Basta solo con estar vivos?
Publicado en May 19, 2020
Por alguna extraña razón de la única manera que profundizo en mis ideas es escribiendo y no exactamente en un cuaderno si no tras un ordenador con una pantalla y un teclado…Hace unos días tengo una nota en mi celular sobre la vida y no logro cerrarla así que decidí venir a lo único que me funciona…A veces me pregunto ¿Si, acaso basta solo con estar vivo? ¿Nacer, crecer, reproducirse y morir?Siento que es como un manual. Estudiar, trabajo y familia. Las tres bases para una vida ideal, ¿Cuántas veces escuchamos “Si no estudias no vas a llegar a ningún lado”? un modelo ideal para obtener estabilidad, seguridad y sentirse realizado. ¿Y después?Ese manual viene lleno de notas al costado. No hagas esto, aquello y lo otro. Esta “bien, más o menos, o mal”. [Una tarde charlando con mi mama, le comenté que iba a hacer algo (no me acuerdo bien que era) y me contesto: que no lo haga que me iba a ir mal, que ella ya lo había hecho y le fue mal. Mi contestación fue muy abrupta “Necesito hacer cosas por y para mí, experimentar y sacar mis propias conclusiones” …] Sé que los padres dicen lo que dicen, porque quieren lo mejor para sus hijos; pero al mismo tiempo transmiten miedos y limitaciones.En cierto punto me da mucho más miedo quedarme en lo seguro, en vez de apostar por lo que verdaderamente quiero y atravesar todos los obstáculos que se presente. Creo que me mataría, el convertirme en conformista.NOTA: A veces siento que parto al medio a mi mamá con mis ganas de experimentar y de ser necesario darme la cabeza contra la pared y sacar un aprendizaje.La vida es un privilegio, y digo esto porque no todos tenemos esta dicha de poseerla. Siento que somos seres ordinarios con el poder de ser y hacer cosas extraordinarias. ¿Qué tan malo sería romper ese manual? ¿Cortar mandatos? Y no me lo tomen a mal, no hay nada de malo con soñar en estudiar, tener trabajo y familia (yo también sueño con estas mismas cosas). Pero al mismo tiempo siento que hay mucho más, atrás de este manual; sueños, aventuras, ganas de comerse el mundo.No era hace mucho que tenía 18. Era mi último año de secundaria, egresada sin adeudar materias, el segundo mejor promedio de mi curso, trabajaba, becada por una empresa privada. Estaba destinada a estudiar ingeniería química y conseguir trabajo de operaria. No veía más que eso en mi vida estudiar y tener trabajo. “Una privilegiada de la vida” me dijeron, en cierto punto concordaba con ellos.Era una persona muy cerrada, que solo iba a lo seguro; solo existía el blanco y el negro. Al mismo tiempo juzgadora, prejuiciosa, solo veía por mí, vacía y superficial…Pero me siento verdaderamente privilegiada de que ese mismo año conocí una parte de mí, que no sabía que existía. Y esto en gran parte se lo debo a IAV “Inspirar a vivir”. Una ONG que me dio la oportunidad de cambiar mi vida a través de asistir a gente en situación de calle y participar en merenderos… (Muchos se preguntaron cómo fue que llegue ahí, la chica prejuiciosa y superficial. Parte de la beca era hacer un voluntariado de cuatro horas al mes, busqué y los encontré. No cabe duda que al principio solo cumplía las cuatro horas al mes). Pero solo dos semanas de ir a recorridas y a merenderos me bastaron para involucrarme el triple, pase de ir de espectadora a estar caminando por la calle y sentarme a hablar con los muchachos de la calle, de saludarlos y abrazarlos…Me acongoja saber que antes marginaba a la gente de la calle y pasaba como si nada por al lado. [Una vuelta leí: “si no te duele el dolor ajeno, sos parte del problema”] prácticamente después de leer esto me callo la ficha.Hay días en los que salgo del banco y me encuentro a familias enteras pidiendo dinero o comida, sinceramente si el dinero que poseo sé que lo voy a malgastar en cosas innecesarias, no dudo en cruzarme al supermercado y hacer una compra para esa familia, de acercarme y conocerlos. Cuando viajo y me cruzo a gente que se quedó sin saldo en la sube o no tiene dinero para recargar, gente no dudo. Sé que ese mínimo gesto no va a cambiar el mundo, pero si el día de esa persona…Al mismo tiempo me involucre en un curso de coaching, que termine descubriendo lo ausente que estaba en mi vida, de lo importante que es apostar por lo que me apasiona, de la persona que verdaderamente podía ser y dejar de falsear de una puta vez…Pero retomando lo privilegiada que fui por la excelente alumna que era, y partiendo de lo que llegué a experimentar en estas dos actividades que surgieron de la nada, me empecé a cuestionar…¿Todo lo que planee para después del secundario, me lleva a cumplir mis expectativas o sueños?¿ o solo estoy cumpliendo expectativas de lo que otros esperan de mi?¿qué tan feliz soy con esto?Me di cuenta que la carrera que había elegido fue porque estaba contemplada en el listado de becas y no porque me gustara (intente que me guste. Pero es como las parejas si no te gusta, lo dejas) termine cambiándome tres veces de universidad y dos de carreras, perdiendo una beca y estoy feliz, porque no me encuentro haciendo algo que no me gusta, y voy a cambiar las veces que sea necesarias.Vida hay una sola, y es nuestro deber vivirla al máximo. Siempre digo “si hay algo que quieras hacer y te da miedo, hazlo. Con miedo, pero hazlo”La persona que era a los 18 gran parte no existe, sigo trabajando en mí SER. Pero ya no solo aspiro a estudiar y tener trabajo. No me encuentro haciendo nada del manual ideal que me había armado.Estudio para manicura, tengo pensado estudiar para pastelero profesional (disfruto mucho de cocinar), trabajo, quiero conocer el exterior… vayan a saber por ahí mañana me levanto y quiero ser una astronauta… ¿Me aseguran estabilidad económica? Pensaba mucho en eso (tener un laburo que me incluya dentro del sistema). No, no me asegura estabilidad económica como lo pensaba, pero que lo disfruto e invierto, si que si.Hasta sueño con independencia económica!..Ahora yo les pregunto, ¿cuáles son sus sueños?¿ a qué le temen?¿a fracasar?¿sos feliz?El tiempo es súper volátil, se nos va en un abrir y cerrar ojos. Y jamás se fracasa haciendo lo que sentimos… Oriana Ayana
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Sergio Pellegrini