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Aposentos Borgia (Museos Vaticanos)
Publicado en Oct 08, 2009
 La terrible Lucrecia vendará los ojos al cuervo para devorarlo. Es un secreto a voces que ella tiene amores con el ave. Cada pluma que le crece es un nuevo crimen que sus manos cometen. Pero una duda la posee: ¿alguien vendará, alguna vez, el rostro de sus hijos? Guillermo Capece
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