Erase en medio de un bosque solitario, en un lugar muy muy lejano, que había una florecita soñadora que estaba buscando a su príncipe azul.
 

Un día, el sol que paseaba por ahí, vio a la florecita soñadora muy triste, fue así que toco sus delicados pétalos con un rayito de su luz, ¡Y sucedió el milagro! 
La florecita soñadora se había convertido en una hermosa mariposa, ella agradeció al sol y se fue volando a través del bosque en busca de su príncipe azul.
 

Iba la mariposa alegre por entre los grandes árboles, y vio a un búho sabio a quien pregunto:” ¿dónde puedo encontrar al príncipe azul?”, y el búho le contestó: "...Él vive hacia el norte en un castillo muy muy lejos de aquí, tú que eres una mariposita chiquita e indefensa seguramente no llegarías hasta ahí...". Y la mariposita se puso muy triste al oír las palabras del búho.

Se había hecho de noche, y la mariposita estaba sollozando en una hojita de un árbol, cuando en eso, detrás de unas montañas, salió la luna grande y blanca, y vio a la mariposita triste muy triste; La luna se apiado de su tristeza y le toco a la mariposita con un rayito de su luz, ¡Y sucedió el milagro! La mariposita sé había convertido en un hermoso cisne blanco, ella le agradeció a la luna y se fue volando hacia el castillo del príncipe.
 

Voló el cisne a través del bosque y por entre las montañas hasta que por fin vio a lo lejos un hermoso castillo con gigantes torreones y banderas doradas que flameaban al ritmo del viento; Cuando hubo llegado, había oscurecido y el cisne se preguntó: "... ¿Ahora que haré?, si entro al castillo en busca del príncipe, seguramente la gente se reirá de mí, pues soy solo un ave...", el cisne se quedó triste debajo de un árbol profundamente dormido.
 
 

Esa noche las estrellas del cielo presenciaron la pena del cisne, y todas ellas le enviaron un rayito de su luz, que hubo tocado al cisne. Al despertar, ¡Había sucedido el milagro!
El cisne sé había convertido en una bellísima princesa de vestido azul claro y un hermoso cabello dorado. Fue así que la princesa entro al castillo llena de ilusión por conocer al príncipe; pero al entrar vio que todas las personas estaban muy tristes y desconsoladas.

¡había muerto el príncipe!, unos dicen de tristeza, otros dicen de soledad. La princesa al ver al príncipe muerto en una ataúd de cristal, se echó a llorar a mares, suplico y grito pidiendo que volviera a la vida el príncipe y que no le importaba que pasara con ella.
 

Apenas ese momento la princesa quedo convertida o través en una florecita pequeña, y el príncipe se despertó, y vio a la florecita tirada en el piso... él supo entonces todo lo que había sucedido, la recogió del frío piso y la llevo al jardín más hermosísimo del palacio donde la planto con mucho amor; y entonces el príncipe dijo: "...Daria mi reino solo por conocer y amar a esta princesa...", luego en muestra de su agradecimiento el príncipe se acercó a la florecita soñadora y le dio un tierno beso...  ! 

¡Fue cuando el amor hizo su ultimo milagro!  Y se convirtió la florecita soñadora otra vez en la hermosa princesa que había soñado al lado de su príncipe azul y hubo desaparecido ese momento todo el castillo, así se terminaron juntos princesa y príncipe y vivieron felices para siempre en medio del bosque junto a las demás florecitas soñadoras que habitaban en el bosque.

EL FIN