Germamia Nocturna. III
Publicado en Aug 12, 2022
Querida,
Aquí poco funciona la economía: de los viñedos salen uvas, de los arbustos higos y de la tierra recogemos las lechugas y las coles. No existe manera en la que aquí el dinero tenga valor y mi cartera pueda usar. Todo esto te lo recuerdo porque me gustaría que a tu mente volviera aquel día en que tu retrato me robé y en mi cartera lo guardé, para ver tu cara cada que iba a pagar. Me gustaría decir que es una buena práctica pero mis amigos nunca me apoyaron, preferían que mi camino siguiera serio, pero de la luz de tu afecto no puedo tomar sombra. Del afecto que recuerdo, que me dabas en los días y en los horarios al revés. Este afecto que demoraba horas en volver, que la luz del alba no veía pero si la crepuscular, la que consigo trae oscuridad. Este aquel que olvidaste, quiero suponer, o que me quedé esperando. Ya bien sabes que no tengo como vicio el olvidar, y justo para variar tengo el pecado de recordar. De recordarte, tus ojos oscuros que invadían y cegaban, justo como la noche de este claustro, de este lugar. Los lugares como estos te hacen creer que ciego puedes estar, pero es porque luz no hay. Y el mismo efecto tiene el exceso, como el de tu sonrisa, que me atormenta por las noches y me impide dormir. Cada día pienso más en si tu decisión fue la correcta, pero ya muy tarde estoy para averiguar tu respuesta. Muy tarde estoy, en verdad, no para enmendar mi destino, sino para recobrar lo que podía pensar. Sinceramente, sé que ni querrás leerme, ya lo has demostrado, pero creo que quiero seguir pidiendo perdón por mi pecado de recordarte cuando el sol que de tus ojos salía esté asomando.
Página 1 / 1
|
Magnolia Stella Correa Martinez
Un abrazo desde el Valle del Cauca, Diego.
Diego Poveda
Un saludo desde Bucaramanga.
aljana pausinni
Un abrazo, Diego.
Aljana
Diego Poveda
Gracias por tu comentario y también un gran abrazo, Aljana