Germamia Nocturna. IV
Publicado en Jul 18, 2022
Querida,
Mi rostro, se entristece cuando no estás Y mis oídos se arrugan al no poderte divisar. A lo lejos, mis ojos se humedecen si no te ríes Y mi boca se curva hacia abajo, junto con los hoyuelos de mis mejillas. Mi nariz se inunda y me prohíbe respirar Y mi mente un muro construye. Es tu presencia la que revoluciona contra ello, y me libera, Quien por obra y gracia, me quita las cadenas y me deja pasar Por el camino de tu luz, y de tu corazón. Oh, bella, déjame adentrarme en tu ser, y definirme amar, Déjame ser yo más allá de mí mismo a través de ti, Déjame aparcar mi barca en tu orilla, Déjame cuadrar los alerones en el cielo de tus ojos, en el blanco de tu cielo, en el cielo de tu ser, Déjame presionar el acelerador en la calle recta y vacía, Déjame remar a corriente y hundirme entre tu pecho, Déjame escuchar a los ríos entre tus venas encallar en la playa de tu celo. Procuraré establecer contacto con tu superficie y abducirte tu deseo, Procuraré volar entre tus selvas, y encontrarte perdida entre las hojas de tus células, Procuraré aterrizar en el mar hecho en tu ombligo, y navegar profundamente por el océano compuesto, Procuraré cerrar la vía entre Santander y Bolívar, Procuraré abrir el puente para que pase el crucero, Procuraré que de la estampa pegado quede el sobre, o al revés como era. Y recitaré los versos que prometimos escuchar, Recitaré palabras conocidas, y escucharé las tuyas nuevas, Recitaré las coplas de los antiguos bambucos, Y traeré a ti la presencia del paraíso que por mucho me ocultaste. Amén y amén.
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Magnolia Stella Correa Martinez
Saludos Diego.
Diego Poveda
Muchas gracias por tus palabras, y para responder tu duda, el párroco es un personaje nada más, los escritos son míos :)
Un saludo