Pandemia: La revancha del mundo.
Publicado en Jul 06, 2020
Pandemia: La revancha del mundo.
El mundo gira tranquilamente y sin pausas hacia su ilimitado destino, mientras nuestras humanas vidas avanzan esperanzadas entre inevitables encrucijadas y sueños personales, lamiendo heridas, dejando huellas, cosechando gozos, eternizando nuestras mejores sonrisas y sufriendo todas las consecuencias. Sentimientos, opciones, desvíos, aprendizajes, sonidos y silencios, son tesoros de feria que terminan vistiéndonos el ego, decisiones que nos modelan la valía y matices que nos perfilan el alma, definiendo orgullosas actitudes. Es la ley humana que nos rige desde el nacimiento. El sol, mientras tanto, sigue ufano emergiendo cada día y las estrellas prevalecerán inalterables y permanentes cada noche. Ley también, pero no de nuestras vidas. Porque el universo impertérrito sigue con su marcha y nosotros, laboriosos obreros, íngrimos habitantes, edificamos por cuenta propia nuestras vidas… A él no le importa lo que hagamos y cuántos seamos. Nos ignora. Somos como la hierba que crece sola y silenciosa en las praderas, composición sustentable, cual parásitos. Individuos… En pasadas estaciones del antaño, largamente fui una dichosa infanta que fantaseó con sus muñecas, pedaleó torpemente en bicicleta y se acurrucó en el regazo tierno de la mamá consentidora. Transcurrido un tiempo las ternuras las busqué entre mis jóvenes amigos; sus tibios labios para un dulce beso o un espejo romántico en sus ojos donde se reflejara mi sonrisa enamorada en sus miradas. Más tarde aprendí a desplegar suspiros cautivadores y, con mi cuerpo madurado, descubrí otros placeres; nadé en océanos de sensaciones nuevas y anoté en mis páginas abiertas, bellas líneas de recuerdos. Fue en aquellos días cuando aprendí que el amor no cuelga como fruta de los árboles y que al tenerlo es necesario luchar tenazmente para mantenerlo. En esos mismos días aprendí, también, a hacer poesías. Ha pasado el tiempo y en el indolente calendario se han ido sucediendo cada vez más veloces los años, los meses y los días: La Tierra, como siempre, ha continuado su órbita, mostrándose ausente y que le importa nada que su marcha imparable me ha ido marcando líneas en la cara. Es cierto que para el universo somos enteramente insignificantes y que el planeta, despreocupado e indiferente, nos ha proporcionado el aire oxigenado, los océanos y los continentes y un pequeño espacio en sus entrañas para convertirnos en polvo nuevamente cuando muramos, porque todo lo demás, reconozcámoslo, atrevidamente se lo robamos. Sin embargo, independiente de su rumbo, desprecio e indiferencia, cada uno de nosotros ha dado pasos propios sobre su corteza. Yo, por ejemplo, con mis manos y mi vida construí un camino y un castillo donde guardo mis tesoros, poseo un rincón en el que hago volar libremente mis sueños y donde me refugio al calor y amor de una hermosa familia. Además, para que conste: Cuando finalice esta infatuada pandemia me haré construir un inmaculado velero para salir, junto a quienes quiero, a recorrer y admirar respetuosa y dignamente los bellos rincones que éste fastuoso mundo atesora. No obstante, para cuando haya ya terminado mi existencia, quisiera no haber dejado grietas en ninguna parte, haber sembrado mucho amor en todos los corazones y que me recuerden por todas las buenas obras que puedo haber hecho. María José Ladrón de Guevara.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Para aprobarla más no agotarla…”
“Calorosa approvazione
Pero approvarla, non per terminarla…” La Div Comedia
Un hermoso recorrido de vida, el camino natural de la creación y la experiencia, de aquella chiquilla que saltaba con su muñeca, hasta esa transformación de adolescente y luego mujer, con su primer beso que dejo la sorpresa de lo desconocido, su primer hijo fruto de un amor que convivió durante esos nueve meses que la mujer tiene para quererlo antes de verlo, para encontrar en ese pequeño embrión, los secretos que solo los sentidos le transmiten, sus primera experiencias acunadas por el sol, la luna, la misma tierra. Los mismos recuerdos, las mismas dudas, los instantes de soledades y las fiestas de las certezas, hicieron posible esa mutación normal de la persona llamada a transitar el crecimiento en todos sus sentidos. Una mujer que dibujó su recorrido con mucha ternura y sin amarguras en donde su vida se llenó de fantasías de aquella pequeña y luego en conquistas, goces, y realidades. La narración, lleva a la autora en algunos momentos a separarse de su propia experiencia e intenta con muy buen criterio pincelar la realidad que vivimos hoy, extraña, oscura y dolorosa, pero también dar esperanza y con segura creatividad evitar el despliegue de la desesperanza. El crecimiento literario es impactante. Y como eres por tu profesión la especialista en recorrer los laberintos de las dudas y el dolor, apareces en tus reflexiones con el manejo objetivo de la realidad sin importar ideologías que hoy separa al mundo, pero que necesariamente una pincelada de humanidad podrá tal vez, unir corazones, anhelos, solidaridades y mostrar y mostrarnos al mundo distintos ante la vida que solo es un instante tan pequeño, como inmenso
Felicitaciones Marijo
María José Ladrón de Guevara
¡GRACIAS! ... Por supuesto...
Cuidate...
Marijó
Elvia Gonzalez
María José Ladrón de Guevara
Un abrazo inmenso, Elvia.
María José.
Magnolia Stella Correa Martinez
Saludos María Jose.
María José Ladrón de Guevara
Gracias, Magnolia. Se debe reconocer siempre tu sabiduría.
Un abrazo
María José.
Enrique Gonzlez Matas
Bien, me ha guztado tu escrito y te felicito.
Recibe un buen abrazo.
María José Ladrón de Guevara
Este pensamiento pertenece a Joseph de Maistre (1753-1821), quien sostuvo “que cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece”, el francés André Malraux (1901-1976), la modificó y dijo que no es que “…los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”.
Por supuesto ha de quedar zanjado que dicha opinión es para todos los pueblos y naciones del mundo.
Mi querido Enrique: Espero que esta pequeña discrepancia (si lo fuere) no pase a ser motivo para resentimientos, como me ha sucedido con otro cierto señor que no soportó un comentario mío y después de haber tenido una hermosa amistad virtual (igual que la que sostenemos ambos), ahora está siempre lanzando "indirectas".
Mi afecto por tí es sincero y confío en que siempre sabrás evaluar mis dichos.
Un cálido abrazo
María José.
Raquel
Sueños, dudas, esperanzas, sonidos, aprendizajes, desvíos ,preguntas, respuestas ,hasta los silencios se conjuga, se unen buscando un porqué..
Como tú dices preciosamente."Somos como la hierba que crece sola y silencios..."
Tu rico y hermoso recorrido por la vida desde esa niña que jugaba con muñecas hasta la hermosa y cautivadora mujer que eres hoy, hablan de una bella órbita que te llevó cual princesa ,por las huellas de una estela a ser como ese astro inalcanzable que vive con alegría y alto poder de positivismo , con esa magnífica complacencia de tu propia decisión: la de hacerte construir un velero, que haga volar tu cautivante cabellera entre la sinfonía emanada entre el astro sol y las olas cristalinas del océano donde tus sueños y anhelos habrás de anclar---Rogaré para que todo ese hermoso deseo se cumpla al retirarse esta pandemia
No habrá grietas ..sueños reales de una bella mujer sembrando amor y amistad hoy..mañana...siempre.....Amiga ..para rasgarse la piel con tan hermoso y exquisito texto donde se conjugan astros del universo, tierra, vida, aguas y sueños a cumplir..cuando se marche la pandemia..Brindo por eso y por todo lo que deseas para enmarcar tu vida con la belleza de los colores de la felicidad..Tq Besos Rq.....¡¡Fantástico ..!!!
María José Ladrón de Guevara
En ocasiones, mi querida amiga, advierto que somos muy parecidas, especialmente en estas artes, cuando leemos y comentamos las intervenciones de nuestros amigos y dedicamos la respuesta con franqueza, entereza y altura de miras.
También "Tq".
Marijó.
María José Ladrón de Guevara
Raquel