EL MUDO
Publicado en Sep 30, 2020
Y de pronto recuperó la voz, afilada como un hierro, que traspasaba mi pecho sin imaginarlo. Pese a su concienzuda conducta, no entendía el significado de esas palabras absurdas; suponía que algo bueno después de tanto tiempo, aunque no lo sé, habían pasado demasiadas semanas sin escribir en el idioma de los que no vuelven. El protagonista de este cuento había recobrado su mundo, y eso, cuanto menos, era motivo de satisfacción, por ello pregonaba con gracia su suerte. Al panadero, al de los tabacos, incluso a Luisa, su primera y última profesora antes de desaparecer, más allá de sus lecciones, en sabe quién dónde. - ¿Por qué has callado todo este tiempo?- Estaba escuchando, aunque tú no hablaras
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Elvia Gonzalez