...PORQUE ERA MA.
Publicado en Nov 10, 2022
...PORQUE ERA MÍA.
Tuve que atarla o la perdía, y tuve que esconderla o me la quitaban. No podía consentirlo y por eso la tuve así, porque ella era mía… Estaba completamente sola cuando regresó; vagaba totalmente perdida. Recuerdo cómo arrepentida y desesperada, desahuciada, me lo pidió ella misma. Y no fue otra cosa que su voluntad la que en uno de sus escasos momentos de realidad y lucidez, consintió que pasase semejante cosa. Al principio sufrió sin medida retorciéndose como una posesa ante mis órdenes o mis ruegos. Blasfemaba como un arriero y gritaba al sentir que me acercaba siquiera a la sórdida barraca en medio de la huerta, donde en completa soledad, la tenía alejada de ojos y oídos que nunca lo entenderían... Encerrada. Solo entraba la luz en aquella ruinosa barraca a través de dos ventanucos rácanos, ambos fuera de su alcance. Atada a una argolla anclada en la pared -antaño para inmovilizar a las bestias cuando había que refugiarlas en el interior de la vivienda- sólo le llegaba la cadena para sentarse frente una mesa cercana, mear y cagar en un cubo, lavarse en una jofaina, y acostarse en un camastro… Justo, el espacio de un semicírculo de no más de cuatro metros de radio. Nadie podía saberlo. Furtivamente, dos o tres veces al día venía todo el tiempo que podía a pasarlo con ella; le traía comida, velas, algo nuevo que leer o una cerveza. Limpiaba un poco, comprobaba si le falta tabaco, fuego, agua, o algo. Me sentaba a su alcance y esperaba en silencio a ver si con suerte deseaba mi compañía. Por las noches nunca me iba hasta que se dormía. La piedad de ceder al alivio de su agonía y de sus ruegos, tentaba lo férreo de mi voluntad. El hecho de presenciar todos los días ese dolor y esas súplicas, yo ya sabía que no debía ablandar ni un ápice mi decisión de salvarla, purgándola a cualquier precio y arrancándole aquel puto vicio de cuajo. Daba igual si chillaba o si lloraba; si sudaba fría como el mármol o si temblaba hirviendo en fiebre. Yo debía permanecer impasible hasta cuando se golpeaba contra la pared con desespero. Inmutable había de parecer incluso aunque se abrasaran sus tobillos, erosionados por el hierro de los cepos implacables de aquella cadena que la ataba a mí. El peso de soportar a solas semejante secreto estaba royéndome las entrañas. Allí la tenía, atada como una perra a una cadena. Pero ya casi estaba a punto… Hacía una semana que había empezado por fin a ceder, poco a poco, al ir permitiéndome ciertos acercamientos. Casi ni asearse había consentido en aquellas semanas. Pero esa tórrida noche llené con agua fresca la jofaina, le di dos toallas limpias, y la obligué a lavarse o la amenacé de veras con hacerlo yo… Para respetar su pudor me retiré a un rincón de la estrechez de aquella barraca en penumbra; pero no pude evitar el asistir, conmovido, a su desnudez... Y así, a la luz de una sola vela y como al acecho y a lágrima viva, descubrí el espanto del vicio de su condena. Aquel cuerpo en cueros; demacrado, macilento y abusado. Brazos y manos, piernas y pies horadados sin piedad a la búsqueda ansiosa de un hueco en la vena. Moratones, sangre y roña en esa carne trémula, infamada… Carne de mi carne. Me acerqué a ella, y por fin, se me permitió volver a besar aquella frente. Deslicé mi dedo índice bajo su barbilla y en silencio alcé su cara para que me mirase; y en aquellas lágrimas vi por fin redención, contrición y alivio… Pero sin cantar victoria me marché como todas las noches, sin hablarle; cuando se durmió. Casi dos meses más tuvo los cojones de estar allí: atada… Seguí llevándole todo lo necesario a aquella barraca que poco a poco se transformó de cárcel en refugio. Lugar, donde reencontró la salud y la libertad, ambas dilapidadas, perdidas por la heroína. Droga, cepos y cadenas que fuimos soltando juntos con dolor, charlas y paseos matutinos; poco a poco… Y llegó el momento en el que dejé de velar todas las noches hasta que se dormía. Pero sí seguí amaneciendo todos los días a su lado con el solo objeto de llevarle un desayuno decente y verla, aunque encadenada, sonreír por las mañanas. Casi nunca hemos vuelto a hablar de aquéllo; no ha hecho falta gracias a Dios… Tengo ya nietos de ella y claro, es nuestro secreto. Las cosas no siempre son lo que parecen... Que no nos engañen. Juntaletras. Te invito a seguir leyendo mi blog... Graciaaasss. https://historiasenunfolio.wordpress.com/2021/07/04/drogas-2/ |
Julio Beltrn
JUNTALETRAS
Un saludo.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Crudo relato aun cuando sea ficción. Hay espacios que se mezclan con realidades conocidas o vividas. El sentimiento de propiedad (en el buen sentido de la palabra) en este caso; el pedido de salir del infierno de la droga que esa muchacha en algún momento pidió y que se lo haga a su propio padre luego de fracasos seguramente previos, es el núcleo descarnado de una realidad que vemos y asistimos en hospitales o clínicas con esta gente jóven atrapada por la droga. Supongo que el haber realizado este acto de encadenar, secuestrar, cuidar en su propia celda creada para su curación a su hija; debería haber sido muy doloroso para ambos. Si se toma tamaña decisión, fue porque habían fracasado todas las terapias previas y en esta última se jugaba la vida de su propia hija. No es fácil ponerse en ese lugar y poder estar dos o tres meses dispuesto a no ceder ante los aullidos, y pedidos de que terminara con este martirio. Durísimo relato, pero aparentemente con el buen resultado de que hoy, ese padre ya tenga carca de sus afectos nietos.
Felicitaciones Juntaletras
JUNTALETRAS
Pone los pelos de punta...
Un abrazo.
Raquel
tiene el orgullo de haber reaccionado así , alejándola del infierno en l que vivía porque en su corazón seguramente repetía una y otra vez : " PORQUE ERA MÍA ..." porque era sangre de su sangre..Felicitaciones a ese papá que da a conocer lo que seguramente muchos otros padres o madres hicieron o lo hacen sin medida de tiempo , pero con esperanza y la frente en alto. Muy hermoso ...Fantástico..Triste aunque se sienta cruel, pero para un padre era necesario..Un abrazo..RQ.
JUNTALETRAS
Gracias Raquel... :)
Raquel
JUNTALETRAS
Un besooo.
Luz Lobos
Un abrazo
JUNTALETRAS
DEMOCLES (Mago de Oz)
JUNTALETRAS
Mil gracias por tus preciados comentarios.