¿Te parece que se puede volver al 1900? Mi abuela no aparenta haber tenido una vida dichosa siendo mujer, y después dicen que las mujeres somos el sexo débil cuando existen personas como mi abuela. Tiene casi 80 años la señora, sigue limpiando, cocinando, casada con su marido vivo, atendiendo hijos que raspan los 60 años y ahí está la vieja; laburando como desgraciada, laburando de MUJER. No puedo creer. Hace un par de días atrás me contó que a mi edad (22 años) ya estaba casada; su casamiento parece haber sido planeado por como lo cuenta y la poca emoción que le pone a la anécdota. Con el tono de voz más monótono que te puedas imaginar, con ese me lo contó, dijo que fue de una noche a la mañana el casorio, un día después tenían boleto de ida para Buenos Aires. Abuela, que triste que no hayas nacido muchos años después o qué lástima que lo único que te hayan enseñado es que ser mujer es ser mujer de un hombre. Que ser mujer es ser madre, cocinera, muchacha de limpieza. A ver, todas las personas deberían ser buenas personas preocupadas por sus retoños ya sean animales o parásitos humanos; todos deberíamos poder cocinar un buen plato de comida y no querer vivir en la mugre. DÉBIL SERAN TUS TESTICULOS. ¿Se habrá arrepentido? Digo, de haber caído en los mandatos de la sociedad para con las mujeres. A mi abuela le da “impresión” (yo digo que miedo) meterse óvulos por la vagina, parece como si no conociese su cuerpo y sospecho que es consecuencia de que no fue educada para conocerlo. Seguro hay cosas de su propia sexualidad que abraza hasta la tumba en silencio; puede que existan hojas blancas que gritaban ser escritas pero las arrancó por la vara castigadora del sistema hacia la mujer. Opuesto a ello es el caso de su esposo, quien fue bendecido con el privilegio de ser hombre y arrebatar la inocencia sin preguntar ni dudar si sus acciones eran erradas o no. Apañado y validado por el solo hecho de ser un varón. Teniendo actos de poco honor sin manchar “su” honor, porque es hombre. Y es así como el mundo giraba antes. Una completa locura. Por suerte… Y no… no fue suerte, fue la lucha constante de millones de mujeres en cada rincón del mundo que se levantaron y que se siguen levantando en defensa de derechos propios, derechos humanos; por ellas, por nosotras, es que puedo decir que estas historias de vida de pronto se vuelven cuentos de ciencia ficción. Todavía queda mucho por aprender y cambiar, sin embargo tengo el lujo de decir que no pienso ser mujer de un hombre, que soy mujer pero no “esa mujer”. Que puedo ir a la universidad, votar, comer con la paz de saber que puedo hacer de mi vida lo que quiera… habrá quienes te subestimen y da igual, porque sos mujer y ahora puedes hacer lo que se te cante el ojete, si no tienes ganas de tener hijos: no los tengas; si no quieres casarte: pues no te cases; si te gusta disfrutar de tu sexualidad: disfrutala; lo que se te cante el ojete. Y que el decorado se calle. No está todo solucionado, pero si la segunda guerra mundial terminó un día, entonces el machismo y misoginia también van a terminar.