Primera persona
Publicado en Jan 29, 2021
La reina de un pueblo sin nombre se encontraba fumando en la terraza de su casa mientras dentro de ella el rey viejo jugaba a las escondidas con su amante. La reina del pueblo sin nombre era triste y aburrida, nunca quiso discutir las aventuras del rey.
Era una noche muy cálida después de todo, el cigarro desprendía humo que se mezclaba con el que salía de sus labios; no había luna aquella noche pero se la imaginaba en el cielo, se preguntaba en dónde estaba, en dónde se escondía cuando no quería que nadie la viese triste. El cigarrillo se consumía cada vez más rápido y sentía un dolor en el pecho. El rey reía en la habitación con su amante, ese sonido la volvía loca, la enfureció y produjo que su propia piel le diese repulsión. Apagó el cigarrillo y a toda rabia entró en el cuarto. Vio al rey atado con su amante en la cama y con un chasquido los hizo desaparecer. Como si las llamas fuesen polvo de algún hada madrina.
Página 1 / 1
|
Mara Jos Ladrn de Guevara
Pequeño cuento con significativos matices... Bien escrito, además.
Me encanta tu nombre en español: Rosa azul.
Cariños, mi ahora amiga.
María José.