién eres completamente.
Salud y larga vida, Gustavo. (¿Solo así nada más te agrada: Gustavo, o Gustavo Adolfo, u otra forma?)
Marijó.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Saludos
Silvana Ledesma Trivio
Maria Jose L de Guevara
Me has dado el honor de leer el testimonio de mi dolor y entender mi nueva ilusión. Aparte, sin dudarlo, has aumentado mi mundo de personas que es lo que más valoro de la existencia.
Cuídate mucho y sigue escribiendo.
María José.
Mara Vallejo D.-
Bien descrito cada párrafo dejado . . .
Abrazos María Jo. ( para todos)
María
Maria Jose L de Guevara
Cuando suceda no vacilaré en hacértelo saber.
Besos
María José.
Lucy Reyes
Bella tu poesía, adornada de mensajes nacidos de tu corazón, uno de ellos: “Y la agonía aprende a reclamar sus anhelos” ¡Qué lindo mensaje! Todos los expresados en tu romántica poesía son bellos. Te felicito, han llegado a mi alma, sin riesgo de olvidar.
María José, te mando un cariñoso abrazo.
Maria Jose L de Guevara
Fuiste tú de las pocas/os que me alentaron a ello y hoy es mi obligación entregarte el corazón para agradecerlo.
Besos, amiga.
María José.
Enrique Gonzlez Matas
Enhorabuena con un buen abrazo.
Maria Jose L de Guevara
Ojalá sobrevivas a las calamidades que hoy nos afectan, porque personas como tú las necesitamos en el mundo para hacerlo bello.
Un abrazo muy cálido, Enrique.
María José.