Gregorio
Publicado en Jan 14, 2021
Llegaste un enero, el más cálido que jamás he vivido
Conocí unos ojos que me miraban como si pudieran entenderme, De hecho, sus ojos me hablaban y reflejaban hasta sus más profundos sentimientos. Aquellos ojos azules eran un mar de esperanzas y sonrisas. Y, desde ese momento,mi corazón logró entender que mi vida cambiaría para siempre, ahora, eran dos hermosos pares de ojos azules que iluminaban mi camino. Claro, no todo fue hermoso, hubo veces que tu presencia hizo llorar mi corazon, pero mi sufrimiento no importaba, sabía que ambos teníamos una misión, tu, eras mi estrella en la tierra, y yo, era quien se encargaba de sanar cada una de las heridas que tus travesuras causaban en tu débil cuerpo. Extraño aquellas noches de naturaleza tranquila, en las que la luna observaba el sinfónico tempo que pasamos juntos. De Pronto, el tiempo robo mi cordura, tardé en darme cuenta de su ausencia. Ella llegó con un maullido lloroso a despertar del trance en el que me encontraba, quien sabe ya cuántos días habían pasado. y así, sin darme cuenta sus huellas desaparecieron, ya no habría más noches en vela. Ahora,la habitación estaba en silencio, ni siquiera el llanto del piano se animaba a salir. Y es que nadie entiende, son solo voces sin compasión. Nunca estuve preparada para perderte, y ahora solo me gustaría detener el caminar del tiempo para buscar una explicación, pero solo puedo mirar hacia la nada y pensar en cómo afrontarlo. Ha pasado casi un año, aun mi sonrisa sigue en cautiverio y las notas continuan mudas por que no hay inspiración que las mueva. Y aun sigo esperando, con esperanza incesante, que una noche junto a la risa de la luna, pueda escuchar sus maullidos, aunque fantasmales tranquilos y dichosos, y me inspiren a escribir de nuevo.
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