EL ENGAO
Publicado en May 15, 2020
El día que recibí la llamada de esa mujer, todo mi mundo se derrumbó…
Pasada la tarde, mi celular sonaba, un número desconocido era quien marcaba, yo no suelo contestar números no registrados, pero por una extraña razón y además de la tanta insistencia decidí contestar, la voz de una mujer se hallaba del otro lado, entre palabras y reclamos yo trataba de comprender, hasta que de su voz salió tu nombre, hablaba de un daño que habíamos ocasionado, un matrimonio dañado, yo no comprendía de que hablaba esa mujer, necesitaba calmarme los nervios me traicionaban, solo escuchaba que me amenazaba, después escuche con claridad que de mi tú te burlabas, no estabas separado de tu mujer, me habías engañado, todo este tiempo tu habías jugado. Sin palabras yo me había quedado, rompí en llanto y le dije que no sabía de lo que estaba hablando, creo que comprendió que realmente no sabía de todo esto, así que me volvió a explicar solo que ahora más lento. Terminada la llamada, yo estaba tan desconsolada, marcaba a tu celular y no contestabas, muchas cosas pasaron por mi mente, que todo era cierto y solo mentías. En ese momento no quería saber nada de ti, me sentía tan mal, sentía culpa de algo que ni siquiera sabía, esa culpa debería haber sido tuya. Quisiste verme para darme una explicación, te di la oportunidad de contar tu versión, era creíble hasta cierto modo. Trate de calmarme para poder escucharte, corrí el riesgo en creerte confiable. Tu historia de tu esposa resentida, la que no iba a dejarte ser feliz yo te creía, pero como no hacerlo si a los ojos tú me mirabas, nunca me habías hecho algo para sospechar de ti. Pero algo ya no estaba bien, cada vez te sentía más distante, tus llamadas eran más cortantes, los fines de semana estabas ausente, y volvías a buscarme entre semana. Debí imaginar que algo de esa llamada era real. Meses pasaron y seguíamos juntos, pero siempre cargaba con esa duda, algo en ti ya no era sincero. Nunca sabré si de verdad tú me engañaste, puesto que la relación se ha terminado, pero si es verdad que el engaño hiciste, no solo destruiste tu matrimonio, sino a una persona que en ti confió y se enamoró.
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Maria Jose L de Guevara
Mi más inmediato impulso es desmembrar los hechos y ponerlos en contexto; sin embargo, tu misma los ordenaste justificadamente al ir narrándoles y acabaste dándoles la explicación final: Todo fue un engaño... Si no hubiera sido así, aun estarían juntos.
Escribes con talento, Brina: Prosa clara, coherente, gramática correcta. Leo a todos los que aquí escriben y, en ocasiones, lamento mucho descubrir promesas y virtudes que se pierden en la vastedad del bosque.
No obstante, el remedio está en la perseverancia.
Un cariñoso saludo
María José Ladrón de Guevara.