Una de las cosas que más me gusta en la vida, son aquellos instantes que son para mí, esos momentos simples en que no cuestiono mi existencia, sino que me dedico a disfrutar la plenitud del ser ahora, de sentir. Por lo general, cierro los ojos para percibir mejor mi entorno, por ejemplo la calidez de los rayos solares, o la brisa, o el canto de los pájaros, o la música que tocan en la radio...dejar descansar mi cuerpo fatigado, sintiendo el placer del ocio, la calma de mi respiración, y dejar que mi mente divage sin destino alguno.
En esas ocasiones, suelo imaginarme caminando por la playa, disfrutando del paisaje, la brisa marina, el contacto de mis pies descalzos en la arena, el sonido de las olas o el graznar de las gaviotas, sin importar nada más, abandonarme y olvidarme del tiempo, como si pudiera desintegrarme y dejar que la brisa marina me disperse en la arena, mientras las huellas de mi andar desaparecen y una parte de mi se elevara para contemplar la inmensidad del mar o sumergirme en las aguas para ser parte del oceano que se recoge y golpea la costa...como les dije me gustan esos isntantes en que son sólo para mi