Los Cuentos de Textale. Captulo Primero: Entre mis papeles.
Publicado en Apr 03, 2021
Y volvió amanecer.
Sentandose allí otra vez. Donde rutina y cambio, se abrazan para comprender. Allí, donde la tradición, la costumbre, el hábito con su folklore, caminaban juntas, para alternar sin perecer. Allí, en doden espacio y tiempo se amaban sin cesar. Allí, donde duda y seguridad trataban de aprender. Allí, donde la mente, el medio físico-material, el habla discursiva y la interacción digital se agarraban de forma elengante o enbolvente, para de su capa, un sayo hacer. ¡Qué bello amanecer! ¡Poder soñar, otra vez! Y en aquel mismo instante, en aquella habitación bien oliente, en aquel cuerpo vibrante, pensaba la mente. ¿Qué hago aquí otra vez? ¿No lo entendí todo ayer? ¿Qué puedo aprender? Y sin saber muy bien ¿por qué? Otra vez, enrredado entre mis papeles digitales, en la Plataforma de Textale, me quedé, ha esperas de saber ¿qué decir?, ¿que hacer? ¿Por donde empezar?: a narrar, a contar, esos maravillosos y sencillos cuentos que me han de agradar. No se, quizás deba de empezar por leer y explorar los mundos interiores de los demás amantes de las letras, de las buscadoras de las expresiones bellas, a los rastreadores de la alta definición, a las científicas que conocen: aquel brillo, aquel resplandor, del dorado humano, que son las piedras preciosas del calor humano de una flor. Quizás debería comenzar por escoger, uno de los caminos significativos del bien, como una opción. Podría elegir bien y tratar emprender a donde quiero ir esta vez. O no, tal vez, sea mejor empezar por hablar bien, en vez de hacer el bien. No se, no se, mucha cordura, para tanto ser. Pues bien, entonces comenzaré, otra vez, para salir del bucle de las letras, encamiandome hacia al bien. Veamos, me quedé en leer y tras comprender, en emprender. No se, no se, quizás la meta está próxima, o tal vez, lejana. Aunque lo recuerdo todo perfectamente, es como aquel aventurero, que desde lo alto de la cima con nieve, se deslizó con su kayak, floresta através, para ir a parar a la corrientes de agua pura y limpia. Con sus saltos de aguas rápidas. Es como sí entre las piernas, nacieran lo corriente, la vida, lo común eternamente. Pues bien, me senté, leí y aprendí. Me encontraba allí, en aquel espacio diáfano, en el que tan sólo, estaba el pensador, ¿o era el escritor? Bueno, quizás eran los dos. ¿Quien sabe? Aquella habitación blanca pura, aquella habitación digital, dentro de aquella pantalla, era un bonito refugio para empezar a readactar en paz y armonía. Y ya que el día amanecía. El escritor se sentó en aquella mesa: blanca y muy larga. Miró a lo largo y ancho de ella. Tan sólo sillas, vacías, como la habitación, vacío. Sobre la mesa, con el escritor sentado en una punta, mirando hacia la misma, sus papeles. Y así, se miraba y sonreía. Y su mente le decía, mientras su discurso lo comprendía: ¡No hay nadie, que fantasía!. Cuando la mente de los escritores y escritoras de Textale es una algarabía. Debo escoger y elegir bien, mis personajes, pero no hay nadie. Miraré de nuevo mis papeles, haber; ¿hoy que puedo y quiero ser? Tal vez, hombre, tal vez mujer, tal vez docto, tal vez inculto, tal vez mente, tal vez discurso, ... No se, no se, debo elegir bien. Aunque quizás, me convenga más, comenzar por elegir, un pasaje, un paisaje, un fondo, un escenario más coloquial, más natural, ... No se, no se. La duda y la seguridad se aman, otra vez. ¡O no!, mejor emprenderé el camino, por el tiempo, elegiré emocionadamente el tiempo de la acción, donde la estructura compositiva es finita, tendiendo a infinita. ¡Sí suena bien! Pasado, presente y futuro, cariñosamente abigarrados hacia la satisfacción del placer de ser. ¿Entonces qué papel escogeré? Entre estos papeles que están desordenadamente sobre la mesa. Además, aún no se, sí uno o multiples. Lo que sí se, es como lo llamaré. Lo titularé: De Profesión, Personaje Literario. ¡Eureka! ¡Eureka! Entre los papeles lo encontré, ya lo he solucionado, entoces, decidido queda, por una entrevista de trabajo comenzaré.
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Raquel
La tradición , la costumbre y el hábito caminan juntos ¡qué maravilla, si ya las estoy viendo caminar entre los otros "personajes" como la duda, la seguridad, la mente el espacio físico y donde el habla y la interacción unidas a lo digital preparándose para expresarse . ¡Qué calamidad con tantos papeles!! pero, al fin y al cabo logran enamorarse la duda y la seguridad y así nace entre papeles quien logra escribir este simpático, reflexivo y muy lindo cuento cuya profesión pasa a ser: Personaje literario .
Me encantó...Sobresaliente 10 (diez)..Raquel
J. C.
Daih
Daih
Hola Jesús .
¿Cómo estás?
Tengo una duda, o dos. ¿Borraste el primer cuento de textale? Me imagino que lo recapitulaste en estos tres nuevos que pusiste. Los leeré, estaba bien bueno.
La otra duda: ¿Por qué borraste la descripción tu perfil? ¿Eres español?
Un gusto estimado!!
J. C.
Daih