Dolor
Publicado en Oct 12, 2022
Las palabras no mueren..
Es uno el que muere... Los recuerdos mueren ..la muerte es parte de.. O se arrastran conmigo hasta mi carroza fúnebre... Dichosos son Los que atesoran sin remordimiento.. Tanto dolor ..tanto sufrimiento.. Convertirlo en cenizas... Tirenlo a un pozo sin fondo... Desháganse de los miedos..me dijeron... Tan fácil suena.. Para que complicarse la vida.. pensando..reviviendo el dolor . Maten conmigo mi dolor .. Por favor no me envíen coronas de flores.. Es un funeral ..con un muerto indeseado .. Nadie lo quería.. Por que aquel que hoy enterramos se llama dolor !
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JUNTALETRAS
Por favor no me envíen coronas de flores.. "
Me quedo más tranquilo, pareces fuerte en el fondo, también lo pareces en la forma...
:) :)
Raisa Morros Green
Agradezco siempre sus comentarios...
Un fuerte abrazo de los de siempre !
Raisa Morros Green.
JUNTALETRAS
NUESTRO NIÑO INTERIOR...
Ahora tenemos interné, istagrán, el feisbu y el güasap... Menos mal.
A nuestras órdenes siempre estarán los secadores de pelo, el mando a distancia del aire acondicionado o los dos botoncitos de los elevalunas eléctricos… Para hacernos la vida aún más ociosa e inane, disponemos de alivios como la moda, la inteligencia artificial, o una multitud de fármacos multiusos que hasta nos la ponen dura… Y una de las cosas creo yo, más inquietantes: coches que dentro de poco van, ni más ni menos que a conducirnos.
Os acordáis del anuncio aquél de BMW… ¿Te gusta conducir…? Un BMV con las ventanillas abiertas y la carretera fluyendo frente ti… Tu mano abierta, fuera del coche, abanicada libremente por el placer de conducir a contraviento de la velocidad. La otra de tus manos agarraba el volante; conducías tú.
Pues hasta eso nos quieren quitar. Porque es el coche al igual que lo fue el caballo una de las grandes conquistas humanas: la de la libertad de movimientos a nuestro albur. Y no dudéis de que es éso justo, después del dinero en metálico, lo segundo que nos quieren arrebatar: el libre albedrío.
O bicicletas y transporte público barato, o coches para pobres. Cochecitos capados y obedientes, que tengan como mucho tres o cuatrocientos kilómetros de autonomía, y que chiven a cada paso cualquiera de los que tú des… Que siempre sepa George Orwell por dónde vas, y cuándo y porqué usas tu tarjeta de crédito... Tooonto.
El cabrón de George Orwell ha empezado a tener razón mucho más aprisa de lo que cualquiera hubiéramos podido imaginar.
Dejamos una especie de rastro, como de baba rastrera, a cada paso digital que damos en Internet. Nuestros datos son muestra y carnaza para oscuros sabuesos; perros de olfatos prestos a interpretar nuestra realidad presente y a decidir, lo mejor para todos y cada uno de nosotros. Y así, alguien siempre nos usa… Usan constantemente nuestro horario y nuestros gustos para invadir con impunidad, hasta la intimidad de esos minutos en los que vas a cagar tranquilo en casa y te llevas el móvil. O hasta cuando estás yendo al trabajo en el autobús y repasas en el jodido aparatito tus menesteres varios... Tooonto.
Hemos creado una sociedad mullida de tantas perezas, que la gente se ha creido que puede salvar el mundo y comprar barato.
Soplar y sorber a la vez. Ansiamos bóbamente gustar a todo el mundo y volver a recuperar aquél nuestro niño interior. La niñez -lo infantil- es un estadío que está mariconamente sobrevalorado, porque los niños al igual que las flores son muy monos pero dan fruto sólo cuando dejan de serlo… Pretendemos recuperar una felicidad mañaca y cutre, como turistas que repiten todos las mismas aventuras ya sin riesgos y en sitios ya trillados.
Yo en cambio, querría olvidar toda esta nadería vital que nos domestica y recuperar mi animal salvaje interior… Ansiaría volver a lo de carnívoro y lo de nómada, lo de animal prístino que aún quede en mí. Regresar a mi ser homínido perdido y primigenio, omnívoro y depredador. Sentir de nuevo dentro de mí a aquel bruto lleno de pelos y miedo; bestia dejada al albedrío del frío, del torbellino, y de la completa intemperie de esta puta naturaleza nuestra.
Con lo que ahora sé, quiero dejar de ser insensible ante este presente de mierda, esta estupidez y esta ñoñería flagrantes. Es más, quiero que se me revuelvan las tripas y vomitar de vergüenza ajena frente a tanta hipocresía… Quiero atacar para defenderme si me atacan. No quiero permanecer impasible ante este suicidio vital en el que nos estamos embutiendo lentamente. Una trituradora moral, una confusión, en la que olvidamos nuestro deber de ser humanos; de ser gente amigable, receptiva, ignorante, y por ello curiosa.Quiero luchar todos los días para ganar mi comida mientras me sea posible y duren mis fuerzas. Continuar porfiando para follar mientras esa pulsión animal así me empuje. Y proteger hasta la muerte mi cueva y a los míos… Me gustaría que se me volviesen a afilar los colmillos para volver a devorar carne cruda si fuera preciso, arrancándola a estirones de los huesos de mis presas.
Quiero matarme en una curva cualquiera o en el intento de colmar cualquier pequeña cumbre. Peleando, malfollando, o persiguiendo un sueño cualquiera… ¿Qué más da…?
Y cuando no sea así, piedras sobre mí.
Juntaletras
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
La idea de muerte es siempre para todos algo ignorado, o al menos casi nunca pensamos en ella salvo… en las situaciones de peligro. Casi siempre predomina la vida, aunque sabemos que nuestro final siempre será el féretro.
Pero es la lógica de finitud. No hemos nacido para la eternidad.
Alegría al nacer y llanto al morir. El dolor, los miedos, las frustraciones, las situaciones que llevan a uno a mirar la muerte con un carácter obsesivo, debe ser contenido porque daña y puede ser reparado si se toma a tiempo- El humano tiene múltiples recursos en la vida para superar pasados, dependerá de la voluntad de hacerlo
A luchar entonces por la vida
Abrazo
Raisa Morros Green
Le mando un fuerte abrazo con cariño y admiración..de los de siempre ud ya sabe !
Raisa Morros Green
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
SERÁ EN UNOS DIAS. ESTOY VIAJANDO