En la ducha, desnuda.
Publicado en Jun 15, 2020
Tibia y suave, como una caricia sonriente, cae sobre mi desnuda piel el agua silente, mientras invadida de silencio transitan mis pensamientos por húmedos jardines de recuerdos.
Corre mansa con su hipnótica dulzura desde los cabellos hasta mis hombros, desde mi vientre hacia los muslos, dibujando figuras fantásticas en mis sueños; y estás tú, también, en ellos, junto a tus sentimientos, mostrando sonrisas, susurrando alegrías, provocando aventuras… Parecemos niños… Y hubo, también, enojos, rabietas y caprichos que destrozaron viejas cartas amarillas; palabras duras semejantes a una herida que más tarde sanamos con coqueteos, besos y promesas… ¡Qué deliciosos momentos..! Nuestro amor fue leudando como masa de pan entre paños blancos, que nos llevó entre miradas tiernas, con brillos contentos, a fijar una fecha, aquella que recuerdo conmigo caminando temblorosa hacia el altar, sostenida en el férreo brazo de papá, dando pasitos cortos por lo ceñido del vestido y arrastrando el metro y medio de mi velo de tul bordado que colgaba sutilmente en mi espalda escotada… Suspiro emocionada cada vez que abro romántica el álbum de las fotografías… Conjugamos, de ahí en adelante, todos nuestros proyectos de manera consciente, elegimos sitio, cantidad de cuartos y pisos para nuestra casa; postergamos mucho tiempo el adquirir un vehículo, porque privilegiamos el crecimiento de una familia. Gestar nuestro primer hijo fue el capítulo más amargo de nuestras vidas, porque tras insistentes intentos, incluidas recomendadas posturas para asegurarnos, dimos creación a un ángel que en la novena semana de haber tenido sus propios latidos, se escapó de la dicha nadando en hilos de sangre… Nos costó muchas lágrimas recuperarnos, pero afortunadamente estuvo presente el refugio de tus brazos y la porfía de un nuevo y dotado espermio… La vida no se detiene ante nada, fluye como el agua que ahora me baña, agua tibia que moja mi vientre, el que me quedo mirando, inquieta y del que me estoy haciendo preguntas…
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Magnolia Stella Correa Martinez
Un abrazote María jose.
Mara Vallejo D.-
El agua, ella tiene esa particularidad . . .
Vuestras letras fluyen con ella.
Muy bien
Abrazos
Marìa
Enrique Gonzlez Matas
Ánimo con tus escritos, María José, que suelen ser todos de calidad.
Un buen abrazo.
Raquel
Triste momento lo del primer bebé, un Ángel que vacaciona en el cielo pero siempre atento al amor de su madre en los recuerdos..Los recuerdos fluyen y se han forjado de a dos..La vida te ha premiado como mujer..Yo no tuve esa alegría aunque siempre soñé tenerla..Debe ser mi destino...Hermosos, emotivos, sentidos y felices recuerdos "En la ducha, dormida,,,Me emocioné amiga..Me encantó..Besos Raquel
Lucy Reyes
Felicitaciones
Cordial saludo
Lucy
Maria Jose L de Guevara
Gracias por tus constantes y lindas palabras que me brindas.
Besos
María José.
( Hay planteada en mi ensayo una inquietud que debo confirmar... )
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
la miel de su poesía, que manaba de su pecho”
G. Lorca
Un delicado ensayo que lleva al lector del asombro al dolor y del dolor al futuro. Delicada sensualidad que sabe manejar el corte del relato para llevar del recuerdo húmedo de la caricia del agua, a la foto estática que atrapó un momento de su vida que merecía la eternidad. El paso tímido hacia el altar sostenido por el padre orgulloso de entregar su hija aferrada a su brazo y el sentimiento posterior conmovedor de esa pérdida que duele en ese río de sangre.
Felicitaciones Marijó
Maria Jose L de Guevara
No me cansaré jamás de anhelar y agradecer tus intervenciones en el utópico vuelo de mis palabras, amigo querido.
Un abrazo
Marijó.
donbaldomero.
Maria Jose L de Guevara
Gracias.