Si volvieran tus ojos a mirarme y tu pecho volver a sentirme,
 
si pudieras escuchar como grita mi corazón herido,
 
si tus brazos me rodearan como cuando el sol abraza la tarde olvidada,
 
si quisieras besarme y con solo pensarlo ya estaría perdido.
 
 
 
Entonces dime porque nada de eso ha sucedido y me tienes al olvido,
 
porque la distancia despertó en ti el tempano la herejía de no llamarte,
 
sí me prometiste la eternidad porque ahora quieres darme termino,
 
sí tomaste los votos para entre rumores ahora condenarme a no amarte.
 
 
 
No digas luego que fui yo el verdugo el culpable ni el inocente amante,
 
no digas después que me amaste todo este tiempo cuando me rechazas ahora,
 
no mientas a la gente que sabe que fui tuyo y ahora quieres que no te hable,
 
porque cuando toque las estrellas ya no estarás conmigo y llevare a otra a mis altares.
 
 
 
Quizá no dije nada, quizá no quiero nada, simplemente flotar entre mis libros,
 
quizá ya no me interesa la pasión ni el beso ni los cuerpos desnudos,
 
quizá solo deseo lo profundo, el espíritu y los llamados atlantes caminantes,
 
quizá solo busco el amor y ya no el sexo, quizá busco sonrisas y ya no besos.
 
 
 
En fin, me despido de ti, y nuevamente te volveré a amar para siempre,
 
interminable ciclo de enamorados de la vida, donde nadie sabe dónde irá a parar,
 
quizá retumben los cielos con tu nombre y no este ahí para escucharte,
 
porque ya no quieres verme ni escucharme ni reírte, entonces adiós para siempre.