Las criaturas del pantano (completo)
Publicado en Apr 13, 2021
https://www.youtube.com/watch?v=iXtQhQQS2Tw
Capítulo 1-A La pequeña criatura observa consternada. De un lado a otro se miran pequeños ángeles deformes para la vista del otro. En un récodo del pantano, hay aguas que se cristalinizan, a veces, los nenúfares se apartan y dan paso a algunas brisas de otoño. La inocencia interpreta el extraño mundo. El afuera y el adentro dan un vuelco asombroso. La vida o la muerte no tienen límites ¿Quién vive?. Un pequeño niño yace en la orilla y ese pequeño ser lo observa sin entender aun la monstruosidad. Hay recuerdos vagos de vidas pasadas. ¿Alguna vez nació?... Daih. Capítulo 1-B Las aguas son una corriente inevitable y el refugio de quien se siente extraño y por ello el lugar donde esconderse de una mirada de azul limpio infantil y hondura cruel de humano y solo ellas conducen hasta el misterio donde los seres se buscan para perderse en la profundidad junto con lo oscuro y ese maldito frío que les mantiene en un submundo debajo de otra cosa que pervive como la tierra sucia bajo un ramo de flores es el lugar donde sentirse seguros para seguir azorándose en sus cosas propias que nunca dejan de vagar en sus mentes enfermas desde que algo sucedió sin saber ellos ni de orígenes ni razones. Desciende como un ala de pájaro herido y sabe que va a lo peor dejando tras de si el único espacio de ilusión para algo que pudiera ser deseable: Esa luz que no penetra ni en su mundo ni en su alma ni en su mente atrofiada ni en el resto de seres que lo acompañan en una especie de vigilia de no se sabe qué. Las aguas, en el fondo, son cementerios perfectos para cuerpos que aún se mueven y torturan con ideas en nebulosas. Josep (10/9/15) Capítulo 2 Es un mundo perdido pero sigue ahí. Lo balancean las suaves corrientes del lago y, ópticamente, aparece como un bloque de individualidades que mantiene algún tipo de vida: Sinuoso, oscilante, de tonos diversos al verdoso sucio de un fondo de lago. Es como un mensaje oculto en una botella que, en el silencio, no explica nada y hay que buscar entre cada pliegue de esa vida remitida a la casi inexistencia. Pero si está allí existe. Y como algo que se encuentra jamás puede darse por perdido. Transitan sombras como deambulan los tormentos en un cerebro, proceden escapes de luz de la superficie como alguna esperanza -nadie sabe bien como- llega al centro neurálgico mismo de este cerebro y parece que todo se vaya a poner a andar de nuevo cuál una vieja maquina herrumbrosa que se desatasca sola del tiempo que la apresó. Es más o menos así. Así lo cuenta una voz que transita entre todo el amalgama de de materia que se troceó, se fue desgajando de un todo que un día si vivió plenamente. Quizá la voz que lo cuenta también es un pequeño fragmento, un desperdicio de los muchos arrojados a un gran basurero. En realidad, si soy yo quien lo cuenta debo decir que no sé quien soy ni porque muevo los hilos de otros. Se me escapó la conciencia del ser, se abrieron en mis capacidades de pensar unos agujeros tan grandes que los peces penetran e él coleando como caricias de otras épocas. Y el agua me inunda, pesada, sucia y enormemente fría. Quizá tan solo sucede que yo -esta voz- soy un ahogado. Josep (22/09/15) Capítulo 3: LUNA ROJA Esta noche ha sido extraña, la luna roja se ha reflejado en el pantano, los seres azules que parecen burbujas se han conmocionado, algo, sólo un poco. ellos aún no saben. No, no saben. Hay un olor a penumbra azul, gélido y etéreo, pero el olor hoy a cambiado. La luna roja se extiende como ave de rapiña sobre esos frágiles seres- ¿Serán burbujas?. El rojo los intranquilizan, algo, sólo un poco. El vaivén de su nado ha cambiado la dirección y el perfume cálido les hace abrir aun más los ojos, La visión de la muerte les trae el recuerdo de esa calidez. ¿O fué acaso su nacimiento? ¿Hubo una madre roja que los cobijaba? Nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que ocurrió. Una voz dulce se entremete en las ondas sinuosas de la estela como un pensamiento vago, sutil, sublime. La paz y la angustia se confunden y se mezclan en esas aguas azules y hoy turbias y enrojecidas. ¿Sangre?.... Un recuerdo vago de muerte intranquiliza a esas burbujas, acaso sirenas azules (sólo un poco, por que no lo saben). Daih; 29.09.2015 Capítulo 4. Acaso sirenas azules En lo más profundo de las aguas se encuentra la población abandonada esperándoles. Siempre les espera. Pero la voz dulce procede de la superficie lo que les provoca un grave conflicto sobre que dirección tomar. Aunque solo es posible una y la voz dulce es un sueño, la proyección hacia una existencia mejor de la que padecen y que sin embargo no cambiará. Es como saltar de una pantalla a otra en un estúpido juego sin cometido alguno, pero el hecho de avanzar a otra pantalla ya es en si mismo el fin de ser algo más. Seres abandonados como la población a la que recurren una vez la imaginación se les agota, cuando la fría realidad de unas aguas oscuras que se convierten en prisiones que asfixian hacen que rebobinen sueños, imágenes futuras, la nueva pantalla. Acaso son unas sirenas que sueñan en dejar las aguas tras tanto tiempo en ellas, quizá son unas mujeres a las que algo atrapó en un pequeño mundo donde lo miserable es el silencio, lo doloroso tanto frío y la soledad que ya no se acepta y por lo tanto se sufre, ese oscuro hábitat. -Porqué no somos piedras como las de estas paredes enmohecidas!! No, no lo son. Porqué no somos el pueblo entero al que hundieron en aguas de olvido!! No, no lo son. -Porque no somos las sombras de los muertos que un día residieron en la población cuando ésta se sometía a la luz. No son tampoco esas sombras. Pero entonces, ¿Qué son? -Porque quizá seamos ánimas que se reconstruyen en su mente para volver a un pasado o conquistar un futuro donde la sirena se muere y una mujer comienza a surgir de las aguas.Quizá estos seres azules sean sirenas que desean regresar de las aguas y en este regreso transformarse en mujeres para pisar la arena. Nadie las espera y eso es nacer como no nacen las mujeres: No se aguarda nada de seres surgidos del pantano y por ello lo pueden hacer todo. ¿Acaso sirenas de verdad con cantos jamás escuchados? (Josep; 01/10/15) Capítulo 5. Visión No puede ser más horrorosa la visión del pasado, pero las pesadillas del futuro se incrementa el terror.¿Que es ese silencio que chirría al fondo de la sién? La ausencia gatilla los más profundos temores. Y el hedor del pantano se entremete sin saber si es nuestra psiquis. Al parecer acá dentro es lo más seguro, nadando en inseguridades más que en certezas podemos soñar con que en realidad algún dia nacimos. Nadamos en lo oscuro sin saber muy bien de que se trata esta realidad. talvez estamos sumergidos en un coma profundo y el exterior padece de un exterminio en masa. ¿Habrán otros ojos que miren? Todo es tan lodoso y confuso que algunas manchas de sangre refulguran y nos dan la esperanza de que sí alguna vez existió. Hay un castillo. Si. al parecer hay un castillo posado en la penumbra. No sabemos quien lo habita. La eterna dualidad del bien y del mal. La ilusión y la desesperanza. Iremos hacia allá. ¿Existirá la resurrección? Daih.- (18/10/15) Capítulo 6 El castillo Miro con toda la atención que me es posible a través de las aguas; necesito de manera ya muy urgente discernir entre la verdad y el deseo acerca de estos viejos muros asentados en el lodo. Temo, temo mucho que la población que yo creí abandonada por la construcción de un gran pantano en la zona (y que siempre creí mi población, mi origen), sea en realidad una fortaleza. Me da miedo el haberme equivocado tanto. Por eso debo descubrir de una vez cual es la realidad. Miedo, pavor, de haber confundido un lugar que imaginé que era de convivencia, de seres unidos por las calles y agrupados en las plazas, hubiera sido todo lo contrario: Una fortaleza, un sitio de murallas y habitantes presos, encerrados. Lugar de losas, vigilantes (igualmente presos intramuros) y seres como tú y como yo argollados a un rincón de vieja y poderosa pared. ¿Por qué? ¿Por qué los muros que convierten casas en prisiones? ¿Por qué un castillo y no una población? Sé desde siempre que tengo un castillo en lo más oscuro de mi cerebro. En el fondo más enlodado de este pantano donde de todos me olvidé cubriéndolo con miles de litros cúbicos de agua muerta. ¿Por qué el germen de mi vida quiere residir en un castillo oscuro y solitario, cerrado con sus murallas a cualquier influencia exterior? He descubierto que ahí abajo, tan al fondo, soy un castillo. Y aún no sé que tipo de animal puede querer un castillo. Por qué le temo a la luz de la superficie de las aguas y no saco jamás la cabeza a su exterior. Mis ojos no pueden ver a esos seres que se encuentran alrededor del círculo del pantano y ellos si hablan, si son más de uno, si están unidos como yo imaginé sucedió un día donde creí que residió un pueblo después abandonado. Unas murallas de agua me protegen, un silencio tejido de oscuridad me aleja de todo el resto. Y unos sueños equivocados me proporcionan una ilusión mentirosa sobre lo que es y lo que no es. ¿Están por ahí, extrañados de todo como yo, estos otros seres que tanto pienso se parecen a mí? ¿Habita alguien más en el fondo de esas aguas tan turbias y frías? Quizá en el interior del castillo existan esqueletos tendidos. Josep. Capítulo 7. Hediondez Debo saber pero solo miro: Rincones donde se hallan como vigilantes apostados rejas de castillo, frío de aguas presas, vértigo de lo profundo... y la hediondez. La hediondez lo agrupa todo como a un ejército se agrupa antes de librar batalla. La hediondez que encripta por completo el lugar. El lugar que no importa cual sea, un espacio del cual no es relevante su decorado, luz, colores. Eso no es importante cuando hay una necesidad acuciante de salir de él. Y la hediondez no lo permite. Porque el hedor te convierte en algo del propio lugar cuando penetra en tu piel y ya no piensa salir: Logra que seas parte de lo que te urge escapar y tal anhelo se aplaca hasta desaparecer. Entonces si que puedes preguntarte quien eres tú, criatura del pantano. Josep. Epílogo Las criaturas del pantano prefieran dormir. O si acaso resucitan a otra muerte. El infierno gélido de las profundidades donde los rumores acuosos y viscosos de la inconsciencia palpitan con el oleaje suave de hiedras verduzcas. Daih Imagen: "Tríptico" acrílico sobre cartón de Ibrahim Brimo
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