ASOMBRO Y ESPERANZA...
Publicado en May 28, 2020
El asombro que provocó esta pandemia en el mundo, llegó casado con la esperanza de reflexionar acerca de nuestra relación interpersonal y con el entorno. Sin embargo, a medida que fuimos saliendo de la sorpresa y aprendimos a ver esta circunstancia como una nueva realidad, también esa ilusión de ser mejores personas se ha ido difuminando en la consciencia natural de la “individualidad”.
Vemos cómo los pacientes contagiados, así como las comunidades más susceptibles a contraer el virus son rechazados por una sociedad que se proclama unida y unificada por la misma dificultad; la misma sociedad que ha entendido que ahora “unos somos todos y todos somos uno”; esa sociedad que ha comprobado que, hoy más que nunca, el Ser Humano depende del ser humano. De igual manera y en el entendido de que todos estamos pasando por una situación complicada por lo desconocida, tampoco veo ni lejos, la tan cacareada igualdad social. Es lógico que el problema económico es una derivación primordial de esta situación y para todo el mundo representa una incertidumbre, no obstante, también es cierto que no todos tenemos la misma capacidad para sortear la vida económica. Y esta diferencia también subsiste en esta emergencia. Es así como se ponen de moda los conciertos virtuales pagados, con palco y salas vip, obviamente a mayor costo. En conclusión, ni el famoso virus ha logrado unirnos en torno al Ser Humano, que es el único que no tiene privilegios ni poquedades… tal vez la desigualdad social de la que tanto nos quejamos no es más que la respuesta de la naturaleza que tan solo sabe de complementos; probablemente la única diferencia radica en el trabajo interno, aquel que le corresponde a cada uno, donde nadie más puede interferir; quizás la idea del Creador es darnos la opción de escoger el camino…
Página 1 / 1
|
Raquel
Raquel
Magnolia Stella Correa Martinez
Un abrazo desde mi bella Colombia.
Maria Jose L de Guevara
Mas me quedo con los aciertos descritos en tu artículo y me contagio con tus esperanzas que en un futuro nuestros humanos pasos sean más cautelosos.
Un abrazo cariñoso.
María José.
Magnolia Stella Correa Martinez
Saludos desde mi bella Colombia..
kalutavon
Magnolia Stella Correa Martinez
Saludos desde mi bella Colombia.