Calorimetra Aplicada.
Publicado en Oct 20, 2022
Me viene a la mente, ahora que se nos está acabando el tiempo frío, que yo debería haberles escrito este post a mis cofrades al comenzar el invierno porque su enseñanza es aplicable a los tiempos fríos y a los friolentos; sin embargo, como después del próximo estío vendrán nuevamente los penetros, vais a volver a necesitar abrigaros y tomar providencias para paliar los tiempos fríos y ahí os acordaréis de estos consejos. Por lo tanto, con la intención de ayudar a mis amigos friolentos a mantener temperaturas más agradables para la persona en las gélidas noches de invierno, vamos a repasar algunos conceptos prácticos de Calorimetría y vamos a aplicarlos al diario vivir.
En primer lugar debemos recordar que la cantidad de calor ganada o perdida por un cuerpo equivale al producto de su masa multiplicada por su calor específico y este resultado multiplicado a su vez por la diferencia de temperatura alcanzada en el proceso. Cuando juntamos dos cuerpos, se cumple esta regla para cada uno de ellos por separado, observándose que el cuerpo más caliente será el que baje su temperatura como resultado del calor que le cederá al cuerpo más frío; éste a su vez aumentará la suya hasta que se igualen ambas y, como es lógico, el calor cedido será igual al calor recibido…¿Se me está siguiendo?... Muy bien; para simplificar el problema consideraremos dos cuerpos con igual calor específico, con lo cual las diferencias de temperatura serán proporcionales al producto de la masa de cada cuerpo por su variación de temperatura. Y aquí viene la aplicación práctica de esta disciplina a nuestras necesidades de calor, mis queridos laboratoristas, porque de la observación de este fenómeno, se me ocurre que lo que uno tiene que hacer al acostarse en la noche es elegir una gorda bien gorda como compañera de cama, lo más gorda posible, dejarla reposar sola en la cama un tiempo prudente... ojalá que se tome un matecito o un ulpito bien calientes, tiempo que se irá ajustado con la experiencia y dejarse caer en la cama con las patas heladas, tratando de hacer las cucharitas más apretaditas que se pueda con el fin de acelerar el proceso de intercambio de calor...¡Aaay!... No hay que olvidar que el intercambio de calor es directamente proporcional a las superficies de contacto, por eso lo de las cucharitas apretadas, para aumentar dicha superficie. Cualquiera me podrá decir que si se acuesta con una flacuchenta va a pasar lo mismo y yo estaré de acuerdo con dicha aseveración, pero no olvidemos que una flacuchenta tiene mucho menos masa que una gorda y por lo tanto, a igual temperatura, tendrá menos calor que ceder y nos calentaremos (en el sentido físico termodinámico me refiero) mucho menos porque así lo señala la ecuación aquella. ¡Esa es la ventaja de la gorda!...su masa; ahora, si a alguno de vosotros no os gustan las gordas, os tendré que decir que el placer de dormir calientito durante el invierno se paga con creces, sobre todo considerando que al llegar la primavera la podemos poner a hacer ejercicios para que recupere formas y la podamos lucir en la piscina para el verano. Además, ustedes no tienen idea lo valiosa que resulta una gorda agradecida…estoy seguro que ella solita va a esperar el matecito calientito todas las noches… ¿y si el calor específico de la gorda es mayor que el de uno?...¡Pura ganancia! ¡Que vivan las gordas!... ¡Y que viva la calorimetría!
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juan carlos reyes cruz
Existen medios como alternativa, menos picarescos, pero efectivos, como más frazadas, un calefactor, etc.
Saludos afectuosos de todas formas.
JUNTALETRAS
"...la paz restante luego del incómodo orgasmo se vió ingratamente ensombrecida..." ¡¡Genial...!!
Tiene Usted detalles de estilista, de fino hilador con gracia. Sí señor...
JUNTALETRAS
Y tomo nota de sus recomendaciones ahora que aquí al otro lado del charco vamos de cara al invierno.
Un escrito muy muy bueno. Enhorabuena.