“No somos nuestro pensamiento, hay más de lo que creemos ver”
II. Ahí  
Cuando el camino se ha tornado en brumas oscuras que se deslizan como serpientes al ataque, sé que estás sentada en el olvido del amor terrenal, desfallecen pensamientos suicidas de hastió social.
Aquel bello jardín se ha marchitado como la belleza de tu candidez. No hay manantiales de agua pura en este momento, crees que todo es fin…
Pero es el principio, estas a una llamada de la tranquilidad, busca a Dios de corazón y su espíritu Santo descenderá con espada en llamas a cortar toda oscuridad y mal que te rodea, vamos grita fuerte “Dios te necesito” y el llegará a tu lado, a cubrirte con su manto de luz, para ya no dejarte.
Él siempre ha estado ahí esperando tu llamada, nunca te olvido, jamás te abandono, solo te dejo libre a tus decisiones, a tu libre albedrio, para que conocieras el mundo del cual eres parte, pero una vez retornes a él este ya no será tu mundo, solo esperaras el momento final, al viaje que te llevé a la verdadera eternidad.
El hará florecer tu jardín, limpiara los manantiales de tu mente, verás un cambio tan drástico, que confundirás la locura con lo cuerdo, irradiaras tanta energía que quienes te apuntaron con su dedo creerán jamás haberte visto.
Estás a una declaración de que tu vida ya no sea real a los ojos de la realidad falsa… Se parte de la bella energía y no de la disonancia a la cual otros ciegamente te han aferrado y amarrado, llamadle satán, dile demonio, si quieres, pero todo es energía y vibración, depende de ti a cuál pertenecer.
ébren