Un paseo por el barrio.
Publicado en Oct 13, 2009
Un paseo por el barrio
"Dijo mamá hipopótamo a sus hijos: --Y Dios, nos hizo a sus imagen y semejanza--" Roberto Fontanarrosa ...venga...acompáñeme. Vamos hasta el río. Sí, sí, está cerquita...llegamos enseguida. Desde aquí se ve bien. Está allá, al final de esta calle. ¿Lo ve...? Vamos caminando. Está tan lindo el Sol que se enojaría si no lo aprovechamos. Esta calle se llama Atlántida. Nace allí y termina en el río. Es una calle corta; desde ahí hasta el río. Ése es Paco, un amigo de Lunita. Hugo, nuestro amigo y vecino, lo tiene desde cachorrito. No sabe lo lindo que era. Bueno, ahora también es lindo, es muy alegre. Es un perro muy nervioso; vive saltando, parece un resorte. Es tan simpático. Y este es un aguaribay. Es el árbol de Omar, otro vecino... Sí, es cierto, el árbol es vecino; un vecino mas. Cuando veo el aguaribay, creo que Descartes se equivocó al decir: "Pienso, luego existo". ...No hace falta pensar para existir; con estar ahí ya se existe y existir es estar, es ser...bueno, que se yo, no me quiero andar haciendo el pensador... A lo mejor quiso decir otra cosa. ¿Quién sabe, no? Es así, medio desgarbado, desordenado. Bueno, Omar no lo poda y él personalmente tampoco se peina. Yo lo jorobo y le digo: "Omar, te peinaste con un petardo", y él se ríe. El aguaribay también se ríe. Así que el árbol es como él, o él como el árbol. Ambos son iguales..., parecidos en su aspecto. Pero queda lindo, a mí me gusta. Me refiero al árbol, sale de lo común. Ésa es Kona, su perra, siempre está corriendo los autos. A veces va a casa a jugar con Lunita, pero no son muy amigas; juegan un rato y cada una a su casa. Ésas son calandrias. ¡Qué pájaro que me gusta tanto! Son capaces de acompañarnos hasta el río; parece que hablaran. Disfrutan de la gente y nosotros de ellas. Van de árbol en árbol y va a ver que llegan con nosotros hasta el río. A veces me parece que no es solamente un pájaro, es otra cosa. No es un pájaro. Lo miro para tratar de comprenderlo y no lo logro. Aquí hay muchos pájaros,...el benteveo, los inquietos gorriones, las torcacitas --que son palomas más chiquitas y muy bonitas y una mirada muy tierna--, también hay zorzales, ratoneras, urracas, que son muy charlatanas, hay loros, mirlos, teros, lechuzas, horneros. El hornero es el símbolo de los argentinos. Es un pájaro muy trabajador, muy laborioso, muy elegante y educado. El hornero es de los tantos pájaros que tienen pareja estable toda su vida. Se imagina una pareja de horneros cuidando a sus nietos... Me río porque un amigo dice: "Lo peor de tener nietos es que a la noche me tengo que acostar con una abuela". ¡Imagínese!... Cuando hacen sus nidos, vienen a buscar barro a casa. Lunita se enoja y les ladra, pero los deja. Ella es madre y entiende... Allí juegan a la pelota los chicos del barrio; hay muchos chicos en este barrio. Bueno, más que seguro, es un barrio tranquilo; por eso parece seguro, porque estamos todos tranquilos. Aquí nos conocemos todos, todos sabemos de todos. Parece que no, pero nos contenemos mutuamente. Además, está lleno de pájaros, hay bardas, chacras, está el río; y las noches son tan lindas y tan llenas de estrellas. En las noches de verano se escucha clarito el croar de los sapos llamando a sus sapas desde el río. Lunita también se enoja y les ladra para que la dejen dormir. Sí, si, si; es un barrio con vista al Universo; ya quedan pocos así. No está cerrado, está abierto. Usted puede entrar y salir sin otro recurso que el de respetar esto que aquí se respira... No, no es tan así, nosotros también nos preocupamos por vivir así. Cuando algo pone en peligro esta tranquilidad, enseguida estamos ocupándonos del tema. ¿Asfalto? No, no estoy de acuerdo. Sabe qué pasa, vio todos estos informes sobre el medio ambiente, del calentamiento global, etcétera,...bueno, esos informes son para nosotros. ¿Para quién cree que son, sino para nosotros? Esos informes nos están diciendo algo, nos están involucrando en el problema, así que no podemos seguir generando problemas, no podemos seguir haciendo asfalto sin considerar las consecuencias, deberíamos buscar otras alternativas. Además, fíjese lo que le voy a decir; cuando vine a vivir aquí, casi siempre se veían zorros, martinetas y liebres. Hace meses que no veo un zorro ni una martineta, y liebres ya se ven cada vez menos; les estamos quitando su casa. Yo lo que propuse es que, si quieren, hacemos asfalto, pero antes firmamos una declaración en la que reconocemos ser conscientes de las consecuencias; de manera que cuando nuestros hijos o nietos sufran esas consecuencias, por lo menos sepan que sus padres o abuelos hicieron las cosas a propósito. Es decir, eran personas conscientes... Sí, es un día precioso, está tan lindo el sol que da ganas de caminar. Hoy dan más ganas de vivir. Bueno, llegamos. Mire qué río. Vio qué crecido que está, nunca lo vi así. Es que ha llovido tanto. Hace poco estuve en la Cordillera; los ríos están que desbordan. Hay mucha nieve y dicen que va a haber más. Este río se llama Neuquén y a tres o cuatro kilómetros de aquí, para aquel lado, se junta con el río Limay. El río Limay nace en Bariloche, a más de cuatrocientos kilómetros de aquí y a pocos metros de donde nace hay un viejo restorán que se llama "Viejo Boliche". Allí vivieron Butch Cassidy y Sundance Kid, dos "prestigiosos" ladrones de bancos que vinieron escapados de Norteamérica a refugiarse en la Patagonia. Ambos compartían un amor que era una mujer muy bonita. Sabe, nunca entendí porque meten presos a los ladrones de bancos que no matan a nadie... Estos dos ríos, el Limay y el Neuquén, forman el río Negro que va a desembocar al mar. Al océano Atlántico. Si usted tira un deseo a este río seguramente navegará por toda el agua del planeta, y desde algún lado alguien intentara comunicarse con usted... No, yo no me animaría a cruzarlo; es muy peligroso y profundo, viene con mucha fuerza. Aguas arriba del río hay.... ¡Mire, mire las garzas...! Son garzas blancas; también hay rosadas, pero aquí no llegan... Esos son patos, bueno, yo les digo patos; no sé como se llaman. En la primavera está lleno de patitos; son tan obedientes, simpáticos y coquetos. Nadan todos en fila detrás de la mamá. Es un ave muy pituca; a la mamá no le gusta que anden desprolijos. Cuando venimos a verlos con Manuela, Lucía y Victoria, ellas se enternecen tanto que los quieren llevar a casa... Yo también los llevaría... Comerán bichitos, pececitos; no sé, no sé qué comerán... También andan por la costa, así que comerán pastito, yuyos... Qué lindos que son. Aguas arriba hay represas; la primera es el dique Ing. Ballester, desde allí se riegan todas las chacras del valle. Se llama "valle" porque en la época de los dinosaurios había un gran río que al desaparecer dejó este "valle" en el que ahora se cultivan frutas y se venden al mundo. Los chinos comen las manzanas que cultivamos aquí, ¿qué le parece? Algunos atrevidos dicen que este valle es el promotor del pecado. En cada manzana va una tentación que es difícil resistir y tampoco tiene mucho sentido hacerlo ¿Quién sabe dentro de millones de años que pasará aquí? A lo mejor este mismo escenario sea sólo un escenario y no un recurso. Quizá sólo sirva para disfrutar y no tengamos que aprovecharnos tanto de él. ¿Estaremos para verlo? Sin dudas que sí, quizá bajo otra forma, con otros ojos, pero lo veremos. ¿Habrá calandrias? Quién sabe, ¿no?... Y más arriba, por este mismo río, están las represas de Loma La Lata y Portezuelo Grande. Son generadoras de energía y reguladoras de caudal de agua. Si no estuvieran, el agua llegaría hasta casa y no habría tanta energía eléctrica para otras provincias. ¿Qué se iba a imaginar el río que iba a tener semejante responsabilidad? Demasiado tiene con ser río para encima tener más trabajo. El río Neuquén es un río muy ocupado. Sí, este río nace en el norte de la provincia, casi en el límite con Mendoza. ¿Nunca anduvo por allá? Son lugares preciosos, es plena Cordillera, está toda nevada... ¿Sabe cómo se hacen los ríos? A medida que se va derritiendo, la nieve va formando pequeñísimos cauces de apenas centímetros de ancho. Van bajando por la montaña y se van juntando y haciendo cauces más grandes; algo así como el sistema circulatorio de la sangre. La nieve, que durante tantos meses estuvo quieta, se empieza a mover. Cuando uno va por la ruta se ven pequeños hilos brillantes. Bueno, ésos son los bracitos que le decía, y así van creciendo y juntándose con el agua de otra montaña y después de otra y otra más, hasta que hacen un río grande. Esa agua es riquísima; dan ganas de emborracharse de agua; parece que cantara mientras va corriendo por su cauce. Además, nada la detiene. A medida que corre, se va enriqueciendo de sedimentos de la tierra, troncos, tierra, piedras --el andar enriquece-- y entonces aparecen los peces. Hay truchas, pejerreyes; hay unas ranas rarísimas, casi amarillas. Hay pájaros carpinteros. Algunas personas dicen que estos pájaros les enseñaron a los constructores a hacer esas cabañas de madera tan lindas que hay por allí. Si el hornero es trabajador, el carpintero es docente... Sí, el agua es fría, helada. Es difícil bañarse en esos ríos. Hay gente que se ha muerto por intentarlo. Se le para el corazón en cuestión de segundos. No le entiendo la pregunta... ¿Cómo qué hay arriba de la montaña? No comprendo... Ah, bueno, está el cielo, ¡la atmósfera! La atmósfera. Nuestra atmósfera... Claro, allí se hace el río. El sol evapora agua y la condensa en la atmósfera y luego cae en forma de lluvia o nieve. Le voy a contar una anécdota. Cuando era chica, en Monte Hermoso, que es una playa de Buenos Aires, vi llover ranitas. Caían ranitas del cielo mientras llovía. En las nubes se fecundaban los huevos, como si fuese la panza de la tierra; las nubes estaban embarazadas de ranas... ¡Parece increíble! Claro el agua nace en la atmósfera, aunque si no hubiese ríos o mares tampoco habría lluvia o nieve. Aquellas pequeñas nubes que están ahí --¿las ve?--, tienen agua. Quizá sean del océano Pacífico; a lo mejor pasaron la Cordillera y vienen a caer aquí... Si todo es lo mismo; casi no se distinguen. ¿Arriba de la atmósfera? Está el espacio. No, el espacio no es azul; es más bien negro, oscuro. Es azul dentro de nuestra atmósfera, pero arriba de la atmósfera es bien oscuro. Allí sólo está la luz de las estrellas y las galaxias. Ése es Marte, es un planeta. Los planetas no tienen luz propia; las estrellas, sí. Marte está más lejos del Sol que nosotros. El año pasado no se veía y el anteaño tampoco. Se está acercando a la Tierra, por eso lo vemos tan brillante, y dentro de unos días casi se confundiría con aquella otra estrella. ¿La ve? Está ahí arriba, es roja igual que Marte...ésa misma. Ésa se llama Antares; está en la Constelación del Escorpión. Es una gigante roja. No, no, está lejísimos, a millones de años luz, pero parece que estuvieran cerquita. Sí, creo que sí, Antares es de las primeras estrellas después del Big Bang. Nació apenas después de nuestra galaxia. La fuerza de la gravedad concentró en millones de lugares distintos gran cantidad de materia; específicamente hidrógeno, que por aquel entonces abundaba igual que ahora, y fue haciendo los millones de estrellas que hoy vemos. Esa manía que tienen los astrónomos de contar estrellas. A mí me sobra con saber que hay muchas. Pero, bueno, tampoco es para ignorarlos. Se estima que hay diez mil millones de estrellas en nuestra galaxia, y parece que hay tantas galaxias como estrellas.... ¡Qué le parece, qué lindo, no! Tantas estrellas que hay... Hay tantas estrellas como agua. Hay tanta belleza aquí y allá que emborracha... Sí, ya está por explotar. Por eso se llama gigante roja. Antes de desaparecer crece tanto, tanto, que parece que se hinchara. Cuando está por explotar le dicen supernova. Mire, para que se dé una idea, Antares es tan grande como la órbita que describe Marte alrededor del Sol... ¡Asusta no! Cuando explota, libera al espacio todo lo que tiene adentro. Las estrellas son como hornos en donde se cocina el relato del Universo. Los átomos más livianos vuelven a hacer estrellas de segunda generación, como nuestro Sol; los más pesados hacen planetas como Marte o éste en el que estamos parados. El Universo recicla todo... Otros átomos entran a la atmósfera, que hace como un laboratorio y une a éstos en moléculas. Llegan a la Tierra y generan la posibilidad de la vida. Así que el río, la montaña, los patos, las garzas, nosotros o los perros como Lunita o Paco son esos mismos átomos, sólo que con otra forma, con una configuración distinta. Sí, sí, claro, cuando vemos el río en realidad vemos el tiempo, el fluir del tiempo. El río que llega al mar nace en las estrellas. Y las estrellas nacen donde nació el tiempo. El tiempo se mide en ríos, mares, pájaros, planetas, gente y otras tantas cosas que se van entrelazando unas con otras haciendo de esta diversidad una unidad imposible de dividir. Desde aquí, desde este lugar, podemos ver el Universo desde su primer momento, como si fuese un solo momento al que se le van agregando cada vez más cosas. Einstein decía que pasado, presente y futuro son una ilusión por persistente que fuesen. Y si no estuviéramos nosotros, si no estuviéramos aquí los dos mirando esta maravilla, nada tendría sentido. Porque el sentido a las cosas se lo damos nosotros... Sí, sí, claro, es muy cierto: el Universo es nuestro espejo... ...y bueno,...terminó el paseo. Cansan los viajes largos, pero tan lindos que son... Gracias a esa riquísima y maravillosa capacidad fabulatoria que tenemos los humanos, y que quizás compartamos con alguna otra especie, hemos podido viajar desde la calle Atlántida de la ciudad de Neuquén hasta los confines de Big-Bang. Si pude lograrlo, les he presentado a algunos de mis vecinos, a sus perros y árboles. Hemos conocido una rica fauna ya un tanto extinta por el correr de los años y el crecimiento poblacional. Hemos visto nacer al Río Neuquén y al Limay. Y en pocos párrafos viajamos a una de las estrellas mas lindas de nuestra Vía Láctea...Gracias a esa furiosa y empedernida curiosidad. La necesidad de saber, de hurgar, de meter el dedito... A ese intento tras intento. A fracaso tras fracaso. A nuestro esfuerzo cotidiano de probar y probar, hemos adquirido un cúmulo de conocimiento que han comenzado a enterrar las mas maravillosas y milagrosas conjeturas sobre las que hemos construido nuestra rica cultura que a los trastos nos ha traído hasta acá...gracias al empuje de la evolución y una rica combinación y recombinación de azarosos e imprevistos procesos físicos y químicos empujados a adaptarse a "cada medio ambiente" un ser como nosotros, de entre tantos otros, adquirió unos ojos que, tras maravillarse, vuelven sus mirada al universo para comprenderse a si mismo. Una errónea explicación y otra peor interpretación nos han hecho creer que el origen del universo es el Big-Bang. Mal hecho. El Big-Bang es el episodio a partir del cual la ciencia puede relatarnos, en virtud a evidencias, los que paso desde ese momento hasta hoy. De saber que es lo que paso antes, mí "Un paseo por el barrio" aun no hubiese terminado. Ilya Prigogine (premio novel de química) supone que antes hubo un inestable pre-universo que posibilito las condiciones del Big-Bang. Pero hasta hoy son solo conjeturas. Otro error común. Tan común como la haraganería intelectual es suponer que ese "Paseo por el barrio" se desarrolla en un ambiente de "supuesta" armonía y equilibrio universal. Mal hecho. Es solo una pantalla. Nada más constructivo que la imprevisibilidad. Nada más creativo que las "crisis" que fueron moldeando, por ejemplo, a nuestro planeta. En nuestra tierra existen 92 tipo de átomos, algunos como el hidrogeno, el oxigeno y carbono, abundan. Otros escasean, como el mercurio y el oro. Las proporciones de estos átomos en la tierra se mantienen en la casi totalidad de las estrellas conocidas. No es casualidad. Nuestras células están formadas por los átomos que se cocinan en el centro de las estrellas. De las estrellas nacimos nosotros. Fue la extinción de los dinos los que posibilito la expansión y diversidad de los mamíferos --grupo al que pertenecemos-- hace unos 70 millones de años por todo el planeta. Fue una fractura en el continente africano --hace unos 6 millones de años-- lo que extinguió la selva y obligó a los simios que quedaron en al este de esa cadena montañosa a caminar sobre sus patas por la nueva sabana a costa de desaparecer para siempre. Fue la falta de las abundantes y ricas frutas de la selva lo que nos obligo a descubrir las nuevas comidas que nos posibilitaba la sabana africana, entre ellas la nutritiva carne, que ayudo tanto a nuestro desarrollo encefálico. No fue, ni lo es hoy día, el equilibrio lo que dinamiza la vida. La comodidad nos mata. No fue la solidaridad lo que nos sociabilizó. Las culturas del desierto nos heredaron su religión monoteísta, en la selva, en la que todo abunda, no hace falta tanta fe ni plegarias para alimentarse bien. Fue la imperiosa necesidad de colaborar en la crianza de nuestros indefensos y prematuros hijos, defendernos mutuamente de los nuevos peligros, lo que nos hizo obligatoriamente solidarios. Fue el hambre, no la poesía, los que obligó a erectus a cruzar Arabia en busca de alimentos... Y entonces, para no contradecir, ni generar conflictos con las distintas teorías creacionista que en general defienden las religiones, admitamos que la cigüeña, antes de llegar a mi casa proveniente de Paris, pasa, como el mejor de los alquimistas, por las estrellas a buscar átomos y un poco de melanina con la que pigmentó a este lindo negrito...si usted cree que la vida es un milagro, esta equivocado... Ricardo A. Kleine Samson Contador Público Nacional® Neuquén, 19 de junio de 2009
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Ricardo A. Kleine Samson
miguel cabeza
Feliz bicentenario Darwin. Enhorabuena y un abrazo