Mi piel y tu piel condenadas a tocarse,
reunidas en tantas soledades, acumulando
verbos, dejando escapar el invierno,
adentrándose en el calor de este mágico
octubre naciente, hostilizando al ingrato
presente, importándo ese olor nada mas,
el olor de una mujer y hombre que se
desparrama por el mundo en actitud de
protesta, incubando una contienda, sin
pretender ser ofrenda.
Mi piel y tu piel se mojan de amor sin
importarles que pasa en el mundo