Primigenia desnudez de tus piernas,
siempre rectas en el desafío que te lanzo,
como paralelas indecisas de juntarse,
huerfanas de una caricia en noviembre,
sublimes en la caminatas que recuerdan
mi conquista, preservando el sexo escondido,
un sexo infrecuente.
Me enlazan cautivantes como una red salvadora,
desvarío al describir la conjugación de curvas
 y contracurvas que alientan mi esmero por
recorrerlas.
Ahí están en el sutil balanceo de los sueños,
adueñándose de mi soledad, impartiendo una
visión armónica que se nutre de placer y
admiración.
Se yerguen presumidas sosteniendo tu rutina
Se golpean deportivas y alcanzan un color particular
al saborear playas y perfumes que orientan el destino
de una frase.
Se acercan sigilosas. Me contestan sensuales
Las beso.
Describirlas es volar y no alcanza mi pasión,
pero hay algo que alucina mi sentir:
la terrible fantasía de extrañarlas.