Intentar cambiar, sería lo más cobarde que podría hacer, eso jamás debería pasar por mi mente.
Henos aquí presa de mis propios sentimientos, mi corazón cae en la propia trampa de mi mente, idealizando el amor, idealizando a la persona con la que quiero llegar a tener conexión. Por una vez, solo por una vez quisiera ser egoísta, pensar en mí como la mayoría de las personas. Ser cautelosa al momento de abrirme a una persona, tener mi pasado oculto, sin sospechas de mis relaciones pasadas. Ser cortante a los mensajes, preocuparme y a tender mis prioridades donde claramente no será la persona con la que este, seré fría y cortante, desinteresada pero cuando vea que la persona se aleja, mostrarme tierna y atenta para atraerla nuevamente, fingir que todo está bien y cuando ya este de nuevo feliz y contenta, volverme arrogante otra vez y así sucesivamente en el circulo vicioso de esto que llaman “amor” en la actualidad. Llenar su corazón con palabras de un sentimiento inventado, enamorarlo con besos y abrazos vacíos, mirarlo a los ojos y atreverme a decir que es único.
A caso , ¿mis palabras les han parecido fuera de contexto?. En cierta forma un poco les pareció molesto, hasta podría atreverme a decir que muchos pensaron, que mujer sin sentimientos!!!. El hecho es que todo lo escrito al comienzo, es lo que he vivido. Y no diré que todos son iguales, sería absurdo. Pero es desde mi experiencia de mis relaciones pasadas, que a veces me pregunto si no fuera como soy, mi destino sería otro?.
Por qué en estos tiempos ser atenta y tierna llega a ser molesto para algunos, porque entre más te interesa y te preocupas más se alejan, es algo que nunca terminare de comprender, pero cambiar solo para encajar en el nuevo sistema de romance, eso jamás.