Ráfaga de suspiros: dia 50
Publicado en May 05, 2022
Prev
Next
Admito que ya me lo esperaba, no era normal la forma como correspondías a mi llamado durante tu ausencia. Sentía que de alguna forma algo estaba mal, sin saber que al mismo tiempo todo estaba mal. De igual forma, pensaba que las cosas podían seguir tomando un curso normal, donde se podía construir algo muy bonito a tu lado y donde pudiéramos poder correspondernos con felicidad.
No me pareció normal cuando subiste para irte, parecía como que no querías, como si ya todo estuviera planeado. No sé por qué me pareció así en algún momento. Aproveché cada uno de los segundos sin apartarme porque yo tampoco quería, pero sabía que debía respetar las muchas decisiones que habías tomado.
Incluso te ayudé a empacar, de alguna forma estaba cavando mi propia tumba. Pero no me arrepiento en ningún momento de los gestos que pude demostrar, porque era algo que me nacía demostrar, que sintieras de alguna forma el apoyo que podía brindarte en cualquier momento.
Calculé las letras de cada palabra de cada oración:

*Prometí*
Prometí ser sincero y prometí ser franco.
Prometí ser leal, prometí ser fiel.
Prometí aceptar, prometí respetar.
Prometí escuchar, prometí leer, prometí espacio.
Prometí que iba a actuar con caudaleza.
Prometí que iba a dejar que mi corazón decidiera. Prometí decidí actuar con inteligencia.
Prometí en dar la pauta y encontré mi fallo.
Prometí en cuidarte y quererte.
Prometí que iba a decirte la verdad.
Prometí que iba a sentir.
Prometí hacer las cosas bien.
Prometí desde el comienzo que quería darme la oportunidad, y que te quería porque de alguna forma me habías aceptado.
Prometí que iba a hacer todo en orden. Y eso quise hacer, y eso traté de hacer y ojalá lo hubiera hecho bien.
Prometí tantas cosas que si pude y otras que no, pero me quedo con las cosas que si pude cumplir.
Prometí en realidad que no escribiría esto, pero siento que me falta algo por decir.
Prometí que…
Prometí que no sería egoísta.
Prometí que no iba a dejar que mi egoísmo no me dejara decidir sobre el bienestar.
Prometí que iba a cuidar nuestros corazones.
Prometí que dejaría de hacer chistes malos.
Y por sobre todo, prometí quererme. Creo que todo esto va más inclinado a que me sienta y te sientas bien, de disfrutar cada momento y de disfrutar cada espacio. ¡Y vaya que lo disfruté! Sin dudas es algo que llevaré en la piel toda la vida. Cada uno de los espacios que pude compartir fueron excepcionales, únicos, lindos y mágicos. Y creo que me voy a quedar con eso. En realidad, ¡me quedaré con todo! Risas, llantos, coros, abrazos, besos, choques, mordidas, que me tomaras la mano, la guía y la perseverancia. El aguante, las noches, los nervios, el temblar, las frentes, los mentones, las salidas, las canciones y cuantas cosas estén por agregar en la lista. La caja de recuerdos, la camisa, las medias, los chocolates de pistacho porque te gusta el pistacho, los zapatos bajo la cama, las películas que no entendí y las que vi por la mitad porque no podíamos verlas completas.
Prometí que no iba a demostrarlo y fallé. En la mañana de hoy muy temprano me preguntaron que me pasaba y me hundí en llanto porque me di cuenta que había fallado, pero no solo eso sino que también tuve que explicar qué me pasaba, porque siempre soy muy sincero. Fue ahí donde pude dar pistas y me hicieron darme cuenta de la verdad. Sé que pude haber sido más gentil, un poco más sutil.
Prometí que no llovería en mis ojos y también fallé. Supongo que en tus palabras buscas cariño y de alguna forma no lastimar, pero es mediante eso que me dan cachitos de esperanza. De alguna forma pensé que podía arreglarlo y ahora me doy cuenta que no, que en realidad ya la decisión estaba tomada. Lo que pasa es que me gusta mucho el verbo aferrar y más si se trata de memorias.
Prometí, pero lo olvidé. Y eso es lo que me está pasando. Creo que por dentro de la esperanza, hay ilusión. Y por eso me estaba costando tanto entender la situación. Me quedé sin aliento y sin voz. En estas situaciones creo que todos queremos protegernos y es por eso que estaba rechazando la idea que me planteaste al comienzo, nuestra conversación parecía una partida de ajedrez, parecía que fuéramos una vela que se quemaba de ambas puntas.
Prometí ser tu hospital. ¿Recuerdas la frase: _“No quiero ser tu nosocomio, más si tu hospital”_ ? creo que recordarla me ayudó mucho ahora para entenderlo. Porque en realidad sí me gustaría ser tu hospital, no un nosocomio en donde tengas que ir por ir, sino un lugar en donde te pueda recibir como huésped, y eso es lo que siempre he querido ser para ti.
Prometí entender. Y la verdad si me costó, pero entendí. La noche del 21 de Abril, cuando salió la canción, tenía un presentimiento ¡y te lo dije durante todo el día! Quería que escucharas conmigo la nueva canción de mi artista favorito, de alguna forma iba a ser muy importante para nosotros. Al comienzo, al igual que con la canción que salió un mes antes, quería que fuera de mí para ti. Ese momento de fragilidad nunca lo olvidaré y lo llevaré siempre en mi piel. Con la primera canción, quería que vieras de alguna forma que estaba aceptándote y que apreciaba que tú me aceptaras. _“Mi isla en medio de este mar"_ . Al igual que esta, pensé que la nueva iba a ser también de esa forma. Recuerdo muy bien que dijiste, que sentías que en realidad esa canción debería ser de ti para mí. ¡ME COSTÓ DEMASIADO ENTENDERLO! Y es hasta ahora que le veo forma a esa frase que me dijiste. De alguna forma, con todo lo que me has dicho estos días, crees que yo pude ser el milagro y tú el diluvio, que tu cristal se pudo romper en solo un segundo, que te comportaste como la dinamita, y que me dices gracias por todo ese mal que pude hacer humo. Que una ciudad no se construye en segundos y que necesitas tiempo para poder construirla. Que tal vez veo en ti una estrella fugaz. No, nada de fugaz, eres una estrella radiante, y así como las estrellas, en algún momento se les acaba la energía, pero todo eso lo hacen para poder renacer, hacer una gran supernova y ser aún más grandes.
Prometí, y eso es todo.
Prometí entenderlo, y ya lo estoy logrando.
 
*Traté*
Tratar es uno de mis verbos favoritos. Porque creo que siempre tratamos de alguna forma, logramos o no, pero tratamos. El único fracaso, en realidad es no tratar.
Traté, eso quiere decir que no fracasé. O tal vez sí, un poco.
Traté de darte todo lo que estaba en mi poder. Que de alguna forma vieras mi apoyo, que de alguna forma esto fuera suficiente, pero creo que no es así.
Traté de enderezar lo que estaba al revés, y pienso que de intentarlo pude algo lograr. Porque de alguna forma, aunque veía caer algunas cosas, podía pensar en recogerlas y arreglarlas. En algún momento pensé que podría arreglarlo todo, por eso esperaba una de tus señales, aunque fuera incorrecta o no llegara nunca. Supongo que querías el café, y lo que hice fué comprar el azul.
Traté con el tiempo, pero sí que es difícil. Supongo fué algo fugaz, pero qué fugaz se sintió todo. Sé que no puede ser normal crear algo tan rápido, pero qué bien que se sentía y que siento. Supongo que, a sangre fría, perdí.
Traté de no pedirte que vuelvas. Y no lo haré. Porque estos días he podido darme cuenta que no te necesito aquí conmigo para poder quererte, que no quiero que te estreses, que no quiero ser algo en lo que tengas que pensar, porque de alguna forma, tal vez, eso sea una carga para ti y no quiero ser eso.
Traté de rezar. Pero sin ti, omití el amén.
Traté de ser booleano. Supongo que no todos son así, pero quería que asintieras con la cabeza si los planes habían cambiado o que negaras si la unión se había quedado. Me costó tanto entender todo, me costó tanto dejar de lado la esperanza, me costó tanto dejar el egoísmo, me costó y ya lo estoy terminando de pagar. Ya entendí, aunque no quisiera tu mano soltar, debo respetar cada espacio de tu ser, y si eso incluye tener que aceptar el tiempo que nos separa, estaré dispuesto si de eso se trata tu bienestar.
Traté de hacerlo largo, pero fue exprés.
Traté, pero no soy perfecto.
Y por sobre todo, trataré de hacerte ver que tú estás, para ti, por sobre todo, justo como te dije el primer día.
Traté, y eso es todo.
Traté de entenderlo, y ya lo estoy logrando.
 
*Ojalá*
Ojalá mi ausencia mate tus demonios. Esta mañana hablando me dí cuenta que a los problemas le llaman demonios. Entonces ahí te recordé, y no especialmente por algo malo, sino por tus palabras. Entonces me dí cuenta que uno de los platos rotos es mi ausencia, que aunque me duela, tengo que aceptar.
Ojalá no hubiera sido así. Pero ya, dejaste las cuentas claras, la cuestión está cerrada. Me sentiré mejor mañana.
Ojalá fuera mañana.
Ojalá recuerdes que nuestros fracasos solo los contamos con un dedo.
Ojalá se tuviera el poder, y no temer a las reglas romper.
Ojalá estar al nivel.
Ojalá que mi cantar te haya hecho sentir muy especial.
Ojalá aceptes mi perdón por tantas cosas que ni realicé.
Ojalá puedas recordarme un poco mejor.
Ojalá que, si no soy yo, tu papá acepte al siguiente. Que cuando intimen, llene más tu corazón y que no sea un pendejo como yo.
Ojalá recuerdes que por este tiempo, lo fuiste todo, mi isla en medio de este mar.
Ojalá pudieras guardarme un tiempo el lugar.
Ojalá, si tu urge, invócame.
Ojalá recuerdes que en mí puedes encontrar el apoyo que quieras, incondicionalmente.
Ojalá sí, y eso es todo.
Ya lo logré.

*Te quiero*
Te quiero (mucho).
Mereces las cosas más bonitas del mundo.
Página 1 / 1
Foto del autor Diego Andres Poveda González
Textos Publicados: 27
Miembro desde: Dec 05, 2021
2 Comentarios 295 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Dedicatoria especial. Esta es una carta en la que me dejé fluir para expresar mis sentimientos de una manera más natural y costumbrista.

Palabras Clave: ojala trate prometi rafaga de suspiros

Categoría: Poesía

Subcategoría: Romántica



Comentarios (2)add comment
menos espacio | mas espacio

aljana pausinni

Sería ideal que pudieras verme, porque podrías notar como aplaudo cuando recorro tus desgarradoras letras, porque me encanta tu forma de relatar el sentimiento inmediato que te inspira tu pasión. Se advierte tu honestidad, tu generosidad y a su lado tu humildad, como así mismo se lee tu dolor.
No obstante, en el largo recorrido de esta sinceridad se puede advertir también que ni tú sabes dónde ir, que te sientes como el perro queriendo morder su cola, que estás dispuesto a renunciar, pero sin perderlo todo, que deseas agradar, pero al mismo tiempo condicionar...
Y te das el lujo de no dejar ningún detalle al azar al describir lo que ha sido vuestro amor, sin embargo, queda de manifiesto que hubieras querido seguir escribiendo muchas páginas más.
Si hubiera sido así, te hubiera leído con el mismo agrado que hasta aquí lo hice.
Un beso y un abrazo, Dieguito.
Aljana
Responder
May 05, 2022
 

Diego Poveda

Tu mensaje me hizo llorar inmediatamente. Es increíble lo que puedo llegar a crear y transmitir por medio de un simple texto. Agradezco mucho tu retroalimentación y sin duda, era algo que necesitaba leer; porque aún cuando yo lo escribí, no sabía llamar a lo que estaba sintiendo.
Un saludo y también un abrazo, Aljana.
Responder
May 06, 2022

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy