Dicen que cuando un silencio es cómodo, cuando tu corazón se siente tranquilo pero a la vez acelerado, cuando tus pensamientos se nublan y te inclinan a pensar en algo o específicamente en alguien; es el lugar donde el amor comienza a florecer.
Cuando somos jóvenes juramos amor eterno a cualquiera, pero una vez que sientas y pienses en una sola sintonía... Te percatas que sólo era un juego de pequeños y de grande quieres entregarte; esta es la historia en la que mi corazón se abrió paso a sentir cada latido, en la que mi cerebro sólo tenía reacciones a tus palabras, a tus acciones y tu belleza.


Capítulo I

Cuando sueles ser una persona fría y con carácter fuerte, la gente evita a toda costa juntarse contigo, no culpes a las personas, culpa a la sociedad... es la que acaba con los sentimientos de los demás, te hunden y destruyen, son el parásito de la adolescencia. Te asfixian con temas sin interés y te afectan porque, eres parte de ella.

Vivir con indiferencia te hace fuerte pero no débil, con el paso del tiempo aprendes a camuflar tu dolor, aprendes que si te muestras débil ante los demás, será tu boleto de ida a un infierno infinito de sufrimiento, en el que la víctima eres tú y la sociedad tu condena.
Romper las cadenas de ellas no es fácil pero tampoco imposible, debes luchar por salir de ella, no agachar la cabeza y seguir adelante a pesar de los comentarios que se clavan como dagas, a pesar de las malas miradas que te dedican y aunque tus lágrimas quemen por salir, no te rindas que estás a un paso de superar la etapa del dolor.
Creerás que es una broma, que jamás lograrás superar cada cosa que se te presente, pero... mi querido lector, yo salí de esa situación y comprendo tu sentimiento de frustración, enojo pero sobretodo, ese dolor abrumador que te quita el aliento y que no puedes sacar porque temes no volver a ser tu mismo, temes perderte en la oscuridad del abismo infinito de la vida.
Con el tiempo aprendí que la oscuridad no es mala, mientras tu seas tu propia luz; el silencio no es desesperante, si aprendes a controlar tus pensamientos en él.

Te preguntarás porqué digo todo esto y que pinta el tema con mi historia de amor, déjame decirte que la sociedad es el monstruo que se alimenta del miedo de los demás, se encarga de destruir amor, alegría y sueños en un abrir y cerrar de ojos; no necesitas ser un genio para saber que eso fue lo que pasó con mi historia más preciada.

Todo comienza cuando mi corazón era sano y un órgano fuerte que reaccionaba a situaciones de mi interés pero, un día mi cerebro dejó de pensar con claridad cuando tu imagen se clavó ante mis ojos, mi corazón experimentó una carrera en la que tú ganaste cada uno de mis sentidos y me sentía perdida por el ser que había robado mi atención, mi estabilidad... invadiste cada pensamiento y me quedé paralizada ante la idea de no tener palabras para expresar lo que sentía en ese momento.

Eras el ladrón de mis palabras, el detonante de mis emociones y mi más grande amor, lamenté no saberlo en ese momento porque, en el futuro te perdí y con ello me perdí a mí.
Como toda historia, no puede faltar la fantasía en la que crees y piensas que la historia sucedió de ese modo, pero no es por eso sino porque a pesar de no vivirlo así, es exactamente como se sintió para mí.

Pocas veces tenía tiempo de admirar los detalles de las cosas que me rodeaban, pocas veces fueron las oportunidades que tuve de respirar aire fresco, antes de entrar a la penumbra de la sociedad. Todos cumplen un estándar, un nivel y sea cual sea este, te van a criticar. Vivir de manera diferente parecía fácil,  sencillo pero después de experimentar un éxito, te das cuenta que el entorno que te rodea sigue siendo el mismo. Al final la esencia de la vida es el cambio y eso fue lo que me sucedió cuando te vi.
Nuestras vidas pueden curarse con la palabra de un extraño, por más raro que parezca, el camino de nuestras vidas puede cambiar y así es como aprendí que las heridas no sólo las curan los seres queridos, porque tú me curaste a mí y sin saber o preguntar, recibiste como pago la mayor alegría que un amante puede darte... amor, comprensión y apoyo.

Todo comienza en todo y nada, te conocía pero no te amaba, a veces sentía algo raro en mi, pero ignoraba esa parte; un día todo comenzó a cambiar, recuerdo que me veías detenidamente y al cruzar miradas, mi cerebro dejó de pensar y mis sentidos dejaron de tener un orden...
El tiempo se detuvo para mi y pude admirar cada detalle de ti... fueron segundos que para mí eran eternos, esa sonrisa fue el detonante de mi corazón acelerado, las mariposas que mencionan en las historias pude sentirlas en ese momento, pero, me negaba... no quería, no debía sentir esto.
Los días pasaban, las horas eran mi martirio y el anhelo de verte sonreír prevalecía, me gustaba tu voz y tu mirada cautivadora. Una hermosa galaxia se escondía detrás de tu mirada, que no era para mi y aunque me veías... nunca de la manera en la que yo te veía a ti.
Me negaba a aceptar este extraño sentimiento que me debilitaba, no podía controlarme cuando estaba contigo y no pensaba con lógica, mi problema más grande fue temerle al "amar y no ser correspondido" aunque, todos tenemos ese mismo miedo ¿no?.

Cada día encontraba algo nuevo que me gustaba admirar de ti, tu olor me embriaga y tu tacto quemaba mi piel, era una sensación inexplicable, no había fuego en ti pero quemabas mi piel y por extraño que parezca, me agradaba la sensación.
Conocía el odio, la ira, el rencor, la soledad e incluso la tristeza... pero ninguna de estas emociones, describían lo que sentía por ti, un salvaje corcel galopaba en mi corazón cada vez que te veía, mi sonrisa aparecía de repente al escuchar tu voz, mi olor favorito se volvió el tuyo y mi cuerpo se sentía extasiado con un sólo roce tuyo.
Sabía que estaba mal, me sentía enferma y estuve aferrada a la idea de que yo no estaba cuerda, esa locura de sentimientos tenía que ser el estrés del trabajo, los problemas personales, eran mis excusas para no admitir lo que sentía.

Pero sabía que a pesar de sentirme así y ver que me hablabas, me conocías e incluso me apreciaba, reconocí que aunque un comienzo es alegre, no siempre garantiza un final feliz.
Aunque cubriera mis oídos, mi corazón latía más y más fuerte por ti, no entendía el porqué... deseaba ser la persona que estuviera a tu lado cuando más lo necesitaras, pero la vida puede cambiar de manera inesperada...

Capítulo 2.

El cielo era estrellado, tan oscuro pero a la vez brillante por la hermosa luna que acompañaba la soledad de la noche, el olor a tierra humeda me hizo recordar muchas cosas que en mí, causaban una amarga alegría... aquel día en el que comencé a verte de una manera distinta, el sol no brillaba con la misma intensidad con la que tus ojos lo hacían, la cascada de cabellos reflejaba un castaño digno de admirar, la tersa piel que cubre tu ser, era de lo más delicada y suave.
El tiempo se frenaba cada vez que te veía y me obsequiaba la vista más hermosa que mis tristes ojos podían ver.

Tu sonrisa era la causante del golpeteo incesante en mi pecho, al salir tu melodiosa voz, sólo podía apreciar cada palabra y tono que usabas al expresarte, aunque el día estuviera gris, tu intensa luz hacia de mis días algo que atesoraría como un recuerdo.
Siempre me había preguntado si algún día podría enamorarme, algo tan incomprensible, casi imposible porque... los cuentos de hadas sólo existen en aquellas historias donde todo se desarrolla con amor y felicidad, incluso en el final.

Contigo mi corazón y mi cerebro hicieron una excepción, cuando mi corazón saltó desde el abismo del cielo hasta la tierra en un solo movimiento... fue ese el momento en el que me enamoré por primera vez.
Me regañaba mentalmente y me cuestionaba a la vez ¿por qué te enamoras? Respondiendo así mi propio pensamiento dudoso... las personas en el amor siempre cambian, te vas a lastimar, pero ¿qué hago para evitarlo? ¿Cómo evitarlo? Si eras como las gotas de lluvia, cuando cubren la ciudad, tu cubriste mi corazón empapandolo y penetrando de amor, y cuando quise darme cuenta, habías tomado una parte de mi corazón.

El amor, algo que se cree inalcanzable y que solamente existe cuando dos personas tienen una conexión inigualable... conocí el verdadero amor contigo. Cuando descubrí que mis cinco sentidos hicieron de ti, algo sencillo de reconocer, el día que no pueda verte, bastará con cerrar mis ojos y recordaré a la perfección lo que mi vista grabó de ti. Esa hermosa sonrisa y esos ojos tan hermosos e intensos, llenos de deseos... mi nariz recordará para siempre el olor embriagador característico de ti, sea donde sea que me encuentre, podré reconocer la esencia que me recuerde a ti.
Cuando me encuentre en la oscura y triste soledad, cuando mis pensamientos me quieran atormentar... mis oídos recordarán tu melodiosa voz, calmará mi ser y me dará paz para escuchar el vibrar que recuerdo de tu voz.
Cuando tenga que cruzar lugares peligrosos y estén llenos de ásperas y duras texturas, mis manos recordarán tu cálida y suave piel, no habrá dolor porque será tu piel la que voy a recorrer con mi tacto... Mi boca degusto la suavidad de tu hablar, cuando quiera cerrarla y quiera dar mi último aliento sin poder continuar... recordaré tu sonrisa sobre la mía, la suavidad y el dulce sabor de la felicidad; todo se une a mi cerebro que me hará imaginarte en cada lugar, mientras que mi corazón se acelerará y así esperaré de nuevo por ti, mis sentidos, mi corazón y mi cerebro... todo te perteneció desde el primer momento hasta el fin.
Pero, antes de llegar a amarte... me di cuenta que muchos dicen que es imposible amar y dar amor... sino te amas a ti mismo, no lograrás amar a nadie, pero, como amarte a ti mismo si nadie te enseña a hacerlo. Todos te critican, te hieren y abren profundas heridas en ti que impiden que sigas; así era para mi, hasta que llegaste tú.
Agradeceré siempre que sanaras mis heridas, que me ayudaras a superar cada miedo, cada derrota, ese amargo dolor lo lograste disipar y me enseñaste a aceptar cada cosa como un regalo y no verlo como un obstáculo...
Hasta aquel día; pero aún no llegaremos a esa parte, la parte que marcó nuestro final.
La tarde parecía un auténtico paraíso, pero tu figura en el,  era la verdadera maravilla.
Aunque cubriera mis oídos, podía escuchar mi corazón latir aún más fuerte por ti.
La ráfaga de viento llevaba consigo el aroma de la nostalgia, me hizo viajar a lo más profundo de mis recuerdos, el recuerdo que me inundó, el sueño más dulce y bello de mi vida, había cambiado a la pesadilla más horrible. El día día el que aún no te conocía, en la época oscura y tenebrosa que aún quiere arrastrarme con ella.
Poco a poco las sombras dejaron de ser tan oscuras y dieron paso a las personas que atormentaban mi pasado. La palabra cuidado era la que rondaba en mi mente, parecía tan triste, así que las lágrimas ya estaban brotando, traté de ocultar el dolor con mis manos, realmente odié aquello, pero las cosas suceden por una razón, todos tenemos nuestro sufrimiento pero nos hace más fuerte en el futuro. Comprendí que no hay vida que merezca la muerte ni persona que merezca la soledad.