Prólogo

Presentamos en este ciclo de lectura “Teatro breve”, una nueva entrega en equipo.
“Enredos Literarios” es un juego donde se mezcla el absurdo y el cariño de ambos autores por el teatro.
María de los Angeles-Beto
 

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ENREDOS LITERARIOS
 
PERSONAJES EN ESCENA
*Magnolia de octubre (M de O)
*Lobo estepario (LE)
*Granjero
*Mujer (M)
*Perro
*Niño (N)
 
ESCENOGRAFIA
Banco de estación de trenes pueblerina. Es de madrugada y por lo tanto hay una atmosfera mortecina. Sonidos nocturnos de una aldea casi dormida.
La escena comienza a telón abierto...
En off pasos y voces alteradas ante la comprobación que el tren ha partido.



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Primer cuadro



M de O, molesta, exclama- ¡Te dije colega, que se nos estaba haciendo tarde!- Aun me resulta impensable que pretendieras enseñarle a jugar a la payana con palitos chinos y justo 20 minutos antes de la salida del tren… ¿o apuntabas a otros objetivos?-dice en tono intrigante-¿Quizás haya sido la mirada de la poeta?
 
LE -¡¡¡Quien habla, la que jamás habla y nunca ríe ni por supuesto se equivoca, tu demora fueron los cosméticos!!!-contesta entre risueño y molesto.
 
Ambos se callan al tomar consciencia que se han quedado perdidos en la nada y no tienen idea que pasará con su viaje. El pánico se instala en sus rostros ¿Cómo saber, que puede pasar? Se dejan caer en el banco, y empiezan a investigar con la mirada el lugar…desde los sonidos al aroma….
 
M de O -¿Escuchas los grillos?...…me parece que hay nuevas voces-dice con un hilo de voz.
 
LE -¡Son ranas y sapos!, contesta todo ofuscado.
 
M de O -¿Así lo crees?...parece que no existiera ser humano por aquí.-dice mirando hacia el fondo…y tomando aliento le responde-¡No me asustes, si hay perros…hay gente!
 
LE -Bueno, bueno, sabe lo todo….¡Ah! me acuerdo que tengo unos confititos de chocolate que nos vendrán bien mientras esperamos.- Abre el portafolios, caen varias hojas y lápices, revuelve hasta encontrar las golosinas y se las ofrece sin cortesía.
 
M de O -Los recibe con resignación diciendo ¡Me vendría mejor un buen mate o algo caliente, pero parece que por aquí “nada de nada”! -, contesta molesta, mientras mira hacia la izquierda…-¡Mira! -Grita, señalando hacia el público. -Me parece que esa mujer se quedó dormida…observa la apariencia que tiene.
 
LE -¡Si---una bruja que perdió la escoba! -Riéndose- ¿en qué batalla? Jajaja… pero mirando mejor….creo que ha dormido en cama ajena pues tiene demasiadas ojeras- tapándose la boca como para no ser entendido.
 
M de O -¡¡¡…y la piel sin cremas….jajjajjajajjajja!!!...además con demasiados anillos para mi gusto- Agrega con ironía.
 
La mujer a la que hacen referencia está recostada de lado, en un banco vecino y al escucharlos, abre a medias sus ojos y balbuceando consigue pronunciar algunas entrecortadas palabras...
 
M -¡No molesten, por favor...tuve una noche terrible!... la guardia resultó extenuante...Shhhh.... -y vuelve a cerrar los ojos.
 
LE -¿La guardia? ¡¡¡Original manera de describir una noche de juerga!!!, “muy inteligentes”-dice irónico- los habitantes de este pueblo, ja.ja.ja...
 
Esa frase resulta suficiente, la susodicha logra enderezarse mientras alisa su pelo con un pequeño cepillo que saca de su bolso, dirigiendo la mirada en forma directa y amenazante a la pareja de intrusos.
 
M -En mis ya muchos años de profesión, he tratado con un sinfín de personas y por desgracia hubo quienes no supieron comportarse en forma correcta, pero nunca me he topado con gente tan grosera y que, sin siquiera conocerme, me tratan como a una callejera.
 
Antes que atinaran a responder, un hombre entrado en años a juzgar por la voz, exclama desde el andén de enfrente, -Señora enfermera ¿la están molestando?
 
Con evidente bochorno, salen de escena y solo queda encendido el cenital…
 
En off, M de O dice -¡De todos modos me quedan las dudas…!
 
LE- ¡Mujer, basta! - resoplando de impaciencia.
 
El telón cae y da lugar al fin de la primera escena.
 

 
 
Segundo cuadro
 
 
El telón se levanta y muestra la estación con luz solar, canto de aves, algún que otro mugido, alguna bocina…
 
Los protagonistas entran hablando animadamente.
 
LE -Me impactó la mujer, su cordialidad, su sonrisa y la belleza de su cabellera-dice emocionado.
 
M de O -¡Epa, te veo interesado, renovado! ¿Será quizás –riendo con ganas -porque te ordeñó la vaca para “maltear” tu café?
 
LE -Si, entre otras cosas- responde con preocupación.
 
M de O -Lo que me ha llamado poderosamente la atención, mientras saboreaba el desayuno, fue descubrir el bulto que había en el camastro del rincón, me hubiera fascinado saber que contenía ¿vos no?
 
LE - No lo vi- contesta sin entusiasmo.
 
M de O -¡Claro estabas en otra!-, dice con sarcasmo, - de haber estado menos atento a la dama hubieras percibido que…
 
LE, interrumpiéndola, sentencia -Por lo que presiento, mejor dicho, compruebo, es que demuestras celos, ante el gentil proceder de una más que amable mujer. Menos mal que no nos escucha.
 
M de O -Sin darse por aludida, señalando hacia el foro dice -Mira, mira, otra vez está allí el hombre que ayer te gritó, con seguridad el tren pronto llegará- y elevando la voz se dirige al aparente granjero -¿Señor, sabe a qué hora entrará el próximo tren?
 
LE -Deja de molestar a la gente de este pueblo, -con fastidio -¿no te alcanzó con lo de ayer a la noche?
 
M de O, al ver que el hombre desciende del terraplén y se dirige hacia ellos, camina unos pasos y va a su encuentro. Pero...como si ella fuera invisible, pasa a su lado sin decir palabra alguna y va hacia un pequeño bulto que está situado casi a la entrada del escenario, o sea de la estación.
 
LE -Viste, tal es su enojo, que sencillamente ignora tu presencia.
 
M de O –Sorprendida, acercándose al poeta, le comenta-…ese…ese... es el mismo bulto que vi en la casa de la mujer.
 
LE, ignorando el comentario, contesta…-No, lo que pasa es que quizás pertenece a otra obra y equivocó los papeles, pobre hombre...suele ocurrir en las mejores representaciones, una típica confusión...¿o quizás los equivocados somos nosotros?
 
M de O, La respuesta la da con sus ojos, donde el estupor se mezcla con el interrogante -¿de otra obra? ¿Un personaje que sale y entra en “búsqueda de… un autor? Jajaja, creo que las horas vividas en este paraje te están alterando… ¡te estoy hablando del bulto!
 
Apagón

 
 
Tercer cuadro
 
Un peludo perro aparece en escena arrastrando un niño de corta edad. Ambos se acercan al granjero que está revisando el bulto de la escena anterior.
 
N -¿Que tiene ahí, señor, quizás algo rico?...¿puedo espiar.....- Lo dice con ……………………
 
Parece que este dúo, llamó la atención de los demás presentes en la estación y, como atraídos por un imán (o por indicación del autor) se acercan como invitados a una reunión pueblerina.
El hombre empeñado en abrir el envoltorio no se percata del revuelo que ha producido su accionar. Con sumo cuidado va desatando los nudos del paño, que al ser removido, deja al descubierto un delicado baúl. La gente ya impaciente, le reclama que se apure, éste, rojo de impaciencia, muestra un fino hilo de sudor bajando por la frente, hasta que logra abrirlo y al hacerlo, una miríada de mariposas azules, escapa convertida en un batir de color y brisa.
El perro y el niño salen tras las mariposas. Maravillada la muchedumbre y a sabiendas de la simbología de este acontecimiento, algunos se van arrodillando en actitud de recogimiento y otros elevan sus abrazos en agradecimiento…
Todo queda estático semejante a un mágico flash, mientras se escucha el pitar del tren que nadie parece reparar, ni siquiera los escritores….
 
La estación se estremece al paso veloz del tren. Una nueva noche, una nueva espera…y los dos escritores enredados en el tiempo y el espacio, mientras las luces se apagan y cae el telón



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Autores
María de los Angeles Roccato (Argentina)
Beto Brom (Israel)
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*Registrado, Safecreative N°1410102303173
*Imagen de la Web c/texto anexado