Gracias Elizabeth por tu amable comentario.

Muy cierto Javier, las aportaciones que solemos escribir y leer en este nuestro sitio son cuasi literarias. Con temáticas distintas y para todos los gustos. Habrá desde luego quienes se deleiten más escribiendo, leyendo y comentando cursilerías empalagosas, solo para recibir a cambio un comentario de la misma naturaleza, otras y otros de refinado gusto melindroso no aceptan del todo textos con temas prosaicos. Existe pues libertad de expresión y el derecho de leer lo que mejor nos parezca. Por ello debo agradecer que hayas leído y comentado. Afectuoso saludo.

Suele suceder. Gracias por el comentario.

Cierto, esta situación se da en la vida real a menudo. Amiga esto es evidente, mi intención fue al realizar el texto, inducir al lector a reflexionar sobre la enorme cantidad de matrimonios disfuncionales que existen y que se pudo evitar que se convirtieran en eso. Los protagonistas de este relato, por ejemplo, si ya conocían sus "debilidades" a qué esperar hasta la vejez para medianamente convivir en armonía. En fin estimada Magnolia, El matrimonio es cosa entre humanos y sus problemas se deben resolver con humana capacidad e intención, este vínculo no es cosa de Dios ni del Diablo, por ello ni uno ni el otro están casados. Amiga, como siempre, todo mi afecto.