Duelo
Publicado en Jul 27, 2020
Sinceridad y mentira. Aunque está claro que ambas dos palabras son totalmente antónimos, quizás son sumamente necesarias si hablamos de la etapa de un duelo. La sinceridad para respetar el estado de ánimo personal, y la mentira para intentar que el duelo no afecte completamente y se consiga sobrellevarlo. Con esto, se presenta la idea de que quizás cuando una persona está ante una perdida y realmente no se toma su tiempo en el momento para canalizar lo que realmente le está sucediendo, se miente. Se miente para realizar actividades y así obtener el bienestar que ahora aparece como necesidad, lo que es importante, aunque también debe saber y tener en mente que con esto, solo está tapando la angustia intentando enfocarse en algo más. Es una mentira necesaria para lograr que la mente no esté pendiente de ese desequilibrio, ya que, sea el grado que sea, el duelo es un desequilibrio psíquico. Primeramente quizás se debe entender que la mente no olvida, solamente logra recordar distinto con el paso del tiempo, sumamente necesario este último, para sanar y aprender. El problema es que cuanto más se posterga el duelo, más veces se va a seguir cometiendo ciertos errores y la angustia espontanea va a seguir haciéndose presente. Frente a esto, por más que se intente creer ajena esa angustia para no reconocerla propia, es importante entender que en algún momento la persona va a volver a encontrarse solo con su mente, y ahí es cuando ésta le recuerda que tiene algo pendiente: sanar esa angustia proveniente del duelo. La importancia de éste, sea por el asunto que sea y el grado que sea, creo es tan necesaria para verdaderamente entender, aceptar que se tiene una pérdida, y transitarla, para que el tiempo en el que se pueda volver a desear proyectos, se acorte y sea menos abrumador con el paso del tiempo. El duelo entonces, comienza cuando se logra aceptar que hay una pérdida, que puede ser emocional, física o también ambas dos, y cuando realmente la persona siente que no va a volver a compartir momentos con ese alguien que cuando le rondaban en su pensamiento le generaban bienestar, felicidad. Ahora, va a pasar a generarle anhelo. Obviamente ninguna de las dos formas de afrontar una pérdida llevadas al extremo, es saludable, ni pensar tanto en el asunto buscando repuestas a todo, ni buscar constantemente una distracción para olvidar que se tiene algo que sanar. Como en otras ocasiones, en el duelo se debe aprender a buscar el equilibrio entre la sinceridad y la mentira, para que el resultado sea el aprendizaje y el bienestar, principalmente mental.
Página 1 / 1
|
Elvia Gonzalez
Gonzalo
Un saludos!
Mara Vallejo D.-
Leì alguna vez ésta frase y la aplico cada dìa
El dolor compartido es dolor disminuido (Rabbi Grollman)
Grato leerte.
Abrazos
Marìa
Gonzalo
Gracias por aportar.
Abrazos!