Si la búsqueda resultó un fracaso
el azar no te dio opción alguna
y te tragó la noche.
 
Veo tus ojos vacíos,
has muerto
porque el respirar en estas condiciones
no significa nada.
 
Sigo amando estos pozos negros que llaman
a un final intuido tanto tiempo
y sobre el que pasaron-
como veloces nubes de verano-
esperanzas de que la apuesta a inclinarse iba
de nuestro lado, de poseer una muy buena carta.
 
Sigo amando estos pozos negros
que no reflejan siquiera la habitación
donde, encerrada, te has alejado
lo más posible de mí y de ti misma.
 
Queda tal habitación de lindos colores
las sábanas escogidas en un momento de felicidad
tus vestidos sobre la cama (a cuál elegir);
nada pudo ser
como deseamos y vino el vacío para capturarlo todo.
 
Eres un gran agujero en mi vida; tus ojos muertos
rubrican un pasaje donde destruirnos
fue la peor de las ideas (aún cuánto
te hiciera gozar tan sólo el imaginarlo)
 
Mujer, el destino nos pegó dos disparos
en el vientre: La búsqueda perdió todo sentido
y razón; ahora navegas en las aguas
de frustraciones y odios.
Y yo no sé que voy a hacer.
 
Josep. 25.02.2017
Imagen: Jaya Suberg