LOS ESTILOS DE ENSEANZA Y APRENDIZAJE QU ESTILO DE ENSEANZA DEBE TENER UN BUEN DOCENTE?
Publicado en Nov 04, 2020
LOS ESTILOS DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE ¿QUÉ ESTILO DE ENSEÑANZA DEBE TENER UN BUEN DOCENTE? Por: ANDREA MG Hablar de los procesos de enseñanza – aprendizaje en sociedades como la nuestra resulta importante, ya que se espera que la educación rinda ciertos frutos en un futuro, pero resulta complejo desde la postura de los involucrados en este proceso. Cada docente tiene su propio su estilo de enseñar, de ser y de transmitir, no sólo conocimiento, en base a ello se han hecho clasificaciones de los estilos de enseñanza, y del aprendizaje. El objetivo de clasificar es diverso, pero con el común denominador de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje. En esa búsqueda se indican una serie de atributos que debe tener el docente para favorecer el aprendizaje, así como consideraciones para que sea eficaz. Sin embargo el considerar una lista de características no impacta en el aprendizaje, ni hace mejor al docente. Los estilos de enseñanza, y la relación que guardan con el aprendizaje, con los enfoques, modelos educativos, y con lo que vive el docente en el aula, en conjunto son un cúmulo de información que deberían llevar a la reflexión de los involucrados para realmente intervenir de manera eficaz. El presente ensayo pretende dar una visión general de la clasificación de los estilos de enseñanza y su relación con el aprendizaje y mostrar mi postura sobre la relevancia de la clasificación de éstos con el impacto en el aprendizaje, así como una respetuosa opinión de porqué considero que clasificar y dar una lista de atributos del docente no ha sido eficaz o no ha tenido impacto en la mejora de la intervención docente. ¿QUÉ ESTILO DE ENSEÑANZA DEBE TENER EL BUEN DOCENTE? LA RELEVANCIA DE LA CLASIFICACIÓN El maestro tiene su propia concepción de cómo debe enseñar y de cómo deberían aprender sus alumnos, los cuáles también tienen un concepto de cómo enseña su maestro y si aprendieron o no. Las autoridades educativas proyectan la suya, al sugerir las características que debe tener un buen maestro y por tanto de la forma de enseñanza que debe aplicar para tener éxito en la adquisición de aprendizajes de sus alumnos. Los padres de familia tienen también su concepto del buen docente y lo comparan con lo que escuchan de las autoridades educativas. Basta con ver actualmente los promocionales del nuevo modelo educativo, con frases que lesionan la imagen del docente, porque pareciera que sin la luz de esta propuesta lo que hemos realizado no ha sido eficaz, lo cual resulta a la vista de los demás que habría un manual de cómo enseñar y ponerlo en práctica para obtener resultados. Lamentablemente no es así, la labor del docente interactúa con muchos elementos, el alumno, las características del grupo, los programas de estudio, la institución educativa donde labora, sus concepciones de enseñar y aprender, su postura frente a los modelos educativos, las reformas educativas, la evaluación docente, lo desprotegido que se siente por las autoridades educativas etc., lo que hace que sea más complejo ser un buen docente. En palabras de Philip W. Jackson (2002:13) “la enseñanza es tratada con respeto, lo que equivale a decir que se le trata como algo importante, una actividad que deben tomar en serio no solo quienes la practican si no todo el mundo. Esto no significa que la postura sea acrítica de lo que dicen y hacen los docentes…la convicción de que la enseñanza es más complicada de lo que cree la mayoría de la gente, incluyendo-por extraño que parezca- a muchos docentes” Afirma que lo que hace el maestro dentro del aula no es sencillo y hay muchos factores que llevan al docente tomar decisiones buscando el aprendizaje de sus alumnos. El mismo autor, lanza una serie de preguntas que debemos reflexionar “¿Qué deben saber los docentes sobre la enseñanza? ¿Qué conocimiento es esencial para su trabajo? ¿Hay mucho que aprender o sólo poco? ¿Cómo se genera y se confirma le conocimiento? Philip W. Jackson (2002:15) Considero que dar una posible respuesta a éstas interrogantes también es complejo, y tendrán respuesta en función del proceso enseñanza-aprendizaje y la relación que guarda con el estilo del enseñar del maestro y de aprender del alumno, sin embargo es relevante decir, que los estilos de enseñanza y la adquisición del aprendizaje sí guardan una relación, y que es el docente quien navega en esta interacción con el sentido común de lo que debe hacer. Hay muchas preguntas podríamos agregar a las anteriores ¿Qué estilos de enseñanza favorecen el aprendizaje de los alumnos? ¿Cuántos estilos de enseñanza hay? ¿Qué estilos de enseñanza han dado mejor resultado en la adquisición de los aprendizajes? ¿El docente debe considerar los estilos de aprendizaje para ello? ¿Qué son los estilos de aprendizaje? ¿Cómo formar al docente para favorecer los estilos de aprendizaje? ¿Cómo se relacionan los estilos de enseñanza con los estilos de aprendizajes? ¿Es lo mismo modelo de enseñanza que estilo de enseñanza? En el actual modelo educativo y en el modelo por competencias, el aprendizaje está centrado en el alumno ¿qué características debe tener el docente para enseñar en este enfoque? Si el alumno es el centro entonces ¿qué elementos de su aprendizaje se deben de favorecer? Y pareciera que las preguntas no terminan, y no se han dado las respuestas. Existen muchos estudios sobre los estilos de enseñanza y aprendizaje en distintos niveles educativos, en los cuales podríamos hallar algunas respuestas. Se sabe que de acuerdo a la formación del docente, sus concepciones sobre cómo enseñar y que deben aprender, se ha pretendido clasificar pero, cuál sería el objetivo de saber cuántos estilos de enseñanza y aprendizaje hay. Algunas posibles respuestas serían: para mejorar la práctica del docente con capacitaciones, para medir el nivel de aprendizaje de sus alumnos de acuerdo a su estilo de enseñanza, para conocer la relación del nivel de preparación del maestro con lo que aprenden sus alumnos, determinar las características del docente de acuerdo al modelo educativo, para crear sugerencias didácticas que favorezcan el aprendizaje y habría muchas más. Considero que clasificar los estilos de enseñanza da una tendencia a qué estilo de enseñanza es mejor, pero siempre habrá atributos extras que hagan que el docente no encaje en alguno de ellos. Para mí el estilo de enseñanza es una manifestación personal que nace de la singularidad del docente, de lo que hace en su aula y le da resultados, y que no necesariamente es necesario clasificar. Autores como Maquilón, J. J., Sánchez, M. y Cuesta, J. D. (2016), De Léon C. Ivan (2003), Aguilera Pupo E. (2012), González Peitado M, (2013) Hernández V. C. (2013), Molina M.K (2013) en diversos estudios realizados para determinar estilos de enseñanza y la relación que guardan con el aprendizaje, han dado ejemplos de cómo clasificarlos, tales como: docente autocrático, democrático, dominador, laissez-faire, integrador, expresivo, directo, indirecto, liberal, tradicional, mixto etc. Y de cada uno de ellos se dan sus características y cómo se supone impacta en el aprendizaje. Además en algunos casos hacen la distinción de los términos estilo o modelo de enseñanza que se puede encontrar en la literatura cómo sinónimos. De León C. I. (2005) citando a Díaz Barriga y Hernández (1999) “al hablar de conceptos y metodologías empleadas en el estudio del conocimiento profesional del profesorado, determinan que a los procesos implicados se les ha denominado creencias, conocimiento práctico, pensamiento práctico, modelos o estilos de enseñanza, teorías implícitas, entre otras acepciones” Modelo o estilo son empleados como sinónimos, el mismo cita a Manterola (2001) quien sí hace una distinción entre estilo y modelo “Los modelos son propuestas teóricas que vinculan entre sí diversos componentes que hay que tomar en cuenta a la hora de entender y planificar la enseñanza. Los métodos o estilos, en cambio, se refieren a las distintas modalidades que pueden tomar los componentes o dimensiones de un modelo. Por tanto, habrá modelos que abarcan a varios métodos o estilos de enseñanza. El modelo supone un nivel de abstracción mayor que el método, el cual es más específico”... Estilo o modelo, sinónimos o no, sí son lo que caracteriza la acción del profesor en el aula. Clasificarlos solo puede dar información de las tendencias que tiene el profesor a realizar de acuerdo a su perfil, al modelo de enseñanza, a su didáctica y al contexto en particular en que se desenvuelve En la actualidad, los procesos de globalización, las nuevas tecnologías y en sí las demandas de la sociedad actual, y según las nueva reforma educativa, requieren que las escuelas egresen personas con ciertas habilidades y competencias, por lo que la tendencia educativa además del modelo por competencias, es el famoso aprender a aprender, que en voz de los promocionales del modelo educativo “porque en vez de repetir no aprendemos” Frase que señala de forma directa lo que hace el docente en el aula, y se exige medir esa capacidad a través de procesos de evaluación que justos o injustos ponen al docente en el juicio de idóneo o no. Entonces el estilo que posee para enseñar más las capacidades pedagógicas que tiene como individuo en ese proceso de sí es aprobado o no, entran en juego muchos componentes que incluso resultan contradictorios. Si no es idóneo requiere de una capacitación y programas de formación docente, que como sabemos son impartidos por otros docentes, y son llamados capacitadores. Que desde mi punto de vista eso son, capacitadores para que el docente pase de no idóneo a idóneo, o de insuficiente a suficiente; y ello no mejora su forma de enseñar. Philip Jackson (2002) menciona que el docente va con el sentido común y que hay docentes natos con tanta habilidad que compensan algunas situaciones que podrían no estar correctas, y esto lo hacen sin haber sido capacitados. Y que hay docentes que al contrario de lo que se esperaría de su preparación, no funcionan al enseñar; al estar frente a los alumnos en el contexto de trabajo, no se da de forma eficiente la relación entre el docente y los alumnos, indicador de que no todos los que saben algo, lo pueden enseñar. La eficacia del proceso de enseñanza-aprendizaje no solo depende del estilo de enseñanza del docente, sino también de los alumnos, del contexto, de lo que el docente quiere que aprendan y de los procesos que cada alumno lleva. Pero se ha determinado que el docente debe tener ciertas características para que exista una enseñanza eficaz, dejando de lado la misma personalidad del docente e incluso de los alumnos. Desde mi experiencia como docente, no enseño igual en los grupos que he tenido a cargo, la personalidad de cada grupo hace único el cómo les enseñe. Cada grupo tiene necesidades diferentes y al planificar clases, se hace de acuerdo a ellas, no hay una planeación universal que de resultado en todos los grupos. Si alguien observara mis clases y me diera una lista de características que debo tener para realizar una enseñanza eficaz, lo pondría en tela de juicio por completo. La relación del docente en su aula es única, y el estilo que adquiere con la experiencia y de acuerdo al contexto también, un listado de lo que se tiene que hacer en el aula no impactará sin reflexión. SOBRE LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE Y SU CLASIFICACIÓN. LA REAL UTILIDAD PARA EL DOCENTE Sobre este tema hay mucha información, que puede poner a cualquier docente estresado respecto a su estilo de enseñar. Osorio Villaseñor E. (2003), realizó un estudio para aportar elementos pedagógicos de acuerdo a los estilos de aprendizaje presentados en estudiantes de nivel medio superior y De León C. I (2006) en una recopilación de los estilos de aprendizaje, indican que por lo menos hay 4 estilos de aprendizaje, el activo, reflexivo, teórico y pragmático. Otros autores relacionan los estilos de aprendizajes con la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, y de ahí se desprende la clasificación de visual, auditivo, kinestésico, principalmente. El tema de las inteligencias múltiples es un tema a tratar a parte, Gardner indica que hay por lo menos 8 inteligencias que poseen todos los individuos, y autores como Escamilla González (2014) en su libro Inteligencias Múltiples, claves y propuestas para su desarrollo en el aula, da una serie de indicadores y sugerencias didácticas para favorecer el desarrollo de cada una de esas inteligencias. Hasta aquí tenemos la clasificación de los estilos de aprendizajes y las intelgencias múltiples. Entonces la situación del estilo de enseñanza apropiado, se vuelve más complejo, se espera entonces que con esta información, el docente además de tener ciertos atributos para generar una enseñanza efectiva, también debe tener la capacidad de poder atender a todos los estilos de aprendizaje y a sus inteligencias. Osorio Villaseñor E (2003) señala que “En el proceso de aprendizaje, en el que interviene la percepción, la interacción y la respuesta, es importante considerar el cómo se enseña. Ahora bien, si tenemos diferentes estilos de aprender, las nuevas tecnologías en educación deberán contemplar en su diseño instruccional la creación de ambientes, métodos, situaciones y estructuras de acuerdo a como son preferidos por los usuarios” Esta autora realizó un estudio en un Cecyt en el cual deseaba encontrar el estilo de aprendizaje predilecto de los alumnos de una muestra tomada de 1097 alumnos y encontró que predominan dos estilos de aprendizaje, sin importar el sexo de la población; el reflexivo y el pragmático. Concluye de manera muy general que los docentes deben conocer los estilos de aprendizaje, ligado a ambientes de enseñanza innovadores para crear alumnos reflexivos de acuerdo a su forma de aprender. Me cuestionó en este punto qué tan válido es clasificar y cuantificar los estilos de aprendizaje de los alumnos y que debería hacer el docente con esa información. Un docente frente a grupo que afirme que tiene un número determinado de alumnos visuales, otros auditivos, o reflexivos ¿lo hace mejor docente? ¿Mejora con ello la relación entre la enseñanza y el aprendizaje? ¿Si se detectan los estilos de aprendizaje, entonces el docente empleará técnicas específicas para potenciar esa forma de aprender? Me parece una tarea imposible, porque considero que aprendemos con todos los sentidos. Aprendemos de forma integral, en la práctica, en la reflexión, en la experimentación, en la observación, en las sensaciones, en la toma de decisiones, etc, aprendemos todo el tiempo. El tener un listado de sugerencias didácticas para favorecer ciertos estilos o inteligencias resulta interesante para el docente al momento de llevarlas a su aula y observar como indagador qué sucede con el aprendizaje de sus alumnos. Es fundamental que el docente reflexione constantemente su práctica, en función del éxito o del fracaso en su experiencia al enseñar, de lo que ha funcionado, y cómo lo ha logrado. Claro está, que muchos docentes de cualquier nivel educativo pueden carecer aparentemente de éste sentido de reflexión, incluso podría pensarse que es indiferencia o apatía y que sólo siguen de forma lineal su plan de estudios; pero aun así, en algún momento salta a la vista los resultados de su intervención, y no podrán estar pasivos, sin cuestionarse el impacto de su intervención. Es relevante conocer en un aula como se genera el aprendizaje a través de la enseñanza del docente, pero sin dejar la esencia misma de esa relación, el deseo de aprender, la indagación y las mil y un formas que busca un docente comprometido para hacer que sus alumnos aprendan. ¿POR QUÉ “FALLA” EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE? ¿HAY SOLUCIÓN? Según Pozo M. I (2007:28) en una revisión histórica cultural del aprendizaje desde tiempos remotos se buscó la transmisión del conocimiento, desde los griegos y romanos de forma oral, y con el avance de las civilizaciones y los inventos como la imprenta de forma escrita. El reproducir dicha información era muy importante, ya que así llegaría a muchas personas. Poco a poco con el avance de la sociedad, la escuela como institución se volvió un pilar fundamental. El nacimiento de diversos enfoques de enseñanza, tradicional, constructivista con sus autores Piaget, Ausubel, Vygotsky, Brunner, etc, dieron muchos elementos para comprender como se dan los procesos de aprendizaje. Pozo M. I (2003) señala que son 3 los elementos a considerar para un aprendizaje eficaz: el aprendizaje debe producir cambios duraderos, lo que se aprende debe poder utilizarse en otras situaciones de aprendizaje, la práctica debe adecuarse a lo que se tiene que aprender. En este sentido me parece que la construcción del conocimiento debe tener conciencia, no solo del que enseña, si no del que aprende. La falla desde mi experiencia proviene de esa falta de conciencia. El docente con su propio estilo de enseñanza va contrarreloj con los planes y programas. Hay cierto currículo que cubrir y hará su mejor esfuerzo, pero no podrá garantizar que todos aprendan. Por otro lado el alumno, que es el que aprende va con esa prisa -inexistente de forma aparente- pasa por lapsos de atención relevantes y otros en donde solo ejecuta las indicaciones que le dan; aunado al hecho de que la información que llega no la adquiere con conciencia porque en algunos momentos no le es relevante. El docente en todo este ir y venir de información que quiere que su alumno aprenda, deja de lado en ocasiones el ambiente que debe generar para aprender, la motivación, el dinamismo de la relación enseñanza-aprendizaje. Otro punto desde mi percepción a las “fallas” es la inconsistencia del modelo de enseñanza, donde el docente se va apropiando de él en base al sentido común, a su experiencia, y a lo que le solicitan hacer. Además de la carga misma de trabajo, que le deja poco tiempo para crear, indagar y proponer. Hay una nube de información sobre el docente de todo lo que debe hacer, generar espacios de aprendizaje, partir de los conocimientos previos, innovar con materiales, considerar los estilos de aprendizaje, tener planeaciones flexibles y que respondan a las necesidades del grupo y a la diversidad; que considere a los alumnos que tienen un problema de aprendizaje y las lista podría seguir. ¿En qué momento al docente le es útil toda esta información si no hay conciencia de a dónde quiere dirigir sus esfuerzos? ¿Cómo se pude evaluar a un docente con todo este cúmulo de requisitos para desempeñar su función sin que sea considerada su voz en el proceso? En el modelo por competencias se habla de un docente mediador, que debe ir dejando la responsabilidad del aprendizaje en sus alumnos, pero el docente no ha tenido tiempo para ello. El docente ha cambiado su rol desde los diversos enfoques de enseñanza, del constructivismo a las competencias. En este momento muchos docentes comienzan a analizar el enfoque pedagógico por competencias, a analizar las frases que se hacen comunes el maestro es mediador o facilitador del aprendizaje, los alumnos son los que construyen su conocimiento. Pasar de forma radical la responsabilidad de aprender del maestro al alumno, no es una solución. Para que el docente deje a su alumnos libres en el proceso de construcción del aprendizaje, es por hay una conciencia clara de qué quiere que aprenda, y que además lo que aprenda lo usará de forma eficaz. De lo contrario se caen en los extremos yo lo dejo que aprenda pero no quiere, yo trato de guiarlo pero no lo logra, y muchas frases más. Deben existir espacios libres para compartir experiencias entre docentes, para enriquecer su labor. ENTONCES ¿CÓMO ENSEÑO ES CÓMO APRENDEN? La pregunta ¿cómo enseño es como aprenden? Resulta preocupante y no es porque los docentes consideren que su forma de enseñar es mala, sino más bien en dimensionar, si todo el esfuerzo que se realiza impacta en los aprendizajes, habilidades que pensado como meta en los alumnos. No solamente se debe considerar el cómo enseña el docente, hay muchos usos y costumbres dentro de las instituciones educativas que permean lo que hace en el aula. Hay determinados criterios o exigencias socioculturales que se le exigen al docente y que al mismo tiempo lo limitan. Ejemplos hay muchos, se le pide que innove pero que no deje un solo contenido sin enseñar. Se le pide que sea creativo pero le dan un formato de planeación. Clasificar los estilos de enseñanza y aprendizaje no es el problema. Considero que si los docentes son capaces de tener conciencia de lo que realizan en el aula, su autopercepción, la autocrítica, la indagación, la necesidad de crear, pueden llevar al docente a la necesidad de comprensión de los procesos de enseñanza – aprendizaje, y fortalecer el compromiso con su profesión. Aunque no comparto del todo la clasificación con el objetivo de enlistar los atributos del buen docente, o clasificar los aprendizajes para obtener otro listado de sugerencias didácticas; si creo que es muy importante saber que ocurre en las aulas de cualquier nivel educativo, y compartir de forma respetuosa con el docente, para proponer otras alternativas, sin que el maestro deje su esencia como docente. Si el docente en cualquier nivel educativo reflexiona de forma consiente lo que sucede en ese ir y venir del proceso enseñanza – aprendizaje, e identifica las área de mejora; la capacitación del docente será con un propósito; porque el docente sabe que lo necesita y no hay una imposición de ello. La formación docente, las actualizaciones, la evaluación no deben ser consideradas como medios de castigo, si no como oportunidades; por lo que debe haber seriedad de quienes las impulsan y las aplican. Y no solo de manera discursiva, el respaldo que debe sentir el docente por las autoridades educativas se torna muy importante para desempeñar su función con confianza y comodidad. Habrá que seguir exigiendo ese respaldo, así como el respeto genuino que debe tener un maestro frente a grupo, porque la labor que realiza pretende aportar a la formación de una mejor persona, y por ello quienes deseen darles alternativas deberán respetar el trabajo que realiza. BIBLIOGRAFÍA Abello, D. M., Herández Valbuena, C., & Hederich, C., 2011 Estilos de enseñanza en docentes universitario, propuesta y validación de un modelo teórico instrumental. Pedagogía y Saberes Núm 34 p.p141-154. Aguilera Pupo, E. 2012, Los estilos de enseñanza, una necesidad para la atención de los estilos de aprendizaje en la educación superior. Estilos de aprendizaje, Núm 10 Vol. 10 p.p 1-13. De León C., Iván J, 2005, Los estilos de enseñanza pedagógicos: Una propuesta de criterios para su determinación, Revista de Investigación, núm. 57, p.p. 69-97 Escamilla A. 2014, Inteligencias multiples. Claves y propuestas para su desarrollo en el aula, Ed. Grao p.p 27-32 González P. M , 2013, los estilos de enseñanza y aprendizaje como soporte de la actividad docente, Revista Estilos de aprendizaje No.11 Vol. 11 p.p 1-23 Jacson W. Philip, 2002, Practica de la enseñanza, Amorrortu editores, Bs As, 192. p Maquilón, J. J., Sánchez, M. y Cuesta, J. D., 2016. Enseñar y aprender en las aulas de Educación Primaria. Revista Electrónica de Investigación Educativa, Núm 18, Vol. 2 , p.p 144-155 Osorio V. E, Ramírez L. L , 2003, Diagnóstico de estilos de aprendizaje en alumnos de educación media superior, Revista Digital Universitaria, Núm 2 Vol 9 p.p 1-13 Pozo Mucinio I. 1993, Aprendices y maestros, la nueva cultura del aprendizaje, Alianza Editorial, Madrid, 379 p.
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Liaazhny
Bienvenida a éste espacio, un gusto leerte.
ANDREA GUADALUPE MNDEZ GUZMAN
Considero tienes razón hay muchas clasificaciones, pero somos únicos en nuestros procesos de aprender y experimentar. Lo que aprendes experimentando usando todos los sentidos es único
kalutavon