Principio del olvido
Publicado en Sep 07, 2020
PRINCIPIO DEL OLVIDO
Ven, ¡quiero besarte toda!, con besos calmos y otros, la mayoría, enardecidos como los de antes ¿recuerdas?, porque hay ¡de besos a besos!, me lo ha dicho el canario cuando pía. Ven, no dejaré ninguna parte de tu cuerpo sin acariciarlo con mi aliento, necesito hacerlo porque… me parece que la gaviota ya no distingue a los lejos la tibieza del nido y el ciclope, por la edad y los excesos tiene el musculo caído, se le dificulta tanto levantar el vuelo como a un halcón herido. ¡Ven, no demores tu cercanía! Aún quedan rescoldos de aquellas brazas que te encendían. No tardes, pues el espejo algunas veces se niega a reconocerme y el tren de la vida de a poco va extraviando sus estaciones en una vía que parece perdida. Acude pronto a mi lado y protégeme de esos jóvenes desconocidos que tienen la rara costumbre de llevarme, contra mi voluntad, a visitar la tumba de su madre. Duele verlos llorar y abrazarme con ternura y luego quedo, muy quedito les da por llamarme padre. Ven, o acaso… ¿has terminado por olvidarme?
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raymundo
Magnolia Stella Correa Martinez
Siempre leerte me despierta alguna inquietud. Gracias por ello.
Saludos.
kalutavon
Magnolia Stella Correa Martinez