Al referirme al odio no es al sentimiento que me hubiera alcanzado en propiedad, sino al que embarga a los demás. Tú describes con exactitud las etapas de las consecuencias y bien las defines en conclusión como "Desilusión".
Esa desilusión vulnera ahora mi esencia y me hace girar sin un rumbo claro, porque la realidad es que no he muerto, mis anhelos por continuar viviendo, gozar de aprecios, desarrollar mis creencias, escribir, opinar... aun permanecen, pero choco ahora con el muro de la vergüenza. Por ahí se me sugirió desaparecer del foro. Lo intenté y no he podido.
Después de varios años he vuelto a fumar.
Cariños, Elvia.

En estos casos, debes darle tiempo al tiempo y mucha paciencia, no se puede aclarar mas ya que solo oscurece. saludos

Para iniciar mi respuesta, permite Lucy que explique sobre el contexto de éste escrito: Es un concepto muy propio que indistintamente estará presente en cualquiera de todos los perfíles que hice figurar en el sitio desde 2009.
En términos siguientes, no me es fácil argumentar todas las razones que llevaron a la realización del engaño a los lectores sin que en cada una de ellas no exista un trasfondo de pena y vergüenza.
En uno de mis últimos escritos ( "Mi consciencia" ) intenté dar cierta luz a mis motivos, pero ahora me convenzo que fue una causa inútil y no muy justificada, porque estuvo compuesta de demasiados errores que en un inicio sí tuvieron motivos, pero finalmente conllevaban consecuencias: El no haber considerado los sinceros sentimientos de quienes alcanzaron a apreciarme, el más importante de todos.
No obstante, Lucy Reyes, en todos los personajes que llevé a la palestra existió siempre un sentimiento de base: Lo experimenté con REALIDAD. Cuando falseé mi muerte, por ejemplo, el dolor demostrado por muchos me impactó al extremo de provocarme lágrimas. Ello no es ninguna mentira. Desgraciadamente en medio del engaño existieron factores que impedían el volver atrás y la mentira necesitó absurdamente construir otra historia, porque no podía negar la continuidad de seguir escribiendo.
En éste punto de mis razones quizás te hagas la pregunta sobre si ello debía ser tan necesario; y en éste punto déjame detallar una reflexión: En el alma de quienes tenemos la pasión por las letras está detrás la sensible verdad de nuestra íntima tragedia que no aparece precisamente completa en lo que trazan nuestras palabras y solo se manifiesta su esencia, la que termina siendo condimentada por una fantasía. Allí es cuando surge la otra pregunta: ¿Por qué además una fantasía?
Porque aun tras labrar una senda iluminada con valores, principios y conceptos, perduran los sueños y la vida insiste en buscar más dicha y no negamos inevitablemente a refugiarnos en un rincón solitario solo a recordar.
Puede parecer tonto, pero no absurdo que una vida paralela intente llenar los vacíos naturales que se producen con el avanzar de la vida; y tampoco es absurdo que en semejante experimento se busquen métodos y circunstancias imaginadas.
Con María José gocé traduciendo en mi piel la noble sensación de una mujer que ama incondicionalmente, que es capaz de sopezar el tropiezo de una infidelidad y convertirla en una lección; sentir la maravillosa y digna sensación de ser madre; describir con propiedad los matices íntimos que la llevan a entregar su ser a otro diferente. Y, aparte de todo ello, transformarse en aquello que las caracteriza universalmente: La protección.
Muchas de las cosas que perfilé en mis historias fueron como las narré; sin embargo, el precio que pagué al haber novelizado con las otras ha sido un sacrificio, pues perdí la confianza de ustedes y ahora ya se ponen en duda mis autorías y la veracidad de mi auténtico nombre.
No sé si será necesario a estas alturas de las circunstancias pedir nuevamente perdón e insistir que éste sí es mi verdadero perfil y que si se me da la oportunidad, jamás volveré a mentir.
Un abrazo, Lucy ( Pariente ).

Tener tu nombre al pie de un escrito mio (ahora) significa mucho, Doris...
Es a ese odio psicopático, precisamente, al que me refiero. A los otros, ni siquiera me atrevería llamarles odios; tan solo arrebatos.
Gracias por opinar y gracias por aromar con tu esencia la pausa de este cometa errante.
JCRC.

En mi entender lo explicas bien, Antonio. Solo déjame explicar que mi contextualización apunta al odio en sí, no tanto a las personas que llegan a experimentarle, puesto que, como tú dices, las personas pueden albergar el sentimiento solo de modo transitorio.
Acojo tu aporto con agrado.
Saludos.

Gracias, Fepraa. A mi manera de ver es algo general, pero muy real.
Saludos.

Es curioso que este texto lo hayas ubicado en el terreno personal; como si hubiese tenido yo ( con él ) la intención de justificar actos míos. Lo cierto que no fue ese mi motivo.
Sin embargo, ya que te confundiste con el tema, permite que argumente: Confieso que mentí en muchas cosas; con mi muerte, con la creación de Marijó, etc. y, en definitiva, opté por dar la cara y aceptar todas las condenas merecidas. Al respecto escribí "Mi consciencia".
Pero al continuar apareciendo con mis letras en este sitio nunca mas me involucraré en lo personal con nadie y lo más probable es que termine alejándome definitivamente; después de todo conseguí decepcionar a todos y es muy difícil que recupere la confianza, aunque sea con mi total sinceridad.
En una situación semejante, yo hubiera reaccionado igual.
Cariños, Raquel.

Mis mensajes se desvían hacia otro perfil. Por eso lo hago aquí.

NO!!!..Tranquilo,...no involucré en lo ´personal nada, por favor no lo interpretes así. te lo puedo asegurar.. No intento decir que se justifica ningún acto de nadie...no juzgo...no condeno.-..Tranquilo. Es solo desde una perspectiva general de mi visón ¡nada más!!..
Sé que los mensajes se desvían y no sé porqué...Tranquilo.