Ráfaga de suspiros: instrucciones breves para dibujarte en la madrugada
Publicado en Apr 16, 2022
En tus ojos tengo luz de luna.
La luna que deseo. La luna que anhelo. Es bastante curioso cómo se pasa el tiempo de lento cuando decido seguir el pequeño trazo de la línea que te define la quijada. Es bastante curioso como la curva de tus mejillas termina en la parábola invertida de la esquina de tu ojo. Llevo el pincel con tal cuidado para que todo quede perfecto. Voy haciendo líneas delgadas y del color más oscuro posible, te voy haciendo de a uno cada cabello. Voy contando cada uno de tus hilos de seda. Me pierdo entre la inmensidad y entre la cantidad. Está algo largo para tu gusto. No importa, a mí me gusta mucho así. Voy a tratar de asemejarme un poco más a lo que de verdad eres. Lamento si no queda tan bien, lo que pasa es que nunca fui bueno dibujando. La forma de tu cara obedece la proporción áurea. 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 31. A veces me parece tan complicado seguir la línea, a veces me parece tan complicado terminar. Yo quiero terminar de dibujarte. Tengo algo de sueño. No quiero equivocarme con nada. La hipérbola me quedó algo extraña, pero eso es lo que me encanta, que no necesito seguir corrigiendo, estoy copiando exactamente lo que veo. Me gusta lo que veo. Las líneas finas son tu definición. El lápiz tiene que tener constamente la punta fina o no me servirá si quiero dibujar lo que quiero ver. Siempre cuando te dibujo en mi mente tengo que cerrar los ojos e imaginar que estas a mi frente. Lo malo de imaginarte así es que cobras vida y me imagino cosas. Lo malo de imaginarte así es que te acercas y me acercas a tu pecho. Lo malo de imaginarte así es que puedo escuchar cada uno de tus latidos. Lo lamento si me pierdo entre las líneas, es que me distraes mucho también. Lo lamento si me pierdo entre tus ojos, es que me distraes mucho también. Lo lamento si me pierdo entre tu pelo, es que me distraes mucho también. Vivo cada noche dibujándote en mi mente, y cada día borro partes, para hacerlas de nuevo cada día y así tener una excusa más para pensarte mañana.
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raisa morros
Diego Poveda
Beto Brom
Como pintor eres un excelente poeta.
Shalom desde Israel, colega de la pluma
Diego Poveda
aljana pausinni
No solo me conmueve el contexto de tu poema, también lo hace la pulcritud del fragmento donde matizas el dibujo de la cabellera de la aludida, detalle ese que cautiva más aun la lectura.
Espero haber conquistado un amigo más de los buenos.
Un abrazo
Aljana.
Diego Poveda
Un saludo