Té de tilo
Publicado en Nov 16, 2020
Aprovechando la ausencia de su esposa el sujeto llegó hasta la puerta de la habitación de la sirvienta. ¡Por fin! tenía la oportunidad de satisfacer aquel deseo que en algunas noches se volvía irrefrenable. Con los ojos casi desorbitados y la lengua de fuera escurriéndole la baba producto de su libido exacerbada, golpeó trémulo aquella puerta.
Toc toc toc se escuchó en medio del silencio de la noche. Nadie acudió al llamado. Toc toc toc volvió a golpear el hombre presa de la desesperación. Ahora sí escuchó movimiento y un leve murmullo dentro de la habitación. Toc toc toc insistió, sumando al llamado una expresión verbal a media voz: —Abre la puerta Mary… ¡Soy yo! Dijo el sujeto con los ojos como de plato. Un pesado silencio fue la única respuesta a su llamado. Toc toc toc golpeó con más fuerza al tiempo que gritaba: — ¡Abre la puerta Mary… Te lo ordeno! Después de unos segundos que le parecieron siglos, la puerta se abrió lentamente dejando ver la imponente figura desnuda del mayordomo. — Mary se está duchando señor, pero igual, yo lo puedo atender. Diga usted. —Ehhh… humm… Sí, un tecito de tilo para la impresión.
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kalutavon
Liaazhny
Buen tema amigo, me gustó, saludos.
Magnolia Stella Correa Martinez
Me encantó.
Saludos.
kalutavon
María José Ladrón de Guevara
¿Amigos?
María José.
kalutavon
María José Ladrón de Guevara
Te agradezco la rapidez de tu respuesta y sus términos y ¡a escribir!
Un abrazo.
María José.