Jamn sano en puerco sano. (Conspirania porcina)
Publicado en Oct 20, 2022
La tranquilidad de la granja jamonífera de Paco "el de los cochinos" se vió repentinamente alterada por una alerta sanitaria. Un brote de peste porcina (pestisvirus), al parecer proveniente de Ucrania !Como no! Amenaza con extenderse por la cabaña porcina causando estragos. Paco, preocupado por la salud de sus sonrosados marrános, a quienes por cierto ya les han crecido bastante los jamónes, se pone inmediatamente en contacto con el veterinario, el ya veterano doctor Bravo.-¿Silvino? ¿Oye que coño es eso de la peste porcina de Ucránia?-No es de Ucránia, es africana; Solo viene de allí por esas cosas que pasan. -¿Pero las vacunas no vendrán también de Ucránia no?-No Paco, las vacunas no. Paco y el doctor se pusieron de acuerdo para vacunar contra la Pestisvirus, a las cuarenta cabezas jamoneras de Paco para al dia siguiente.Cuando el doctor Bravo abrió su maletín sobre el morro del todoterreno, dos largas hiléras de hipodérmicas con su carga antiviral asemejaron por un instante la boca de un caimán. Paco ya tenía a los cochinos previamente dispuestos en el exterior de la porquera, y los cerdos se prestaron alegres a la experta labor del doctor. Todos fueron pasando despreocupadamente hasta que tan sólo quedaron 6: Uno de los dos cerdos y, cinco marranas.Se habían apelotonado los 6, y habían retrocedido hasta el limite del cercado. Una de las guarras parecía olisquear el aire en la dirección del doctor, las otras parecían murmurar entre ellas. No es ningún secreto la paranóia de muchos puercos ante las batas blancas.El negacionísmo había llegado a la granja de Paco y, había calado en la cabaña provocando una histéria plandémica sin precedentes porcinos.-No hay problema Paco, tranquilo. Mañana por la mañana me traigo el fusil de vacunación a distancia y, en un momento arreglámos a esos 6, pan comido. La profesionalidad de los continuadores de Hipócrates no iba a ser puesta en duda por cinco puercas y un marrano por muy buenos jamones que tuvieran y, a la hora convenida el doctor Bravo se presentó con su fusil de vacunas. -Ahora se van a enterar las muy cochinas. -Y empezó a cargar la primera vacuna contra la Pestisvirus-Ya tenía el buen doctor el dedo sobre el gatillo, y el ojo sobre el cuello de la cerda mas grande, pues era preferible no inocular sobre el valioso fruto de sus cuartos traseros, cuando se escucharon los gritos de Paquito, el hijo mas espabilado de Paco:-!Papá! !Papá! Ven aqui dentro... Algo les pasa a los cerdos...Paco y el doctor entraron en la porquera como militares con prisas, y lo que vieron los dejó fríos. Todos los cochinos parecían agonizar en el suelo, y a Paco le dió un ataque.-¿Que ha pasado doctor?-Bueno, hasta que no vea los resultados de los análisis no puedo decirlo con certeza, pero estoy en condiciones de asegurar que no se trata de un efecto secundario de las vacunas. Hay que esperar.-Pero esto... Esto es mi ruina doctor ¿Que voy a hacer ahora?Un par de dias mas tarde, Paco empezó a recuperar el ánimo y decidió consolarse con sus cerdos conspiranóicos. Con un cerdo y cinco buenas puercas, todos ellos sanos y saludables, cabía la esperanza de una nueva cosecha de la especialidad ibérica por exceléncia. Paco regresó a su casa cantando aquello de "Tres cosas hay en la vida, salud, dinero, y jamón". Autor: Txema Martín.
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Raquel