El espectculo de la vida.
Publicado en Jul 06, 2020
El espectáculo de la vida. Aquella mañana en el pueblo de Buenaventura estaba destinada a ser inolvidable porque un evento como el de ese día nunca más se vio en aquel poblado ni en muchas leguas en la redonda. Era domingo de mercado, los lugareños y vecinos de los poblados cercanos se dieron cita en Buenaventura como ocurría todos los domingos. La gente iba y venía con la ansiedad de comprar al parecer sin destino aparente. A un costado de la iglesia se reservaba por ese solo día, un espacio para que los comerciantes ambulantes ofrecieran sus productos en su mayoría artesanales. Entre el bullicio de compradores y vendedores se escuchó de pronto un sonido gutural entre lamento y súplica. Era un ruido discorde pero con un sonsonete que quería decir algo. El que producía ese ruido era Antonino “el mudo”, el marido de Francisca Rendón, quien tenía por costumbre pedir limosna en aquella parte de la plaza. “Ah ah ah aaah, aaah aaah ah” se oía la canción-grito del mudo que era repetida como un estribillo interminable. La iniciativa y creatividad de Antonino en principio causó asombro, alguna molestia en los oídos de las señoronas “finas” del poblado, pero también conmiseración de las almas nobles que lo escuchaban y depositaban su limosna en el recipiente destinado por el mudo para ese propósito. En un descanso que se dio “el cantante” para refrescar la garganta con unos tragos de agua, se le acercó Marisol la muchachita de piernas con polio y labio leporino, algo le dijo al oído al mudo y éste asintió con enérgico movimiento afirmativo de la cabeza. Antonino después de saciar su sed se puso en pie y reinició su cantico gutural, la gente empezó a retirarse del lugar pues más de lo mismo enfada. “Ah ah ah aaah, aaah aaah ah”, seguía el tonillo del mudo, en eso se oyó una expresión de asombro entre quienes aún observaban, era que Marisol ahora formaba un dueto con el mudo Antonino. La muchacha muletas en ristre daba pasos dizque de baile en derredor del “cantante”, ella sonreía con desparpajo al público pesar de su labio leporino al ritmo de los gritos del mudo. Hubo entonces de todo entre el público, risas, asombro, piedad, burla y las monedas de limosna se multiplicaron. La pareja de artistas se daba tiempo de descanso pero luego reiniciaban su actuación. En uno de esos reinicios se les unió para formar un trio, Toribio el adolescente manco de los dos brazos quien también sobrevivía de las limosnas. Ahora había un murmullo de expectación entre los presentes, muchos de ellos, la mayoría, oyendo la cantaleta del mudo trataban inútilmente de identificar la melodía que evocaba Antonino con su ruido gutural. “Ah ah ah aaah, aaah aaah ah”, empezó de nuevo la cantaleta y los pasos de baile de Marisol, el recipiente de las limosnas había sido rebasado, ahora la gente que rodeaba a los artistas callejeros miraban fijamente a Toribio que dándose a desear sacaba lentamente con los muñones de entre sus deshilachadas ropas una vieja armónica, la llevó a sus labios y se escucharon las primeras notas de una melodía… Y la gente del pueblo, los adultos que estaban presentes identificaron lo que “cantaba” el mudo, “bailaba” la tullida leporina, lo que ahora musicalizaba el manco con su armónica y lo que ellos empezaron a tararear… Se trataba del vals ¡DIOS NUNCA MUERE!
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Raquel
Nosotros, los llamados "yo soy normal", "yo tengo todo mis sentidos, mis órgano..bien " , pecamos muchas veces con ,en nombre de ese "normal" actuar con egoísmo, con maldad, con crueldad-
De muchos que podemos hablar, de nuestras bocas muchas veces salen palabras de ofensas , de calumnias.,de críticas .y en estos casos se dice que "palabras sueltas no tienen vuelta "..La maldad se ha instalado ya.
De muchos que podemos hablar ,salen palabras de admiración...De amor...De tristezas...
Como así también, quienes no tiene brazos, te aseguro que querrán abrazar a sus afectos..A su amor como lo hacemos tal vez no lo hacemos quienes somos normales.
Y quienes no pueden caminar querrán correr por los campos, por los prados, por la vida para hacer todo el bien que pueda..Y muchos de los que podemos caminar , nos sentamos detrás de un escritorio a planificar discordia entre hermanos, entre naciones.
o nos sentamos a quejarnos sin disfrutar de lo que tenemos y no gozamos
Kalu..¡qué gran llamado a la reflexión tiene "El espectáculo de la vida", nuestro propio espectáculo de nuestra propia vida..¡interior!!..Gran placer de pensar en cada una una de las personas que están dentro de tus letras..Cada una con su propia cruz pero con felicidad en el alma---Un placer Kalu..Raquel
Raquel
kalutavon
Magnolia Stella Correa Martinez
Te pregunto Kalutavon: Estás en Colombia?
Saludos.
kalutavon
Enrique Gonzlez Matas
Y buena imaginación para el relato.
Enhorabuena.
Un abrazo.
kalutavon