Papilo..
Publicado en Jun 06, 2022
Junio 6 de 2022
Muy temprano todas las mañanas , un numeroso grupo de docentes viajábamos en el ómnibus colmado de pasajeros rumbo a las distintas escuelas rurales ubicadas a lo largo y a lo ancho de la ruta del departamento Burruyacú , la nuestra estaba a 1km 1/2 hacia dentro por caminos de tierra unos tramos, ripio en otros ; no había día en el que al regresar a casa por la tarde no nos enterráramos en profundos pozos de pura tierra y ¡por supuesto que allí se quedaba algún calzados "distraído" de alguna de nosotras!. Acostumbradas estábamos ya a la gran soledad de ese lugar ,pero también estábamos acostumbradas a ver todos los días a las vizcachas que se paseaban cruzando el camino como dueñas y señoras del lugar, como si fueran a un shopping o galerías de tiendas , ¡ah,! pero nosotras hacíamos escuchar en ese profundo silencio nuestros gritos a todo pulmón y en todos los tonos como si nos estuviesen llevando al calvario o a un matadero porque además eso no terminaba con alaridos en esa primera parte del camino sino que más adelante se paseaban las comadrejas y hasta quirquinchos que erizaban la piel de solo verlos. No todo era malo ante la vista y los miedos nuestros porque en medio de todo eso había algo bueno, (muy bueno diría yo ) al ver sentado en el primer poste que sostenía alambres que encerraban las fincas a aquel muchacho que parecía un espanto porque de la nada salía y en forma silenciosa se acercaba para preguntarnos con mucho respeto y timidez si necesitábamos algo en lo que él podía ayudar ,y a nosotras se nos volvía el alma al cuerpo porque con mucha paciencia nos daba una cátedra de dones , poderes , pasividad o maldad de estos animalitos, entonces una respiraba más tranquila después de los coros de gritos y corridas. Aquel muchacho al que ninguna docente deja de recordarlo hasta el presente era Papilo.Un joven que tenía la mente de un niño, (pero siempre estaba medicado) contextura física menuda al que no se le conocía alguna maldad, el que trataba de ser útil con todos y todas las personas que llegaban al lugar. Un muchacho al que jamás se le había escuchado una palabra de ofensa para con nadie , decente y sin oportunidades para escolarizarse en sus veintidos años de vida . Papilo , mote que le puso su abuelo desde aquel momento en que él nació y su madre adolescente al enterarse de su problema de retrazo madurativo decidió abandonarlo , fue entonces cuando su padre impidió que lo diera en adopción y pidió criarlo él pero que ella jamás lo reclamase. Y así lo hizo, manteniéndolo con lo que ganaba como tractorista de la finca y haciendo trabajos de herrería; lo crió de la mejor manera que podía porque había quedado viudo hacía años atrás y sus hijos emigraron en busca de mejores oportunidades de trabajo en las grandes ciudades pero..¡no volvieron más!!. A pesar de que Papilo trataba de sentirse útil y de que confiaran en él, todos se burlaban y le reparaban de como se expresaba , de como comía, de como caminaba..Y cuando le les preguntaba: __¿Puedo ayudar ?__ con alguna dificultad en el habla, y la respuesta no tardaba en llegar de la peor manera hacia él: _¡Pero qué vas a ayudar vos Papilo..! si ni la cara te sabes lavar. Andá a otro lado y no molestes más__" Papilo se retiraba bajando la cabeza. Ya estaba acostumbrado a los rechazos, a las malas respuestas, a las burlas, a ser agredido, al bulling a pesar que desde la escuela se les hablaba a los trabajadores y se les pedía comprensión y buen trato para él pero siempre lo volvían a hacer. Uno de los dueños de la finca nos respondía: _"Pero los muchachos lo hacen de buena fe , no hay que hacer un drama de ello__" Papilo sufría en silencio, y en medio de su complicada verborragia hacía notar que le dolía el rechazo de todos quienes lo consideraban a él como una molestia , un inútil, un estorbo.Su abuelo confirmaba todo lo que él sentía cuando lo veía aislado y se marcahab a los montes para no molestar, también hablaba con los jornaleros y les pedía lo respetaran , que Papilo si podía hacer algo sencillo sin necesidad que lo hicieran sentir un inútil. Papilo iba a la escuela y de repente se lo veía paleando los yuyos del patio, aventando el fuego para que las madres hicieran el mate cocido para los alumnos , llevaba algo para allá, traía algo para aquí sin sentir esas horribles burlas que le herían el alma. También nos ayudaba a colocar láminas y hasta nos facilitaba el borrado de los pizarrones para una nueva tarea. La escuela se había convertido en un verdadero lugar donde él se sentía útil , apreciado y que ningún integrante de la familia escolar se burlaba de él. Fue un medio día de ese sabado cuando una terrible tormenta entre voraz viento, truenos, relámpagos , fuerte lluvia se desataba en la zona Ciro, un pequeño de unos seis años de edad hijo de una de las familias más colaboradoras con la escuela ,había estado andando en bicicleta cuando se desataba la tormenta con gran rapidez . Ante esto, sus padres salieron a buscarlo con total desesperación a quienes se sumaron vecinos al grito de Ciro para un lado y para el otro del camino ,pero ninguna respuesta del pequeño se hacía escuchar. No solo la tormenta causaba total aflicción sino también la confirmación de que habían cavado un pozo para instalar una bomba de agua desde donde se nutriera la comunidad y las voces se expresaban con mucho temor porque el viento habría de arrancar todo el material usado para taparlo hasta que volvieran a trabajar allí . Constantemente llamaban al pequeño mientras alguien se marchaba en una camioneta para pedir ayuda a los bomberos, policía, médico en pueblo vecino a unos tres kmts, pero la ayuda demoraba. Uno de los grupos de vecinos llegó al pozo y allí encontraron la bicicleta atravezada muy a la orilla de la circunsferencia del mismo. Lo escucharon llorar y deliberaban cómo sacarlo. Papilo, ente ellos , no se cansaba de hablar a su manera para pedirles que le pemitieran a él bajar al pozo y ayudar a Ciro, al que consideraba un amiguito.Como siempre el rechazo era total.., __¡Pero qué vas a hacer vos, salí de aquí !. No sabes lo que decís__" Uno de los integrantes del grupo pidió al resto que , por primera vez escucharan a Papilo y lo trataran como a una persona capaz de ayudar logrando que permitieran su bajada al pozo con algunas cuerdas a su alrededor porque los bomberos tardarían en llegar. La soga abrazaba la cintura y por debajo de sus brazos cuidado por varios vecinos. Ciro asomaba subido a las espalda de Papilo , abrazando la cintura con sus piernitas y sus brazos rodeando firmes su cuello ante las mirada de todos nerviosos, ansiosos, esperanzados por verlos salir del pozo, momentos de víctores ante la llegada de ambulancia y el camión de bomberos porque revisarían al pequeño . Ciro y Papilo, muy mojados pero felices, se abrazaron como dos buenos amigos como también así los padres del pequeño con el abuelo de Papilo , Llanto, alegría, agradecimiento, risas y fuertes aplausos eran el feliz final de lo que pudo ser una verdadera tragedia. Apenas comenzaba la semana Papilo nos esperaba muy bien arreglado en el patio de la escuela porque le habían dicho que ese lunes habrían de contar lo que pasó a las señoritas docentes y que lo aplaudirían. Así fue: Papilo era y fue desde entonces el héroe de esa comunidad y hasta donde nos pudimos enterar en este presente, el respeto a Papilo se hizo una hermosa realidad junto con sincero y gran cariño por todos lo trabajadores y dueños de las fincas. Raquel C. Zurita
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Kendall Caldern Mndez
Raquel
MAVAL
la grandeza se demuestra en sus obras y no en como habla ...
Una enseñanza siempre presente en ese lugar.
Un abrazo.
Raquel
Marìa Vallejo D.-
Que bueno sería que el universo se llenase de Papilos . . .
Un ensayo que me ha parecido digno de ser leído.
Abrazos
Marìa
Raquel