Gloria yacía entre humanos, como cuchillo rasgando sus carnes.
Un rey para gobernar a los hombres, pero nadie para regirlo.
Viviendo y tomando todos los lujos, causando todos sus males.
Aquellos que vivían bajo su sombra, solo pensaban en condenarlo
 
Encaminado solo en un mundo de dioses, encontró a alguien para compartir
Aún ante el recelo y temor de su propio ego de héroe incansable
Junto al ente que ha venido desde lo salvaje, ambos han de sufrir
Pues a los dioses les encanta, traer dolor, pena y agobio insoportable
 
Su condena ha de ser la muerte de quien más anhela vida
Mientras decide hacer un último viaje hacía lo imposible
Incapaz de decir algo o incluso mirarle antes de su partida
 
 ¿A dónde vas, Gilgamesh?
La vida que tú buscas
nunca la encontrarás.