La teoría del amor ideal
Publicado en Oct 11, 2021
Ella tenía un amor perfecto. Una historia que sobreviviría las siguientes generaciones, plasmada en libros de cuentos. Procuré seguirlos para no olvidar jamás que esa pareja existía, así un día escribiré la teoría que demuestre al mundo la existencia del amor ideal. Ellos eran mi ejemplo, la prueba real de todo lo que alguna vez creí. Debí haberles advertido de los problemas que tarde o temprano se les presentarían, aunque eso no hubiera hecho que cambien sus decisiones.
Mi influencia es nula, pero mi verdad se refleja en la realidad como si fuese brujo. El amor que tenían se vería lastimado por falta de confianza, por la pérdida del deseo, por no dejarse cuidar y olvidar la importancia de proteger lo que más aman. No sería repentino, se trata de un proceso que provocaría fallas, una a una, explotando los defectos de la relación. El tiempo es un aliado hasta que empiezas a correr en su contra. No podían verse a menudo por complicaciones externas. Él comenzó a sentirse solo, no era lo mismo sin ella. Podían hablar y encontrarse cada cierto tiempo, pero no era suficiente. La ambición le pudo y una lujuriosa oportunidad le cegaría. Otra mujer, más disponible, más cerca; alguien a quien no estaba dispuesto a amar. Ella empezó a sospechar, perdió la confianza hacia el hombre por quien hubiera dado la vida. Empecé a perderlos, a la vista de todos seguían siendo una pareja ejemplar, pero los pilares se derrumbaban. Traté de intervenir advirtiéndoles que existía un modo de solucionar sus problemas, ya que, si los cuatro pilares de la relación morían, ellos pondrían fin a todo lo que habían construido. Él no me escuchó, muy arrogante decía que lo suyo con la otra mujer no era más que una aventura. Sabía que estaba mal, pero al final del día siempre volvería a pensar en su amada. Quise explicarle que no funcionaba así, esas actitudes lo llevarían a perderla. Toda acción tiene su consecuencia, y si acumulas errores de tal magnitud, las consecuencias te castigarán de la forma más cruel. Aprendí esa lección por las malas, yo tenía un amor que se consumió en los mismos problemas, yo tenía un amor que jamás pude recuperar. Traté de razonar con ella, fue de mucha más ayuda. Era amable y estaba muy angustiada por la situación. Me comentó que aún lo quería, y eso no cambiaría, pero no podía permitir lo que estaba sucediendo. Ella esperaba el error de su hombre, la excusa visible que lo arruine todo. Con las mejores intenciones, le expliqué detalladamente la teoría del amor ideal. Existe un amor ideal. Cuando dos personas se desean como pareja, en principio miran sus cuerpos y tienen la necesidad de tocarse, de sentirse, de provocar y recibir una reacción común en el ser humano. El deseo es importante, en menor o mayor escala, porque representa el amor de pareja, una atracción inexplicable por otro cuerpo humano. ¿A qué se debe? Es mejor no entenderlo, pero saber que está ahí. Lo segundo es la confianza, la cual se forma como una relación de amistad. ¿Puedes confiar ciegamente en alguien? Al punto de contarle un profundo secreto. Después de eso, será fácil confiar en la misma persona las veces que sean necesarias. Puedes dudar, pero nunca desconfiar. Lo conoces, sabes cuándo fallará y cuando tendrá éxito. De todas formas, estarás allí para recomponerlo. Personalmente, creo que este es el factor más fuerte, lo que verdaderamente define la importancia de un amor. Lo tercero es la capacidad de proteger. Proteger y cuidar como una madre a su hijo. No te preocupes, esa persona hará lo mismo. El punto es que hagas lo necesario para que no destruya su vida, los humanos somos muy propensos a ello. Aprende a curar heridas, escucha y aconseja; no lo abandones cuando más te necesita. Es importante estar ahí en los peores momentos, quien amas regresará de un mal día a su hogar, donde estés tú. ¿Cómo lo recibirías si no es con un cálido beso y un reconfortante abrazo? Por último, necesitamos dejarnos cuidar. No estamos solos, es la idea del amor ideal. Hay alguien que nos respalda, porque si estuviésemos solos nos volveríamos locos, o nos transformaríamos en algo como lo que soy ahora; un idealista perdido entre amagos de locura. Me gustaría tener alguien que marque mis fallos, alguien que me muestre el camino que cree correcto. La única manera de no perderse es dejarse guiar, porque somos niños, aun siendo padres u hombres fuertes. Ella me escuchó y con calma me dijo: “No somos un amor ideal, pero yo lo amo”. Y así sería, mis consejos son inútiles porque represento teoría en un mundo de práctica. Le agradecí su tiempo y me fui. Lo que el destino les depare no puedo saberlo, pero ojalá tengan un bonito final, ya sea juntos o separados. No les quitaré el ojo de encima, ya no solo porque formaron parte de mi gran proyecto, aprendí a quererlos como dos tontos enamorados. No juzgo sus decisiones, no soy el indicado, pero entre lo que pudo ser y lo que terminó siendo… hay todo un mundo de diferencia.
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Magnolia Stella Correa Martinez
Saludos desde Colombia.
juan carlos reyes cruz
Un cordial saludo, Santiago.
Santiago Armella